Hoy Cuba es un poquito más libre

Yoani Sánchez lanza 14ymedio, el primer periódico independiente en Cuba

UN ESPACIO PARA CONTAR CUBA DESDE DENTRO DE CUBA 

Hoy , 21 de mayo de 2014, Cuba es un poquito más libre. Ha nacido 14 y medio, el primer periódico digital independiente y cubano, a manos de la bloguera disidente, Yoani Sánchez. Desde luego, este lanzamiento marca un hito en la historia y el periodismo de la isla donde existe la tasa más baja de conectividad al internet en el hemisferio occidental y una hora de conexión equivale a una tercera parte de un sueldo promedio. 

14ymedio incluirá reportajes, artículos, noticias, cartelera cultural y "muy buen periodismo". Su nacimiento da paso a una gran transición en el monopolio informativo que existe en la isla y posa una enorme incógnita sobre cómo será su recepción. 

El nombre del diario se debe a tres razones. Primero, nace en el piso #14 del edificio habanero donde reside Yoani junto con su marido- el también periodista, Reinaldo Escobar- y su hijo, Teo. La Y  se añadió al nombre por acompañar durante tantos años a la bloguera en su bitácora, Generación Y, donde desde 2007, narra espléndidas crónicas de la vida cotidiana en la isla. Por último, la palabra medio, símbolo de la libertad de expresión, que no ha existido en la isla desde hace medio siglo. 

Según Yoani, no se trata de un diario anticastrista, sino de "un medio apegado a la realidad, con información básica pero también columnas de opinión ". En la página web también podrá leerse información relacionada a la línea editorial, los compromisos éticos y las finanzas del nuevo medio.

Hace algunos meses que Sánchez, considerada la enemiga digital número uno del régimen castrista- anunció por primera vez su decisión de lanzar 14 y medio. El periódico independiente ha nacido dentro del complicado panorama comunista, donde hace medio siglo que el Estado cubano controla todo y donde cualquier oposición es considerada ilegal. 

Dada esta situación, 14 y medio es otra gran muestra de valentía por parte de la bloguera. A diferencia de Generación Y- que cuenta con seguidores sobre todo fuera de la isla, ya que no puede accederse desde dentro de Cuba por estar bloqueada por el gobierno- el nuevo periódico se distribuirá nacionalmente a través de teléfonos celulares, correos electrónicos, asi como por USB, DVDs y CDs.  Hasta ahora las autoridades estatales han "tolerado" el blog de Sánchez, pero su reacción ante este nuevo medio independiente sigue siendo desconocida. 

Apoyemos tan buena iniciativa y accedamos a la página 14ymedio.com para leer noticias sobre Cuba, en Cuba y desde una de las plumas más talentosas de nuestros tiempos.

¡Enhorabuena!


Sobre Yoani Sánchez, Lech Wałęsa y algo más...

Yoani Sánchez y Lech Wałęsa en el Foro de Solidaridad de Varsovia, mayo 2014

Hace quince horas que la bloguera cubana, Yoani Sánchez, subió esta foto junto a Lech Wałęsa- ex-presidente de Polonia y co-fundador del movimiento de Solidaridad que derrumbó el regimen comunista en el país en 1989- a su cuenta de Twitter. Ambos se encuentran en el Foro de Solidaridad de Varsovia, una importante actividad organizada por el Instituto Lech Wałęsa en la capital polaca. Si lo hubiera sabido antes, hubiera asistido yo también. No fue hasta que leí un reciente post suyo que sospeché que Sánchez, una de mis fuentes de inspiración en el periodismo y en la escritura, se encontraba en el mismo país que yo por segunda vez y sin poder encontrarnos. Así leía el post que subió a su cuenta de Facebook:

Hace 25 años #Polonia nos dio un ejemplo universal, pero un cuarto de siglo después en #Cuba seguimos sin aprenderlo

Para los que no la conozcan, Yoani Sánchez es la enemiga digital número uno del gobierno castrista. Desde el 2007 tiene un maravilloso blog llamado Generación Y en el que escribe micro-crónicas y relatos del complicado quehacer cotidiano en Cuba. Por las barreras tecnológicas, el monopolio informativo y la censura a la que se enfrenta por parte del gobierno, Sánchez depende de sus contactos en el extranjero para publicar sus entradas. En Cuba, una hora de conexión al internet cuesta $8, es decir, una tercera parte de un sueldo promedio y este lujo solo pueden permitírselo los turistas que se hospedan en hoteles de muchas estrellas.

