Crónicas de un motel- Introducción

Estos son trozos de un libro que nunca fue...

Vivo en una pequeña y muy húmeda habitación en la segunda planta de un motel. Es tan húmedo mi aposento que muchas veces, para sacar el olor a hongo que impregna las pocas piezas de ropa que llevo, debo lavarlas más de una vez. Pocas noches duermo. No sólo porque trabajo el turno nocturno, sino porque cuando finalmente logro cerrar un párpado, los orgásmicos gemidos y gritos de mis clientes penetran en mi cerebro hasta ganarme la lucha del sueño. 

Llegué a este lugar hace unos años. No escapé de la situación en mi país, ni fui en busca de una mejor vida, como es el caso de muchos inmigrantes. Mi caso fue diferente. Nunca pensé salir de Colombia ni separarme del Poblado de Medellín que me vio crecer. Ahora que han transcurrido cinco años quise darme la tarea de contar al mundo, la baraja inesperada que me jugó el destino.

Todo comenzó a la corta edad de 21 años, cuando decidí dejar atrás la realidad paisana que me había sido el escenario de mi niñez y adolescencia, hasta verme convertir en una jovencita, para aproximarme a las entrañas de la dura realidad de ser mujer. Buscaba salir del hogar que compartía con mi madre, una mujer humilde y trabajadora que luchó toda su vida por echar hacia adelante a su familia y había sido, por desgracia, víctima de una cruel traición por parte de mi padre, quien decidió fugarse con mi tía y desaparecerse del mapa por casi una década. Mi hermano también compartía el mismo techo con nosotras, aunque en sus momentos de lucidez y sobriedad, que por cierto, podían contarse con los dedos de la mano, jamás se dio la tarea de contribuir en un sentido productivo al hogar. 

Yo por mi parte, me había licenciado como diseñadora, luego de haber cursado dos años de ciencias forenses y darme cuenta que terminaría siendo una carrera infructuosa, impulsada solo por las horas que me pasaba delante del televisor viendo series criminales que me erizaban la piel. En fin, una vez culminé la carrera como diseñadora de modas comencé a trabajar en una empresa, haciendo un poco de todo. Mi sueldo alcanzaba para contribuir a mi hogar y alivianar las deudas que mi madre, como proveedora principal, debía costear. Por esa parte, reinaba en mí un sentido de satisfacción. Por otro lado, las largas horas que invertía en la empresa no se veían recompensadas una vez llegaba a mi casa y me encontraba, primero a mi hermano pasado de copas, y segundo, con las insinuaciones carnales y las hostigamientos que me hacía uno de mis jefes. Éste último, era un hombre que me llevaba más del doble de edad y me había ofrecido el mundo solo por compartir mi tiempo a su lado. Al no recibir lo que buscaba, decidió hacerme la vida imposible en el trabajo. Un día decidí que no lo iba a seguir tolerando. Con la frente en alto le dejé claro que no regresaría y que podía enviar por correo a mi madre la liquidación de sueldo que me correspondía.

Ese día no llegué a casa. Tampoco avisé. Me fui directo a la estación de autobuses. Sin rumbo definido y con la mente completamente aturdida, me senté en un banco a esperar que llegara alguna señal del universo que me dirigiese un camino a seguir. 

Al cabo de unas horas, me di cuenta que aquella señal que buscaba, la tendría que provocar yo misma y me subí a un bus de esos que van haciendo paradas en cada pueblecito. Decidí bajarme en cada parada y sin ningún propósito definido, anduve por las callecillas hasta que se aproximó la noche. Me alojé en una localidad anónima durante una semana. La liberación corría por mis venas. Era la primera vez que salía de casa y un gran sentimiento de infinitud y alivio me inundó. Había conseguido lo que buscaba: salir de mi situación y finalmente decidí emprender mi ruta hacia Santa Marta, la ciudad donde vivía mi hermana.

