Gurú del Periodismo Cibernético, José Luis Orihuela, ofrece Charla Magistral para la ASPPRO

(José Luis Orihuela, Conferenciante invitado, Sara del Valle y Rafael Lenín López, Vicepresidenta y Presidente de la ASPPRO)

"Entre Gutenberg y Twitter: ¿Por qué la comunicación de masas se hizo social y cómo afecta el periodismo" fue el título de la conferencia magistral que presentó el profesor de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Navarra, José Luis Orihuela, para la Primera Convención de Periodistas de Puerto Rico, hoy 3 de agosto en el Hotel Mariott de San Juan. Oriundo de Argentina, a Orihuela se le considera el gurú del periodismo cibernético. Fue mi profesor en la UNAV en el 2009 y fue un gusto darle la bienvenida por primera vez en la isla del encanto como conferenciante de este evento. La charla, desde luego, resultó ser un éxito rotundo acaparando la atención de todo el público presente que incluyó profesores, reporteros, estudiantes de periodismo y otros comunicadores públicos. Durante las dos horas en las que el profesor de comunicación multimedia expuso se presentaron una amplia gama de temas que abordaron el proceso histórico de la imprenta en el siglo 15, tarea a la que se ocupaban los monjes copistas en Alemania, hasta pasar por otros temas más recientes como la sinergia entre las nuevas y viejas tecnologías, los cambios de paradigma en el oficio periodístico, las transiciones de los medios sociales y por último, la importancia de la marca. 

Sobre la relación a la que debe aspirar la academia y el periodismo, otro tema sobre el que reciente publiqué, expresó, que la creencia que las escuelas de comunicaciones y periodismo deben adaptarse a la industria es errónea, ya que según él, los medios no saben a dónde van. "No tengo la menor idea de cómo va a ser el futuro. Lo importante es que el escenario que tenemos ahora lo construirá. Demos el paso siguiente en vez de mirar con nostalgia al pasado. Eso se acabó y no volverá- es un proceso irreversible ", expresó. La muy comentada creencia que varios medios como la prensa escrita, la radio y hasta la fotografía han muerto o morirán dentro de poco, es según Orihuela, una falacia, ya que ahora más que nunca la gente lee y escribe, sólo que lo hacen en diferentes plataformas. Las tabletas han pasado a convertirse en imprentas de bolsillo y los libros no están muertos, sino que simplemente ahora son digitales. Lo mismo ocurría cuando antes los alumnos universitarios se distraían leyendo cómics en la parte trasera del aula, mientras que ahora intercambian mensajes con sus amigos en redes sociales. Es un proceso natural de evolución según Orihuela. "El problema no es Facebook, sino que seguramente lo que estás enseñando no es relevante para tus estudiantes", señaló el catedrático.

"El medio es el mensaje" es una de las frases más conocidas en el mundo teórico de las comunicaciones, expresada por Marshall McLuhan en La aldea global. Los cambios que se han producido en el oficio periodístico conllevan también otro proceso complicado que implica unos cambios de paradigma social. Al adoptar la tecnología de forma masiva, a su vez transformamos nuestra cultura. Ahora lo que merece ser publicado en los medios, lo decide la gente. Es decir, los ciudadanos per se se han convertido en el medio. 
Sin embargo, una idea muy interesante que planteó Orihuela es que no existe tal cosa como periodismo ciudadano. Lo que sí vemos son ciudadanos haciendo comunicación pública. "Esto no es periodismo. Es como comparar dar los primeros auxilios en casa en lugar de ir a una consulta con un médico. Tener acceso a los medios no te convierte en periodista", expresó. Ser periodista implica poseer una formación teórica y práctica de la comunicación pública, la responsabilidad ética de la profesión, la capacidad para materializar procesos históricos y contextos sociales complicados, además de mucha disciplina y pasión por la profesión. El periodista nace, no se hace.

De esta manera se concluyó muy exitosamente el ciclo de conversatorios, charlas y conferencias de la primera convención de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico. ¡Enhorabuena y felicitaciones a la ASPPRO por tan excelente iniciativa!

(Para seguir de cerca a José Luis Orihuela en la web pueden accesar su blog: www.ecuaderno.com)

Inicia la Primera Convención de Periodistas de Puerto Rico

(Rafael Lenín López, Presidente de la ASPPRO junto al panel a cargo del conversatorio)

¿Están en sintonía las Escuelas de Comunicaciones y de Periodismo con la realidad de nuestra profesión? Con esta premisa inició la primera convención de periodistas de Puerto Rico organizada por la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO). Los panelistas invitados al primer conversatorio que se organizó el 31 de julio, Día Nacional del Periodista, fueron los directores de las escuelas de comunicación en la Isla, profesores y reconocidos periodistas de varios medios. La actividad fue un gran intento por debatir la sintonía (o falta de) entre la academia y los programas de comunicaciones y las demandas de las empresas mediáticas.