El pasado mes de septiembre fue la primera vez que intenté conocer a Yoani en persona. Un antiguo profesor de la universidad donde me doctoré me puso en contacto con ella vía correo electrónico. Acordamos encontrarnos en La Habana. Sin embargo, todo arreglo resultó infructuoso, ya que una vez en la capital cubana, los correos que le había enviado, se habían borrado misteriosamente. Intenté llamarla a su residencia en varias ocasiones y las líneas telefónicas también aparecían bloqueadas o me salía una grabación diciendo que el número no existía. Muy frustrada con la situación, decidí dejar de insistir, pues no hay duda de que el gobierno cubano tiene su mirada puesta fija en la bloguera. Hay dos hombres asignados a vigilar su residencia en todo momento; están pendientes a cada uno de sus pasos y su correspondencia con el extranjero. Por esta situación, quise evitarme un problema.

Mi interés en conocer a Yoani, además de ser una inspiración personal mia, nació, ya que en ese momento estaba preparando una investigación acerca de su obra y el complicado ejercicio periodístico que lleva a cabo. Hace un mes estuve en un congreso sobre comunicaciones en la Universidad do Minho en Portugal, en el que presenté esa investigación. Me sorprendió muchísimo ver cómo nadie entre todos los investigadores de países como Brasil, Portugal, España y América Latina, la conocían. Nadie. Yoani es una importantísima figura, igual que Lech Wałęsa, solo que pertenece a mi generación y es una de las pocas mujeres cubanas que tiene la valentía de escribir sin temer las repercusiones de su pluma. Es también el motor de un nuevo movimiento disidente en la isla que expresa por medio de la blogosfera, su cansancio de soportar tanta injusticia y su interés por lograr un cambio social.

Me enferman las personas que sin haber leído un solo texto de Yoani o siquiera conocer su obra, se sienten en la posición privilegiada de hablar mal sobre ella. Que si trabaja para el gobierno de Estados Unidos, que si es espía de la CIA, que si es una hipócrita que solo usa la excusa de estar en Cuba para llenarse los bolsillos y la ambición...

El blog Generación Y ha sido galardonado con numerosos premios, entre ellos el prestigioso Ortega y Gasset. Nadie niega que Yoani Sánchez haya recibido homenajes en metálico por su obra, incluso cada premio aparece detallado en la página de su blog. Es gracias a este dinero que la bloguera puede llevar a cabo su trabajo y su ejercicio periodístico. Además, dentro de pocos días lanzará el primer periódico independiente en la isla.

Yo no soy cubana, pero sí he estado en Cuba y aunque durante poco tiempo, fui capaz de ver la realidad de ese país. Me alojé en las residencias de personas normales y corrientes, que no tenían la licencia que otorga el gobierno para hospedar a extranjeros. Tuve que "disfrazarme" de cubana, ya que si la policía se enteraba, esas personas arriesgaban perder sus trabajos y enfrentar otras repercusiones. En Cuba no hay libertad de NADA. Las crónicas de Yoani representan perfectamente lo que se vive allí: escasez de comida, de necesidades básicas, de medicina, de salarios decentes, de libertad de expresión, de TODO.

Invito a todas esas personas que antes de comentar acerca de esta valiente y talentosa mujer, tomen el tiempo para acceder a su blog; lean sus libros, investiguen la situación más de cerca, porque lo que ha hecho Yoani Sánchez es digno de admiración y punto.

La Circumvesuviana de Napoli


Italia es un país tan variado como la cantidad de ingredientes que pueden ponérsele a una pizza. Existen tantos matices dentro de la misma bota que ni los mismos italianos son capaces de trazar un paralelo. El norte, con su capital, Milan- urbe de la industria y de la alta costura. Venezia, la ciudad del Carnaval, las góndolas y los canales. Firenze, mecca del arte y el romance. Roma, un museo arqueológico al aire libre. Y luego está el sur, que dificilmente puede describirse con una frase, mucho menos con una palabra. Si tuviera que hacerlo, elegiría caos, vorágine, incluso, anarquía. No lo digo en un sentido despectivo, sino que el sur de Italia- en mi opinión, la zona más rica, cultural y estéticamente hablando- es un verdadero mundo aparte.