Santa Marta resultó ser un cambio muy agradable para mí. Mi hermana y su familia me acogieron y no tardaría en establecerme en aquel nuevo hogar. Un vecino me echó la mano y por una corta suma de dinero logré comprar un pequeño almacén que guardaba todo tipo de artículos de primera necesidad. Comencé vendiendo pasta de diente, comestibles, artículos de cocina y primera necesidad, entre otros productos a los residentes del vecindario. Iba de puerta en puerta entregando y cobrándolos y tras algunas semanas establecí una amistad con algunos clientes. Algunos venían a charlar y compartir un rato conmigo. Keila fue una de estas personas…

Congreso Internacional IMAGEN DE LA MUJER @ Wrocław

El fin de semana pasado la Escuela Superior de Filología de Wrocław fue la sede del V Congreso Internacional dedicado en esta ocasión, a la imagen de la mujer. Se presentaron diversas ponencias relacionadas a la imagen de la mujer en el arte, la política, la cultura, la lengua, el cine y otros, en distintos países alrededor del mundo como México, Perú, Polonia, España y, en mi caso, Puerto Rico.

Este congreso marcó la primera ocasión en que exploré un tema completamente diferente y con mucho orgullo aproveché para llevar a cabo una pequeña investigación acerca de la historia femenina en Puerto Rico desde la época precolombina hasta el presente. Un tema que abarca muchísimo, lo sé. Por esta razón titulé mi ponencia Un breve recorrido socio-histórico de las mujeres en Puerto Rico e intenté sobre todo, mostrar al público internacional presente una mirada acerca de la participación femenina en la isla a través de la historia, que ha sido, en comparación con otros países, muy significativa.

Comencé presentando a las taínas y su rol dentro de la sociedad matrilineal a la que pertenecían, que fue, según hallazgos, muy importante. Las taínas luchaban en conflictos bélicos, algunas asumieron importantes posiciones políticas como cacicas y fueron representadas en la religión, la literatura y otros aspectos de la vida cotidiana. Luego presenté a la mujer española, aunque en un principio, eran muy pocas las que arribaron a la Isla en el siglo XVI. Su rol dentro de la sociedad se caracterizaba sobre todo por su responsabilidad de procrear la raza, y estudios revelan que se les obligaba a procrear cada año de su edad reproductiva, hasta llegar a parir entre 15 y 18 hijos! A menudo eran víctimas de abuso por parte de sus maridos y se les consideraba ciudadanas de segunda clase. En tercer lugar, presenté a la mujer africana introducida en la Isla como esclava agrícola y doméstica. Un dato curioso es que las investigaciones revelan que era una costumbre habitual que las esclavas amamantaran a los hijos de sus patronos. Increíble, ¿no?

Más tarde pasamos a manos de E.U. y la invasión norteamericana ocasionó muchos cambios para la mujer puertorriqueña, sobre todo en el ambiente laboral, ya que al cambiar el modelo económico de la Isla a uno capitalista, las mujeres pasaron a convertirse en empleadas asalariadas en industrias norteamericanas de la aguja y el tabaco.

¿Sabías que Puerto Rico fue uno de los países americanos que primero concedió el sufragio universal femenino? En 1932, por fin, después de numerosos esfuerzos, las mujeres obtuvieron este derecho.

En la actualidad uno de los problemas que más afecta la población femenina en PR es, en mi opinión, la desigualdad de género que apunta a 9 mujeres por cada hombre. Se ha catalogado a PR como La isla de las solteras. Un paraíso para muchos hombres, sin embargo, un gran problema con efectos psicológicos y sociológicos para las mujeres. ¿Qué produce esto? Pues, muchas relaciones con patrones abusivos, numerosas familias lideradas por mujeres, una gran frustración para muchas mujeres que quieren formar hogares y convertirse en madres, pero desgraciadamente por una cuestión demográfica, no lo consiguen.

En fin, la historia de las mujeres en PR es un tema interesantísimo, que abarca muchas ramas dentro de la sociedad y que aunque aún queda mucho camino por recorrer en la lucha por la igualdad de género, como puertorriqueños podemos enorgullecernos porque este colectivo ha logrado y continúa logrando muchos avances para el bienestar futuro de las mujeres.

SEXMISSION: A Polish Sci-Fi Cult Must-See Film

Last night my good friend Edyta Juszczyszyn, director of InPolish Language Academy in collaboration with the International Friends of Wrocław Club hosted a Polish Film Evening where the classic sci-fi movie, Seksmisja (Sexmission in English) was screened and discussed. As a fan of Polish films, I didn't hesitate to attend and was pleasantly satisfied with my decision in the end.

