Los sabores de la ruina

Una crónica por Joel Cintrón Arbasetti (Centro de Periodismo Investigativo de Puerto Rico) Katherine Pennacchio (Armando Investiga, Venezuela) y Sarah V. Platt (Universidad de Puerto Rico en Arecibo) como parte del taller: Periodismo que cuenta con Juan Cruz- organizado por la Fundación de Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) y celebrado en San Juan, Puerto Rico- en marzo de 2016.
Hace cuarenta años Arecibo era considerada una meca cultural; hoy día solo queda un recuerdo de aquellos tiempos. (Foto: Sarah V. Platt)

Vivir aquí ya no tiene sentido. No tiene sentido porque ya no existe. No queda nada más que un recuerdo de lo que fue. Arecibo, la Villa del Capitán Correa, es una metrópoli del norte de Puerto Rico que, en su momento, era una meca de la alta sociedad, ahora lleva muerta más de una década. Vivir en Arecibo no tiene sentido a menos que estés jubilado, tengas varias casas y mucho dinero como para darte el lujo de irte a donde quieras cuando quieras, seas muy mayor o, como unos pocos, los enigmas de la vida te hayan traído hasta aquí.
Caminar por el casco de Arecibo provoca sentimientos encontrados a medio paso entre la confusión, la pena y el temor. Confusión porque si eres relativamente nuevo en el barrio, no comprendes qué fue lo que pasó exactamente.

Aquello parece una amalgama entre la Habana Vieja y la Varsovia posguerra. Las calles desoladas, edificios en ruinas, escombros por doquier, negocios trancados con candados oxidados, letreros de se vende y se traspasa, una que otra anciana que se asoma por el balcón a ver quién es lo suficientemente atrevido como para pasearse por la calle.


El valor histórico y arqueológico de muchos edificios de esta zona es grandioso y se está perdiendo aceleradamente. Sus fachadas, espaciosos balcones y arcos de estilo colonial rememoran otros tiempos.
Arecibo provoca sensaciones de temor pues el vacío y el silencio absoluto son lo único que restan, sobre todo en el casco. Da igual que sea de día, de tarde o de noche. Si vas a pie por las calles del centro, no sabes qué esperar y a menudo cuando te cruzas con una esquina desolada, se te eriza la piel ante tal panorama de camposanto.
 

Este pedazo de ciudad olvidada ha obtenido la mala reputación de ser una zona caliente y según el último censo nacional el 44% de la población vive por debajo del nivel de pobreza.


La tasa de desempleo es de un 15.4%, la alta incidencia de indigentes y el tráfico de drogas y todos sus detonantes son otras de las consecuencias sociales que pueden atribuirse a la crisis que arropa a este municipio.
La situación de Arecibo no se aleja tanto de la realidad de otros pueblos de Puerto Rico, como por ejemplo el barrio capitalino de Santurce.
“En los ‘60 y los ‘70 Santurce estaba lleno de negocios, era un área muy comercial y hoy en día es un área muerta", dice Madi Romeu, sentada en una silla mecedora, en una casa que hace esquina en la calle Avelino Vicente, a la entrada de la urbanización Hipódromo en Santurce.

“Toda esta urbanización era de mi abuelo, por eso esta calle se llama Avelino Vicente. El decía que esto aquí era el coche de San Juan, porque aquí está el centro, aquí tu tienes (el centro gubernamental) Minillas, tienes correos, sitios de comer, aquí tienes bancos, aquí están to’ los médicos”.
Santurce es un barrio en el litoral norte de San Juan, compuesto por cuarenta sub-barrios, el más poblado de la isla, con más de ochenta mil habitantes, con la mayor concentración de inmigrantes, el territorio más denso en cuerpos humanos, epicentro musical, gastronómico y criminal.

Viven haitianos que se refugian en una iglesia, montones de deambulantes de diferentes pueblos de la isla, escritores, músicos y artistas, gringos rubios de ojos azules que se quedaron varados con la heroína, mujeres sin techo que matan el día sentadas en una parada de guagua, mujeres famélicas que apenas se atreven a pedir una peseta.