David Colón, director asociado del periódico INDICE inició su intervención con otra incógnita: ¿Para qué existe el periodismo y qué rol debe cumplir dentro de una sociedad democrática? "El periodismo debe    primero ayudar en la formulación del pensamiento crítico y las opiniones de los ciudadanos, dar voz a quienes no la tienen, fiscalizar los gobiernos y llegar a las fuentes de poder", expresó. "Lo más importante para un comunicador es tener pensamiento crítico". Y esto es precisamente el problema que existe en la isla, sobre todo con relación a la visión de muchos de los programas de comunicaciones que ofrecen las universidades. Desafortunadamente, dada la avalancha de tecnología e información a la que se enfrenta la era digital, muchos programas académicos se han dado la tarea de poner como prioridad educar a los futuros profesionales a manejar estas tecnologías y han dejado a un lado la importancia de fomentar un pensamiento crítico que únicamente puede obtenerse por medio de la lectura y el conocimiento de una cultura general, popular.  "No podemos perder una perspectiva humanista ante la tecnología", expresó el doctor Víctor Manuel García, Director del Departamento de Comunicaciones de la Universidad del Turabo. El fortalecimiento del componente de educación general para los alumnos subgraduados es la única alternativa ante este reto.
¿Cómo puede un estudiante de comunicaciones que no lee y conoce muy poco sobre su propia historia, ser redactor en un medio? El oficio periodístico se ha tornado cada vez más superficial, más sensacionalista, más pesca noticias que vendan, que otra cosa. Y los alumnos de este campo, no por culpa propia, sino por la de sus profesores y la visión práctica y equivocada de muchos de los programas académicos a los que pertenecen, se entrenan en su mayoría, a ser robots, a manejar las nuevas tecnologías, editar y apretar botones. Sin embargo, ¿quién les inculca la lectura, quién los ayudará a afilar y ampliar su vocabulario y su pensamiento? Esta reflexión la resumió perfectamente una de las participantes de la convención.
Según la doctora Milagros Acevedo, Catedrática de la Escuela de Comunicaciones de la Universidad de Puerto Rico, "la universidad no es una sala de redacción ni una emisora de radio. Ambas son escuelas que cumplen funciones diferentes. Esto no lo podemos confundir. Lo principal es establecer alianzas entre ambas, no convertir una en otra".
De esta manera se hace cada vez más evidente la necesidad urgente a la que nos enfrentamos como académicos y profesionales de ensanchar los lazos entre estas dos instituciones.

¡Hasta la próxima, Polonia!

5-4-3-2-1... Ha llegado el momento. Los calendarios de mi piso llevan los días tachados. Cajas y maletas arropan el suelo. Ya casi ha llegado la hora de mi partida. Dos años muy productivos e enriquecedores me ha regalado este país. Soy extremadamente feliz por ello. Pero ahora toca volver a la tierra que me vio nacer, la isla de Puerto Rico. A ver si logro poner en práctica todos los sabios consejos de vida que me ha otorgado esta experiencia en el caótico Caribe. Difícil es digerir las cosas mientras se viven, pero aquí les dejo un intento de resumir las cinco experiencias polacas que más he disfrutado y extrañaré mucho, pero mucho...

1. La bici como principal método de transporte

Wrocław es por lo general una ciudad plana. Hay carriles de bici en casi todas partes. Esto facilita bastante moverse sobre ruedas, aunque tampoco previene las múltiples veces que he pensado morir a cuenta de conductores que giran desprevenidamente o ponen ojos ciegos a los ciclistas. Ir al trabajo todas las mañanas en bici es algo que amo. En Puerto Rico es impensable, pues la isla, desafortunadamente, no está diseñada para ciclistas. Esperemos que en un futuro cercano esto cambie...

2. Xavi

Mi mejor amigo y cómplice de vida durante el último año y medio
La lista de lo que extrañaré de este ser humano es interminable. Comencemos por los paseos en bici al Park Tołpy a darle de comer pan a los patos y peces, sentarnos en uno de los bancos del Park Leni a inventarnos historias sobre la gente del barrio, los almuerzos y cenas puerto-polacas, los viajes a Studniska, el pueblo que le vio nacer, cerca de la frontera con Alemania, las risas, la paciencia, su amor por las bicis, sus accidentes, las diferencias culturales, los cumpleaños, el pasar de las estaciones, etc. etc. etc.