Seksmisja was produced in 1983 during Martial Law in Poland, a time when the authoritarian government of the People's Republic of Poland restricted daily life in an attempt to crush political opposition.  Martial Law was considered to be a "state of war"  where several hundreds of political opposers were imprisioned, while many others were killed. Telephone lines were also disconnected, mail was censored, independent organizations were delegalized, and lessons in schools and universities were suspended. Moreover, the military practically managed every source of communication, civilian telephone conversations were monitored, journalists and teachers were banned from their professions, as well as many daily activities were forbidden. It was a time of strict censorship in Poland and till this day it is still possible to witness the effects of this tyranny through people's attitudes, as well as other cultural and artistic expressions.


Seksmisja is considered to be a classic Polish cult science fiction flick, which blends satire and humor in an attempt to portray what Polish life was like during these two years. Jerzy Stuhr, one of Poland's leading actors, who has also starred in many of Kieślowski's films, is one of the leading characters. Basically, the plot of the movie is that these two guys, Max and Albert, have agreed to undergo the first human hibernation experiment. Instead of waking up a few years later as was planned, they find themselves in the year 2044 in an oppressive female society where men have become extinct.

Max and Albert suffer the abuses from these tyrannical women who believe that men are evil and this is the reason why they have been exterminated. The women finally decide that there is no point for these guys to exist anymore so through a court hearing they determine to put them through a "naturalization" process in which their sex will be changed. Finally, after many attempts, one of the female scientists helps them escape this world of oppressive feminism where no one is allowed to exit the highly technological huge building where everyone lives because of their fear of lack of oxygen and radiation outside. In the end the guys are able to escape wearing space-suits and once they find themselves in the outdoor world, they realize that they are in fact able to breathe without the suits. Later on they find a beautiful house in the woods where they end up living and enjoying life's simple pleasures such as fresh food, sex, and liberty.

Seksmisja is a must-see not only for people who reside in Poland, but for everyone who is curious about the world during the post-war period, the communist bloc, and the female participation in all of this epoch. It contains heavy satire and allusions, while also making you laugh at the outrageousness of the situation.
(Marianna Stuhr, left; Edyta Juszczysyn, right, at last's night's screening)

According to actor Jerzy Stuhr's daughter, Marianna, who was invited as a guest to last night's screening, the movie has also greatly influenced Polish slang. There are many phrases taken from it that are still used today. "During Martial Law people had no access to international movies, so they would watch this film 20 times. It would give them an opportunity to laugh", she said. The funny thing is that 30 years later, Seksmisja is still on the stalls of many popular stores and continues to be considered leyendary. Most of it was shot in Krakow's underground salt mine, a UNESCO Heritage site, so the visuals are also truly stunning. The film  perfectly captures the feeling of being stuck in a tyrannical system, in this case ruled by women, which is another allegory of Martial Law.

According to Marianna, dictatorships such as this one had one positive thing, for they encouraged artists and filmmakers to unveil their deepest emotions and ideas, which were otherwise forbidden in everyday life. "With freedom of speech it gets harder to push yourself and produce such works of art like this one", she says.


Matisyahu in Wrocław


His real name is Matthew Paul Miller, but no one really knows calls him that. At least not his fans. He goes by his Hebrew and stage name which means "gift of God". He was born on June 30th, same as me, although three years earlier, somewhere in Pennsylvania. His family brought him up as a Reconstructurist Jew and much of his upbringing was spent in Hebrew school learning the pillars of Judaism. By the time he was a teenager, he began to rebel against this doctrine and experimented with hallucinogens and other drugs. At one point he auto-proclaimed himself a "Phishhead", and followed this band around on tour all over the country. 

Years later this phase of his life seemed to fade away as he began participating in different heritage programs where he reconnected with his Hebrew roots and decided to adopt Orthodox Judaism as his philosophy of life. He began playing music with different Jewish bands and eventually adopted the name Matisyahu, the English equivalent of Matthew. Matisyahu's musical style is heavily influenced by reggae, although he also fuses contemporary rap, hip hop and beatboxing styles to create quite funky rhythms. 

As a member of a Hasidic sect Matishayu's music is also heavily influenced by his Jewish roots, although he considers legends such as Bob Marley, Phish, God Street Wine, and Rabbi Shlomo Carlebach to be his main musical inspirations. However, since last year Matisyahu's Jewish identity has begun to be questioned. In one of his most recent videos "Sunshine", he seems to have dyed his hair blonde, lost his ever-so-present yarmulka, and his lyrics are often contradictory with regards to the Hebrew history and geopolitical situation, which have all stirred great controversy among his Jewish community and followers. 