Madi tiene 89 años y vive en Santurce desde el 1949. Recuerda que vio a Santurce llenarse de inmigrantes de la República Dominicana. Ahora ve como se vacía de inmigrantes y van llegando jóvenes estudiantes, artistas o profesionales, pero insiste en que es un área muerta.
“Fue paulatino, no es una cosa que pasó de un día para otro. Por ejemplo, en la iglesia  éramos un montón y ahora van cinco, digo, van más, pero por dar un ejemplo”.
Sin embargo, a las 12 del mediodía, a la altura de la Avenida Ponce León, Santurce se siente como una ciudad viva, la gente camina por las aceras rotas y se amontonan en las paradas de guagua con sus loncheras, sus maletas y bultos. Las fondas se llenan de comensales, en la calle se forma tapón y el aire se llena de humo y ruido. Pero ahí están, como células cancerígenas, las estructuras abandonadas, cajones de cemento que eran oficinas, apartamentos o restaurantes, imágenes cotidianas que se han vuelto símbolos de la crisis isleña ante el lente de fotoperiodistas de la prensa internacional.
“Yo he estado caminando esa ciudad durante mucho tiempo”, dice el escritor Eduardo Lalo. Los pasos que ha dado Lalo por la ciudad se han convertido en letras e imágenes, y la ciudad en personaje central de un país en crisis que aparece en sus novelas como un escenario lúgubre. En los últimos diez años, dice Lalo, el problema de estructuras en abandono en este pedazo de urbe se ha agravado. Según la Encuesta sobre la Comunidad, en el 2013 se estima que 74 mil personas emigraron de Puerto Rico a los Estados Unidos.
“Hay bloques completos que parecen Bagdad, como la cuesta de entrada hacia Sagrado Corazón. Y no es solo Santurce, es todo el país. Arecibo está terrible, tú tienes una fachada del edificio y la fecha de construcción, 1860 y pico, una casa histórica o un edificio histórico, todo está derrumbado, la dejaron morir. Arecibo está al nivel de la Habana vieja”.



El matrimonio Castillo reside en Arecibo desde hace tres décadas y ha sido testigo de la transformación y el declive de esa ciudad. Según ellos, el alcalde Carlos Molina, a pesar de no ser de su partido, “está tratando contra viento y marea de levantar el pueblo, aún sin tener un centavo”.

Entre sus proyectos se encuentra la construcción del Hotel Blue Marlin con una inversión de $5 millones, el Arecibo Water Park, el primer parador del pueblo, un centro comercial a orillas del popular malecón que define la ciudad, un gimnasio municipal, dos restaurantes en el casco urbano que han sido parcialmente financiados por el gobierno local y algunos otros proyectos orientados a atraer el sector turístico a la zona norte de la isla.



Muchas de estas iniciativas surgen por el hecho de que se haya plantado en Arecibo, en noviembre de 2015, una estatua de Cristóbal Colón, que anteriormente había sido rechazada por otros municipios. La creación del escultor ruso Zurab Tsereteli que aún no ha sido ensamblado en su totalidad, terminará midiendo 295 pies de altura y será supuestamente la estatua más grande de todo el continente, doblando en tamaño a la Estatua de la Libertad. 

Además, representa una estrategia para incentivar la economía local que actualmente sufre una de las crisis más amenazantes en la historia del país.  Arecibo es el municipio con mayor extensión territorial de los 78 que conforman Puerto Rico y superó en 11 millones de dólares el déficit fiscal durante los años 2013 y 2014.
El alcalde ha afirmado en varias ocasiones que el proyecto no le cuesta nada al ayuntamiento por ser una iniciativa privada. Sin embargo, está por verse cómo se conseguirá la inversión en uno de los municipios con mayor déficit y donde recientemente se suspendieron los servicios de agua potable por adeudar dinero a la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados. El enorme desequilibrio de finanzas públicas es una constante preocupación no solo para los políticos que lideran este municipio, sino también para la población residente, compuesta en un 16% por personas mayores de 65 años.
El año pasado Arecibo celebró quinientos años de historia. Se conmemoraron los cinco siglos desde que el Capitán Correa- un militar boricua del ejército español- defendió estas costas de invasores británicos en 1702. Esta celebración representó otra oportunidad fallida de fomentar la economía local.
Se organizaron unas pocas actividades culturales en el casco viejo, en el malecón y sus alrededores. Asimismo, se realizaron esfuerzos por embellecer la decaída ciudad, se diseñaron murales (la mayoría aún a medias), se le dio una mano de pintura a un puñado de edificios que están al borde del colapso y la plaza se decoró, de la mejor manera posible, tomando en cuenta el ajustado presupuesto. Se hizo lo que se pudo, dicen todos. Sin embargo, no fue suficiente. El cielo no puede taparse con un dedo.