3. Los almuerzos en Hala Targowa, principal mercado de Wrocław

En una entrada anterior les hablé sobre los Bar Mleczny "Bares de Leche", residuo gastronómico de la época comunista, donde puedes comer un plato enorme de comida polaca como hecha en casa (carne, papas y ensalada) por alrededor de $2. Ir en bici hasta Hala Targowa, pedir una cajita de comida para llevar y disfrutar un almuerzo al aire libre en Szalet Café, frente al río Odra, es una de esas pequeñas delicias que ofrece la vida en Polonia.

4. Piwo z sokiem imbirowy (cerveza de barril con sirop de jengibre)

Cuando primero llegué a Polonia me pareció rarísimo ver cómo la gente pedía cerveza con sirop en los bares. Y no sólo eso, sino también con sorbeto! Primero intenté el sirop de frambuesa, pero no tardaría en cambiar al de jengibre, pues le añade un toque suave que modera la acidez habitual de esta bebida y produce un color más oscuro y de mayor textura. Ahora dos años más tarde, se ha convertido en mi bebida de preferencia y estoy segura que la echaré de menos... (¡al igual que a ti, Ania!)

5. Mi vida académica

Estrés, ansiedad, satisfacción. El final de mi doctorado, la publicación de mi primer libro, docencia en dos universidades, participación en congresos internacionales, preparación de artículos y ponencias.
Gracias a Polonia, todo comenzó. Ryszard Kapuściński fue la razón y gracias a mi amor por él y la curiosidad por aterrizar en su tierra, todo se ha logrado fruto de gran esfuerzo y dedicación. Ahora intentaré llevar su obra al Caribe y a otros países donde casi no se le conoce para que siga viva su leyenda.

Con esto queda claro que no es un adiós, sino un hasta luego... ¡Te echaré mucho de menos, POLSKA!

Santiago sin Camino


Dicen que aquí llueve 368 días al año. Sin embargo, no caen chaparrones ni diluvios. Hay muchos días en que te empapas la ropa, los zapatos, el bolso, todo... aunque no de gotas. Parece como si el aire estuviese cargado de un spray perpetuo que te humedece sin cesar. A veces es difícil acostumbrarse a ello. Cuando subes al autobús todo el mundo va con el pelo mojado, el paraguas también. Nadie se queja ni lo comenta siquiera. Es Santiago y todo el mundo sabe que aquí llueve mucho. 

Otros días como hoy el sol brilla y la gente aprovecha para sentarse en una terraza a tomar algo o a echarse sobre el césped a conversar con amigos. Hay muchos parques que arropan la ciudad, aunque, para mí el más bonito es la Alameda. Desde aquí puedes llegar a varios miradores desde donde tienes unas vistas alucinantes de la catedral y sus alrededores. 

Santiago es pequeñita. De hecho, si te pones a caminar sin rumbo, tienes más que seguro que terminarás en algún punto conocido. Llevo cuatro días aquí, en la ciudad símbolo de purificación, de transformación. El ícono que ha sido utilizado para representar a Santiago desde hace muchos siglos es la concha, o vieira, como le llaman en gallego. Es como si la ciudad fuese un pequeño microcosmos donde te encierras en tu propio mundo y eres inmune a todo tu alrededor. Santiago te protege, te llena de cierto misticismo. 
Todo es limpio. La gente sabe disfrutar sin perder el control. No hay mucho ruido. La mayoría de los locales con los que me topé fueron tan amables y estaban tan abiertos a conversar que vuelves a recuperar la fe en la naturaleza humana. Además, el casco viejo impresiona, no sólo por lo bonito y antiguo, sino sobre todo por lo bien conservado que se encuentra. En Santiago la gente cuida su ciudad. La quieren, la protegen. Y se nota. Es una sensación refrescante.
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Estos cuatro días que llevo aquí han estado perfectamente equilibrados entre paseos, conversaciones con locales y conferencias a las que he asistido y participado por motivo del Congreso IBERCOM 2013 titulado Comunicación, Cultura y Esferas de Poder en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, Universidad de Santiago de Compostela. Nada me ha faltado en Santiago. Sin embargo, algo sí me ha sobrado. 