Last night Matisyahu, who I consider one of my favorite musicians at the moment, performed in Hala Stulecia in Wrocław. I had been looking forward to see him live and eagerly awaited his arrival onto stage from my seat in sector A1. The concert, which was supposed to begin at 19:00, was delayed. Another pseudo-reggae group opened the performance and played for a little more than an hour. Matisyahu, who was scheduled to start at 20:00 seemed to also be delayed by technical or other difficulties. 



From the moment he appeared on stage I was truly disappointed. Who was this guy dressed in baggy jeans, a sideways cap, and dark sunglasses? This "poser" looking attire was a totally different image to the one he used to represent. Without hardly even greeting his crowd, he began singing what appeared to be a new song. The sound was awful and it was quite hard to understand what the lyrics of the tune were. His attitude towards the crowd was pompous.  He later began stripping his layers down and jumping all around the stage like a madman. At a certain moment he clung exstatically onto the speakers as though he were high on something. 

With the exception of his "Jerusalem" and "Chop Them Down" interpretations and maybe a couple of other songs, the concert was a true disappointment. Hardly any beatboxing took place and neither did he make an effort to speak to his fans or spread his message as not only a musician, but a leader of his community. His attitude towards the crowd and the moment were completely different to the down-to-earth, peaceful, in tune vibe that characterized him in recent years. His message and performance seemed contradictory and apparently, I'm not the only one who holds this belief.

 In one of her articles, author Rachel Zimring states, "Matishayu is a voice for peace, appealing to fans via a clichéd call for universal acceptance of all religions and cultures and collaborating with a diverse variety of artists. Yet, Matisyahu´s work often (quite literally) utilizes Holocaust imagery and Jewish iconography to affirm the Jewish claim to Israel without reference to 20th century politics". He ignores, for example, the Palestinian situation.

Does this mean that we should add Matisyahu to the list of clichéd artists who proclaim universal peace and love through their lyrics, as well as the importance of cultural and ethnic identity, while displaying completely contradictory and weak performances to their fans? If he feels so committed to spreading his message, then why not use every available opportunity to do so?

The world needs more decisive leaders in music and less phonies and posers, however, as your fan I will opt to giving you a second chance and continue supporting your music, although your message is now questioned... 






No todas las mañanas son color de rosa


Llevo toda la semana mostrando en muchas de mis clases de inglés, un vídeo de un discurso que presentó Steve Jobs a los nuevos graduados de Stanford University en 2005.
Desesperada buscando material nuevo para entretener y motivar a mis alumnos me topé con este vídeo en www.ted.com. Se titula ¨How to Live Before you Die¨.

La primera vez que lo escuché me pareció maravilloso. La quinta, incluso mejor. Cada vez que volvía a poner la grabación le encontraba algo nuevo, algún mensaje escondido. El efecto de sus palabras estimulantes se agudizaba. Durante los quince minutos que transcurre la grabación Jobs va narrando a los nuevos graduandos de una de las mejores universidades de los Estados Unidos, tres historias de su vida.

La primera habla sobre su niñez, sus padres adoptivos y biológicos, sus primeros y únicos seis meses en la universidad y finalmente, según el ya fallecido fundador de Macintosh, ¨una de las mejores decisiones que jamás tomó¨, darse de baja de Reeds College. ¿La razón? No le encontraba sentido a gastar todo el dinero que sus padres adoptivos, de clase trabajadora, habían ahorrado, en pagar miles de dólares para su matrícula cuando él en realidad no tenía claro qué quería hacer con su vida.
"The only way to connect the dots is looking backwards, there is no way of connecting them looking forwards"...

La segunda historia narra su experiencia cuando a los 30 años lo despidieron de su propia compañía tras unos desacuerdos con quien fuera su socio.
"Lo más importante es amar lo que haces. Si no lo has encontrado aún, sigue, no te des por vencido", continuó. 
Y por ahí sigue hasta llegar a la tercera historia en la que cuenta cómo le diagnosticaron cáncer de páncreas y su proximidad con la muerte. 

Es verdaderamente maravilloso este discurso y aquí se los dejo para quien quiera escucharlo y no lo haya hecho todavía.
http://www.ted.com/talks/steve_jobs_how_to_live_before_you_die.html

De todas maneras lo que pretendía contarles no es esto. Esto es sino un preámbulo. 