De todas los símbolos que podría elegir para describir esta tierra, elijo el ferroviario- La Circumvesuviana- que conecta el área metropolitana urbana y suburbana de Napoli a través de seis líneas y noventa y seis estaciones. La Circumvesuviana, que obtiene su nombre del volcán de la metrópoli, fue fundada en 1890 y transporta a diario a miles de ciudadanos que se desplazan entre el centro de la ciudad y la periferie residencial. A pesar de deslizarse a una velocidad muy rápida, es un ferroviario viejo, lleno de graffiti, ventanas sucias y más importante aún- una impresionante cantidad de personajes que residen en esta colorida y caótica ciudad. Aunque la mayoría son locales  que pueden fácilmente ser percibidos por su particular indumentaria (pronunciado maquillaje, camisetas de colores neones, zapatillas con tacones, cejas masculinas depiladas y  accesorios de imitación de marcas lujosas)- en el tren también se trasladan immigrantes. Si se viaja muy temprano en la mañana o de noche, son muchos los pasajeros que se quedan dormidos. Los bengalíes que venden rosas, los africanos y los chinos que transportan mercancía en bolsas de plástico descansan sus párpados durante algunas paradas antes de llegar a la Piazza Garibaldi, el centro de la ciudad.

La mayoría de los pasajeros son hombres. Sus miradas penetrantes y según ellos "curiosas", hacen que ninguna mujer pase desapercibida. Parecen estar atentos en todo momento a lo que uno habla. El entra y sal del tren es complicado. La gente se empuja con frecuencia. En la Circumvesuviana jamás reina el silencio. Aquí se habla napoletano. Fuerte y alto. Las manos se mueven constantemente. Con un gesto se dice más que con cien palabras.

Un hombre gordo, sudado y enojado se nos acerca. Reniega y no se le entiende lo que dice. Al otro extremo una señora de pasada la media edad se duerme en su asiento mientras teje un encaje. Entran cuatro gitanos en la siguiente estación. Cargan acordeones y una trompeta. Hacen la interpretación más animada de "Volare" que jamás he escuchado en mi vida. Una vez han terminado, se pasean por los asientos a ver si alguien les echa una monedita. Nadie lo hace. Dos hermanas sentadas frente a nosotras bajan la mirada. Ambas tienen el pelo rubio pintado, pronunciado maquillaje, diamantes de imitación, uñas acrílicas y carteras Dolce & Gabbana (Made in China). En el otro extremo, un viejo pescador con su caña de pescar descansa el esqueleto después de un arduo día de trabajo. Su cuerpo expulsa un fuerte olor a sudor y alta mar. Al fondo del tren, un grupo de adolescentes con gafas imitación Ray Ban escuchan una especie de reguetón italiano desde un móbil y se ríen a carcajadas de un borracho que se ha bajado en la última estación.

Aquí se ve de todo. Mi amiga y yo vamos de camino a la Costa Amalfitana. Son 25 paradas hasta Sorrento. Nos tardamos cerca de una hora y media, y una vez nos bajamos del tren, nos topamos con otro mundo. Hemos dejado atrás el microcosmos de la Circumvesuviana para llegar a otra Italia. Una de las muchas...

Hoy conocí a un ángel

(Irlana y yo en Guimarães, Portugal)

Se llama Irlana y es de Brasil, de Bahía. La conocí frente al centro comercial Shopping Braga, esperando el bus que nos llevaría de excursión a la ciudad más antigua de Portugal, Guimarães. Nos sentamos juntas una vez nos recogieron y prácticamente no nos separamos en todo el día. Digo que Irlana es un ángel por varias razones. En primer lugar, por su dulzura y su gran humildad. Porque a pesar de sus experiencias- algunas tiernas, otras muy amargas- es un ser muy optimista, muy noble. En segundo, porque la química instantánea que hubo entre nosotras hizo que ambas nos sintiéramos lo suficientemente cómodas como para contarnos algunos secretos de nuestras vidas y sobre todo ella- quien compartió conmigo muchas lecciones que ha aprendido durante lo largo de sus cincuenta y tres años- sin apenas conocerme. Por último, porque siento que el Universo me la puso en el camino en forma de una señal que le pedí hace algunos días en una iglesia de Porto.

Mientras comíamos en la terraza de un pequeño restaurante en Guimarães, Irlana me contó algo que le pasó hace poco. La historia es así...