Me refiero al Camino recorrido por cientos, en verano hasta miles, de turistas. Se trata de gente de todos los países, edades e intereses que por alguna manera u otra se encuentran en este sendero en busca de algo. O tal vez no. La verdad es que no lo entiendo. El Camino de Santiago se ha convertido en otro producto comercial más. Una atracción turística que transforma a la ciudad de Santiago en otra cosa. En un punto del mapa plagado de tiendas que venden souvenirs ¨made in China¨ en lugar de ser fabricados por artesanos locales. Un lugar donde en vez de silencio oyes desde la calle a los turistas alzando la voz en idiomas desconocidos. Un lugar donde ves muchas mochilas y conchas que cuelgan de ellas, pieles blancas quemadas por el sol (¿qué sol?, no lo entiendo!) pies heridos de caminar, hostales repletos, y poca espiritualidad.

Yo por mi parte, prefiero trazar mi propio sendero, no el de miles de peregrinos. Y asimismo, guardar en mi memoria al verdadero Santiago, sin Camino... 

Crónicas de un motel- Introducción

Estos son trozos de un libro que nunca fue...

Vivo en una pequeña y muy húmeda habitación en la segunda planta de un motel. Es tan húmedo mi aposento que muchas veces, para sacar el olor a hongo que impregna las pocas piezas de ropa que llevo, debo lavarlas más de una vez. Pocas noches duermo. No sólo porque trabajo el turno nocturno, sino porque cuando finalmente logro cerrar un párpado, los orgásmicos gemidos y gritos de mis clientes penetran en mi cerebro hasta ganarme la lucha del sueño. 

Llegué a este lugar hace unos años. No escapé de la situación en mi país, ni fui en busca de una mejor vida, como es el caso de muchos inmigrantes. Mi caso fue diferente. Nunca pensé salir de Colombia ni separarme del Poblado de Medellín que me vio crecer. Ahora que han transcurrido cinco años quise darme la tarea de contar al mundo, la baraja inesperada que me jugó el destino.

Todo comenzó a la corta edad de 21 años, cuando decidí dejar atrás la realidad paisana que me había sido el escenario de mi niñez y adolescencia, hasta verme convertir en una jovencita, para aproximarme a las entrañas de la dura realidad de ser mujer. Buscaba salir del hogar que compartía con mi madre, una mujer humilde y trabajadora que luchó toda su vida por echar hacia adelante a su familia y había sido, por desgracia, víctima de una cruel traición por parte de mi padre, quien decidió fugarse con mi tía y desaparecerse del mapa por casi una década. Mi hermano también compartía el mismo techo con nosotras, aunque en sus momentos de lucidez y sobriedad, que por cierto, podían contarse con los dedos de la mano, jamás se dio la tarea de contribuir en un sentido productivo al hogar. 

Yo por mi parte, me había licenciado como diseñadora, luego de haber cursado dos años de ciencias forenses y darme cuenta que terminaría siendo una carrera infructuosa, impulsada solo por las horas que me pasaba delante del televisor viendo series criminales que me erizaban la piel. En fin, una vez culminé la carrera como diseñadora de modas comencé a trabajar en una empresa, haciendo un poco de todo. Mi sueldo alcanzaba para contribuir a mi hogar y alivianar las deudas que mi madre, como proveedora principal, debía costear. Por esa parte, reinaba en mí un sentido de satisfacción. Por otro lado, las largas horas que invertía en la empresa no se veían recompensadas una vez llegaba a mi casa y me encontraba, primero a mi hermano pasado de copas, y segundo, con las insinuaciones carnales y las hostigamientos que me hacía uno de mis jefes. Éste último, era un hombre que me llevaba más del doble de edad y me había ofrecido el mundo solo por compartir mi tiempo a su lado. Al no recibir lo que buscaba, decidió hacerme la vida imposible en el trabajo. Un día decidí que no lo iba a seguir tolerando. Con la frente en alto le dejé claro que no regresaría y que podía enviar por correo a mi madre la liquidación de sueldo que me correspondía.

Ese día no llegué a casa. Tampoco avisé. Me fui directo a la estación de autobuses. Sin rumbo definido y con la mente completamente aturdida, me senté en un banco a esperar que llegara alguna señal del universo que me dirigiese un camino a seguir. 

Al cabo de unas horas, me di cuenta que aquella señal que buscaba, la tendría que provocar yo misma y me subí a un bus de esos que van haciendo paradas en cada pueblecito. Decidí bajarme en cada parada y sin ningún propósito definido, anduve por las callecillas hasta que se aproximó la noche. Me alojé en una localidad anónima durante una semana. La liberación corría por mis venas. Era la primera vez que salía de casa y un gran sentimiento de infinitud y alivio me inundó. Había conseguido lo que buscaba: salir de mi situación y finalmente decidí emprender mi ruta hacia Santa Marta, la ciudad donde vivía mi hermana.