Esta mañana, como suelo hacer todos los jueves, fui a mi primera clase de inglés en una reconocida empresa financiera de Wroclaw. Como si fuera poco levantarse tan pronto una mañana de invierno en Polonia, mi clase tampoco resultó ser lo que tenía pensado. De un grupo de cuatro, sólo asistieron dos chicas. Les di los buenos días y rápido saqué mi portátil para mostrarles el vídeo con esperanza de que lo disfrutaran y les proporcionara buenas vibras para comenzar su día.

Durante los próximos quince minutos, iba escribiendo en la pizarra algunas citas que consideraba importantes del discurso. En ningún momento me detuve a mirar sus reacciones. Sin embargo, en el momento en que Jobs concluyó, cerré el ordenador y les pregunté qué les había parecido. Sin emoción alguna, una de ellas expresó que le parecía un cliché y demasiado "americano". Me quedé atónita y sobre todo enojada (aunque creo que lo disimulé bastante bien, pues no es la primera vez que escucho esta expresión aquí en Polonia). Le pregunté a qué se refería y contestó que en Polonia nadie haría semejantes comentarios ni contaría historias de su vida íntima. Continuó diciendo que le parecía que la audiencia estaba aburrida pues no aportaba nada. "Cualquiera puede decir CARPE DIEM... No es nada nuevo".
Decidí no enojarme y simplemente cambiar de tema, pues al parecer mis esfuerzos por comenzar una mañana de manera positiva y motivadora fueron en vano. A veces se me olvida que no se puede satisfacer a todo el mundo...

¿Será que estamos tan desensibilizados ante el sufrimiento del prójimo que ya las historias que pretenden motivar no tienen sentido para muchos? 
¿O será que vivo en un país tan culturalmente homogéneo que por falta de exposición algunas personas no encuentran nada malo en expresar declaraciones tan estereotipadas y prejuiciadas como éstas?

No quisiera hablar mal de este país, pues se ha convertido en mi nuevo hogar durante el pasado año y medio y la verdad es que le tengo mucho cariño. No obstante, en las últimas semanas me he sentido mucho más susceptible a este tipo de comentarios. 

Como dije anteriormente, no es la primera vez que me sucede algo similar. En una de las evaluaciones que me hacen en mis clases le preguntaron a una alumna, una señora ya entrada en la cuarentona, que qué le parecían mis clases y contestó- "Enseña bien, pero no me gusta su estilo americano"...
Ese comentario, dicho sea de paso, no sólo malintencionado y discriminatorio, sino totalmente ignorante-pues se refería a Estados Unidos, un país que no es el mío- casi me cuesta mi trabajo.
Espero que se trate de unos casos marginados y no generalizados, aunque a veces  me lo cuestiono...

¿Qué nos pasa, gente? ¡Intentemos mirar las cosas desde un punto de vista optimista! ¡Seamos incluyentes y no excluyentes y etnocéntricos! La vida es sólo una y si no nos alegramos y tratamos bien a nuestro vecino ahora, ¿para cuándo lo dejaremos?... 


Escenas del último mes

Estas pasadas semanas han estado cargadas de sentimientos, eventos que asistir, proyectos que emprender y unas sabrosas navidades caribeñas que disfrutar. Poco tiempo para escribir, emociones sin digerir y un nuevo año que ha traido consigo muchos cambios de energía y estación. Por esta razón consideré qué mejor manera de describir todo que compartiendo algunas imágenes de tres destinos que transcurrí en este pasado mes...

El primero de los tres fue Tenerife, la isla canaria mayor. Pequeña de tamaño, aunque de mucho contraste. Un microclima que hace que quien visite el norte sienta temperaturas casi 10 grados menor que en el sur. Santa Cruz, super parecido a San Juan, sobre todo las plazas de noche, las "guaguas", el aguacate en las ensaladas, las sonrisas de la gente, su amabilidad, falta de prisa, playas volcánicas, plantaciones de bananos por todas partes, coloridos graffitis y tanto más.









Segundo, mi islita del encanto que hacía año y medio que no visitaba. Aquí pasé 17 días que resultaron ser muy cortos, aunque muy sabrosos y de mucho provecho. Lechón asado, playas de fuerte oleaje, amigas que hacía tiempo no veía y sus hijos que aún no conocía y sobre todo mi mamá a quien extrañé demasiado...










Y por último, Polonia en invierno, mi hogar adoptivo durante el último año y medio. Completamente diferente a todo lo que conozco. Frio, helado, nevado, aunque también cálido de espíritu...







Una mirada al mundo