Mi nueva amiga llegó a Braga hace un año para completar su doctorado en educación. Fue becada por su universidad en Bahía, donde ejerce como profesora. A lo largo de su vida tuvo tres hijas y un marido, con el que se divorció hace mucho tiempo. Muchas de las decisiones que tomó fueron, como muchas mujeres, directa o indirectamente influenciadas por su figura maternal- que aunque obviamente quería lo mejor para ella- no aceptaba a ninguna de sus parejas- tal vez por que ella misma había sufrido mucho a raíz de los hombres. El que finalmente eligió Irlana para ser el padre de sus hijas, era un hombre que compartía el mundo académico con ella, pero era poco afectivo. Como su madre nunca aceptó la relación, Irlana se vio obligada a llevar una vida doble. En los días festivos, por ejemplo, tenía que dividir su tiempo entre su padre y su pareja. Escondía mucho y por esta razón también sufrió y terminó divorciándose. Ahora con sus hijas, todas mayores de edad e independientes, ella ha decidido no interferir en sus vidas amorosas. Les da espacio para que ellas mismas elijan sus parejas y no opina ni se interpone.

Cuando Irlana decidió mudarse a Portugal- unos meses más tarde- conoció a un hombre. Era brillante, creativo, músico y aunque poseía muchos atributos, en un principio le costó dejar entrarlo en su vida. No era el tipo de hombre que le atraía. Sin embargo, él seguía insistiendo, era muy amoroso con ella, atento, la valoraba y ella finalmente decidió darle una oportunidad. Vivieron un intenso romance, compartían a diario, incluso con la familia de él. En fin, se enamoraron y este amor apasionado renovó las ansias y la fé en la mujer.

Un día hace tres meses salieron juntos a cenar y disfrutaron como siempre. Una vez habían terminado, se despidieron y cada cual tomó su rumbo. Al cabo de algún tiempo, Irlana recibió una llamada de emergencia de parte de uno de los hijos del hombre. Se dirigió rápidamente hacia la residencia y cuando llegó, su amor se encontraba en la cocina moribundo. Había sufrido un ataque masivo al corazón. Le había llegado su hora. Antes de morir, logró escuchar la voz de Irlana quien le tomaba el pulso. Esto le hizo sonreir y al cabo de un minuto, murió en sus brazos.

Es una historia muy bonita y triste a la vez. La fragilidad de la vida solo la recordamos de vez en cuando. Cuando escuchamos historias así, nos hacen evocar la importancia de vivir a plenitud, de amar sin tapujos y sobre todo, de vivir de acuerdo a nuestros propios deseos e intereses, y no los de los demás. El Universo me envió a este ángel para que yo re-aprendiera esta lección. Nuestra vida es solo nuestra. Un día estamos aquí y otro, partimos. Hagamos lo que más nos llene y aprendamos a valorar a quien nos valora. El dinero, los títulos académicos y las caras bonitas no equivalen a la felicidad. Amemos a quien nos ama de verdad porque todo lo demás es pues, insignificante e irrelevante.

¡Feliz Pascua a todos!

El periódico mañanero


Me levanto hoy como todas las mañanas a leer las noticias de mi país. Antes del café, antes de todo, mi Ipad ya está sintonizado con la versión electrónica de El Nuevo Día, periódico principal de Puerto Rico. Muchas veces pienso que no es una buena manera de comenzar la mañana, pues rara es la vez que se encuentra alguna noticia positiva o inspiradora. Sin embargo, mi rutina no cambia, pues antes de ser periodista, soy ciudadana y considero una gran responsabilidad saber lo que ocurre en nuestro entorno, aún estando a miles de kilómetros de distancia.

Desde anoche la noticia que inundaba los medios era la del secuestro de un niño de un año a manos de su padrastro, en el pueblo de Vega Baja. Los detalles o motivos para cometer tan horroroso crimen aún se desconocen. Aparenta ser un acto de venganza y tortura hacia la madre de la criatura. Es una noticia que a pesar de ser igual de alarmante que los asesinatos, crímenes de odio, accidentes u otros sucesos que se producen en mi país, me provoca una sensación un poco diferente- de mayor repudio. Ya las víctimas de estos actos criminales no se reducen únicamente a narcotraficantes o delincuentes. Ahora hemos pasado a atacar a los más débiles: los niños.