Santa Marta resultó ser un cambio muy agradable para mí. Mi hermana y su familia me acogieron y no tardaría en establecerme en aquel nuevo hogar. Un vecino me echó la mano y por una corta suma de dinero logré comprar un pequeño almacén que guardaba todo tipo de artículos de primera necesidad. Comencé vendiendo pasta de diente, comestibles, artículos de cocina y primera necesidad, entre otros productos a los residentes del vecindario. Iba de puerta en puerta entregando y cobrándolos y tras algunas semanas establecí una amistad con algunos clientes. Algunos venían a charlar y compartir un rato conmigo. Keila fue una de estas personas…

Congreso Internacional IMAGEN DE LA MUJER @ Wrocław

El fin de semana pasado la Escuela Superior de Filología de Wrocław fue la sede del V Congreso Internacional dedicado en esta ocasión, a la imagen de la mujer. Se presentaron diversas ponencias relacionadas a la imagen de la mujer en el arte, la política, la cultura, la lengua, el cine y otros, en distintos países alrededor del mundo como México, Perú, Polonia, España y, en mi caso, Puerto Rico.

Este congreso marcó la primera ocasión en que exploré un tema completamente diferente y con mucho orgullo aproveché para llevar a cabo una pequeña investigación acerca de la historia femenina en Puerto Rico desde la época precolombina hasta el presente. Un tema que abarca muchísimo, lo sé. Por esta razón titulé mi ponencia Un breve recorrido socio-histórico de las mujeres en Puerto Rico e intenté sobre todo, mostrar al público internacional presente una mirada acerca de la participación femenina en la isla a través de la historia, que ha sido, en comparación con otros países, muy significativa.

Comencé presentando a las taínas y su rol dentro de la sociedad matrilineal a la que pertenecían, que fue, según hallazgos, muy importante. Las taínas luchaban en conflictos bélicos, algunas asumieron importantes posiciones políticas como cacicas y fueron representadas en la religión, la literatura y otros aspectos de la vida cotidiana. Luego presenté a la mujer española, aunque en un principio, eran muy pocas las que arribaron a la Isla en el siglo XVI. Su rol dentro de la sociedad se caracterizaba sobre todo por su responsabilidad de procrear la raza, y estudios revelan que se les obligaba a procrear cada año de su edad reproductiva, hasta llegar a parir entre 15 y 18 hijos! A menudo eran víctimas de abuso por parte de sus maridos y se les consideraba ciudadanas de segunda clase. En tercer lugar, presenté a la mujer africana introducida en la Isla como esclava agrícola y doméstica. Un dato curioso es que las investigaciones revelan que era una costumbre habitual que las esclavas amamantaran a los hijos de sus patronos. Increíble, ¿no?

Más tarde pasamos a manos de E.U. y la invasión norteamericana ocasionó muchos cambios para la mujer puertorriqueña, sobre todo en el ambiente laboral, ya que al cambiar el modelo económico de la Isla a uno capitalista, las mujeres pasaron a convertirse en empleadas asalariadas en industrias norteamericanas de la aguja y el tabaco.

¿Sabías que Puerto Rico fue uno de los países americanos que primero concedió el sufragio universal femenino? En 1932, por fin, después de numerosos esfuerzos, las mujeres obtuvieron este derecho.

En la actualidad uno de los problemas que más afecta la población femenina en PR es, en mi opinión, la desigualdad de género que apunta a 9 mujeres por cada hombre. Se ha catalogado a PR como La isla de las solteras. Un paraíso para muchos hombres, sin embargo, un gran problema con efectos psicológicos y sociológicos para las mujeres. ¿Qué produce esto? Pues, muchas relaciones con patrones abusivos, numerosas familias lideradas por mujeres, una gran frustración para muchas mujeres que quieren formar hogares y convertirse en madres, pero desgraciadamente por una cuestión demográfica, no lo consiguen.

En fin, la historia de las mujeres en PR es un tema interesantísimo, que abarca muchas ramas dentro de la sociedad y que aunque aún queda mucho camino por recorrer en la lucha por la igualdad de género, como puertorriqueños podemos enorgullecernos porque este colectivo ha logrado y continúa logrando muchos avances para el bienestar futuro de las mujeres.

Una mirada al mundo