¿Qué es una ruina? 

En el diccionario etimológico aparece como una palabra derivada de caída, derrumbe, desplome, hundimiento. Todo esto recuerda a las palabras con las que los economistas definen la economía local, con su estancamiento consecutivo de una década, con su deuda de más de $70 mil millones, con el crédito en nivel chatarra. Los cascos urbanos de Puerto Rico están en abandono, palabra que se relaciona con la expresión francesa laisser à bandon, que significa “dejar en poder de alguien”.

¿En poder de quién se han dejado las ruinas de los cascos urbanos de Puerto Rico?

“Todas las grandes tiendas lo afectan porque venden un poco más barato y tienen un montón de beneficios que no tienen los nativos”, dice Madi en reacción a la apertura de un Walmart Supercenter en la Parada 18 de Santurce, la primera inmersión de la megacorporación en un casco urbano.
“Los empleados de muchas de esas tiendas siempre los cogen a tiempo parcial, no cogen por tiempo entero porque por tiempo parcial el pobre empleado no va a tener vacaciones, no va a tener seguro social, no va a tener un montón de cosas. Y todas esas tiendas cogen el dinero y lo mandan directamente a Estados Unidos, no pasan por los bancos de Puerto Rico. Si el gobierno ayuda no hay problema, se puede mejorar, haciendo leyes que favorezcan que hayan negocios y no ponerle impuestos y hacer las cosas más fácil”.
Pero el gobierno dice que ellos necesitan impuestos para llenar sus arcas...
“Una pregunta, ¿aquí no hay muchas personas que ganan unos sueldos fabulosos, que tiene contratos fabulosos?”

Santurce se gentrifica

Recientemente se celebró en la calle Cerra la sexta edición del festival de arte Santurce es Ley, que reúne a artistas de todos los medios en un fin de semana de música y arte que es una mezcla de festival alternativo con fiesta patronal. Ahí convergen el barrio típico santurcino con la nueva ola de jóvenes artistas y profesionales que se han mudado a la zona por los precios accesibles de las viviendas y por lo céntrico de su localidad.
En los últimos diez años se ha agravado el deterioro, como menciona Lalo, pero por otra parte Santurce se ha vuelto un barrio de moda. El inversionista Nicholas Prouty, presidente de Putnam Bridge y dueño del complejo de viviendas Ciudadela, comparó a Santurce con Williamsburg, un barrio de Brooklyn que resurgió con el arte, pero que al mismo tiempo ha pasado por un intenso proceso de gentrificación, el desplazamiento de gente de escasos recursos, entre ellos inmigrantes puertorriqueños y dominicanos, por gente de mayor poder adquisitivo.
Pregunto a Lalo, quien piensa que “Santurce es Ley es excelente”, si teme que en Santurce se esté dando un proceso de gentrificación.
“Yo creo que hay que revitalizar los centros urbanos, Santurce es un sitio maravilloso, pero hay que darle vida, hay algunos esfuerzos en ese sentido, yo creo que han sido buenos. Que la gente pueda vivir ahí en vez de irse a los suburbios, usar la ciudad, el sistema de transportación pública, espacios de supermercado que no hay prácticamente, entonces a la gente le cuesta trabajo vivir en esas circunstancias. La gentrificación es un peligro que siempre está ahí, esperemos que ese no sea el modelo, a eso es lo que me refiero, recuperar la ciudad no es para la gente que puede comprarse un apartamento en 500,000 dólares, eso ya hoy es irreal porque con la crisis y la caída de las hipotecas eso no va a pasar, ya ese mundo desapareció”, afirma Eduardo Lalo.

Los elegidos

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Dios eligió a la nación de Israel para ser el pueblo a través del cual Jesucristo nacería – el Salvador del pecado y la muerte (Juan 3:16). 