Pronto cumplo tres años de mi estancia en Polonia, donde no ocurre ni una centésima parte de los actos homicidas y perversos que acontecen en mi isla. Aquí muy rara la vez se reportan asesinatos, balas perdidas o muertes por narcotráfico. Los crímenes se limitan a actos de vandalismo o algún borracho que se pone violento con otro. Justo ahora estoy cubriendo una unidad sobre crimen con mis alumnos y para no asustarlos, intento no proveer ejemplos de las atrocidades que ocurren en Puerto Rico. Ellos están muy ajenos a ese entorno. Ese mundillo que aunque gracias a Dios nunca me ha tocado muy de cerca, por ser puertorriqueña, lo conozco. He sentido miedo, he temido por la seguridad de mis seres queridos, he sido asaltada y amenazada con una cuchilla, he sabido tener que- en un sinnúmero de ocasiones- subir las ventanas de mi auto en los semáforos rojos por no saber si la sombra que tengo enfrente es capaz de hacerme daño. Asimismo, tengo amigos que han sido apuntados con armas de fuego, otros cuyos familiares han sido asesinados. También mi madre en alguna ocasión, mientras conducía, recibió impactos de bala en su carro, que agraciadamente no produjeron ningún detrimento aparte de lo estético.

No sé exactamente qué quiero decir con todo esto o incluso si tenga un objetivo fijo escribiendo esta entrada en mi blog. Me preocupa significativamente la situación de mi país. Mucha gente no entiende por qué vivo tan lejos y posiblemente esto tenga algo que ver con ello. Es deprimente abrir el diario y encontrar solo atrocidades que se cometen, y ahora incluso, ante los más débiles.

Algo tiene que cambiar. Ese bebé tiene que aparecer, pronto y sano. Y un mejor Puerto Rico, donde los niños puedan correr bicicletas en la calle libremente, las familias puedan disfrutar de espacios públicos al aire libre sin tener miedo y los jóvenes profesionales como yo y tantos otros, puedan conseguir buenos trabajos, compartir de cerca con sus familias y construir un futuro en PAZ, ARMONíA y BIENESTAR.

No es un sueño imposible, ¿verdad?

Gente

Un país no lo define su historia. Ni su geografía. Ni su belleza natural o lugares de interés. Mucho menos su lengua. Lo define su GENTE. Así es. Los seres humanos que coexisten con nosotros en este planeta delimitan y proporcionan (o arrebatan) vida a cada rincón que nos rodea. Por lo menos eso creo yo. Los catorce años que llevo dándole la vuelta al mundo me lo han comprobado.

 Mantengo infinitos recuerdos en lugares verdaderamente feos, muy pobres y descoloridos donde me sentí en el paraíso. La gente que me rodeaba era realmente maravillosa. Cuando viví en Lima por ejemplo, recuerdo las tardes grises, desérticas y polvorientas, de panoramas verdaderamente tristes. Sin embargo, mi alma siempre sonreía. Tenía los mejores amigos que había conocido en un parque cercano al vecindario de Surco. En las tardes después de trabajar como voluntaria en la escuela Fe y Alegría del pueblo jóven de Villa el Salvador (Información sobre la escuela), venían a recogerme en un Volkswagen viejo. Eran como ocho y no sé cómo hacíamos para caber todos en aquél vehículo tan pequeño. Algunas veces íbamos al litorial en el sur de la capital, donde un amigo tenía una casa de playa. La mayoría de los encuentros, sin embargo, se producían en el Parque de las Ardillas, cerquita de nuestras residencias. No era que hiciéramos gran cosa. Bastaba con hablar, contar o escuchar historias y dejar fluir. 

No recuerdo Lima como un lugar bonito en el sentido estético, sin embargo en mi memoria lo evoco como uno precioso. El sentido de humor de la gente era contagioso. Le ponían sobrenombres a todos y a todas. Aún con poco dinero, no nos faltaba nada. Siempre había sonrisas y buenos ratos. Mis memorias de ese lugar, y diría que de practicamente todos los países donde he vivido, provienen de la misma fuente: la GENTE.

Ahora todo ha cambiado. No ha sido por elección propia, eso está claro. En los casi tres años que llevo aquí la mayoría de los recuerdos que mantengo son positivos, pero no provienen de esa raíz. Han sido más bien relacionados a mi profesión o a logros que me he propuesto y los he alcanzado, pero tienen poco que ver con las personas. Y ahora que ya he llegado a la cima de esta etapa, me siento a reflexionar y me pregunto, ¿con quién compartiré todo esto? ¿Donde están los equivalentes a mis amigos limeños? ¿Y el Volky? 

Tristemente, nunca existió. Intento encajar, intento fluir, intento conectar. Pero no se da. Hay fricción, malos entendidos y mucha frustración. También soledad. No se producen encuentros casuales como aquél en el Parque de las Ardillas limeño. Es otra cultura, otra gente y por más que intente, no la logro entender.


Una mirada al mundo