Así dice un pasaje de la Biblia que explica de modo muy simple la razón por la cual tanto Israel como los israelistas son los elegidos de Dios. Se dice que este país fue destinado para ser nación de sacerdotes, profetas y misioneros para el mundo y así difundir las creencias que recoge la Tora por todas las civilizaciones.
En términos muy generales, las principales religiones monoteístas que coexisten en el mundo, son tres caras de una misma moneda. Salvo algunas excepciones- el Islam, el Cristianismo y el Judaísmo- predican básicamente los mismos dogmas, la misma fe, la misma subordinación femenina, el mismo miedo y el mismo sentido de superioridad y exclusividad que se profesa por medio de la creencia en una verdad absoluta. Lo mismo disfrazado de tres maneras.

Sobre el avión

Me encuentro ahora en mi segundo y último vuelo del día de Moscú a Nueva York. Igual que en el anterior, este también transporta una gran mayoría de personas que pertenecen a un grupo étnico y religioso en particular. En el primero eran indios sij, ahora judíos ortodoxos. Habrá un centenar más o menos a bordo de este vuelo de la Transaero y nuevamente comienzo a observar desde afuera.

Noto que todos los varones cubren su cuerpo de la misma manera, sin importar la edad. Un pantalón largo color negro, camisa blanca de botones y bien planchada, chaqueta también negra, un cinturón color crema de hilos que cuelga de cada lado del pantalón, y zapatos negros bien brilladitos con bitumul. Lo único que varía entre ellos es el tipo de gorro que usan. Desconozco la diferencia (si es que existe) entre los dos. Uno es el típico yarmuka que colocan en la corona de la cabeza y el segundo, un sombrero negro bastante grande. 
A los que les crece la barba con facilidad, se la dejan larga, mientras que el resto la reemplazan por dos bucles que les cuelgan a cada lado de la cara. Los niños desde pequeños, ya comienzan a dejarse crecer esa parte del pelo.
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Da un poco de miedo pensar que, sobre este vuelo, dos terceras partes de las personas pertenecen a una tribu en la que se consideran seres superiores por ser los elegidos de Dios. Todos tienen la misma mirada: aislada, retractada, desinteresada en todo lo que no pertenece a su mundo. Todos cargan el mismo libro sagrado. Todos se reconocen a leguas. Muchos, incluyendo a la pareja sentada frente a mí, leen libros sobre el holocausto durante largas horas.
Las mujeres de esta tribu también son casi todas igualitas. La mayoría, parece subordinada a sus maridos; caminan lentamente y esconden su feminidad tras largas y desazonadas faldas antiguas, blusas blancas de botones y un sombrerito tipo rejilla, que esconde sus melenas. Si no llevan el sombrerito, lo han sustituído por un pañuelo. Otras parecen cubrir sus pelos rizados bajo pelucas, lo cual se me hace difícil de interpretar. De igual manera, ninguna lleva el pelo suelto. Vamos, que ni la piel ni el cabello pueden ser percibidos en público.
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La misión de las mujeres parece limitarse a cargar a las crías, los bultos y atender la familia y el marido. Entre las parejas tampoco observo ninguna señal de afecto ni de cariño. Todo lo contrario. Hombre delante, mujer atrás. Así parece ser y no se cuestiona.
Esta tribu de "elegidos" se han esparcido por todo el mundo, aunque Nueva York es uno de los centros de mayor acogida. A pesar de ser un vuelo proveniente de Rusia, estos judíos todos cargan con salvoconductos y acentos americanos. Se han instalado desde generaciones y, sin duda alguna, controlan gran parte de esta ciudad. Pensar que en algún momento reciente de la historia muchos fueron personas pobres y humildes del Viejo Mundo que terminaron torturadas y calcinadas en campos de concentración a manos de los nazi y hoy en día han asumido el poder de una metrópoli tan importante como Nueva York, me causa sentimientos encontrados.
No son amigables ni sonríen con otros fuera de su etnia. Me doy cuenta al hacerle gestos afectivos a una de las niñas frente a mí y ver que el padre, asustado, se gira a ver quién ha hecho semejante acercamiento. Con el rabo del ojo, me mira casi horrorizado. Se han enfocado en lo suyo y aunque coexisten en la sociedad estadounidense, parecen habitar en un mundo aparte.

Las maletas

Los compartimientos dentro del avión se han llenado casi por completo entre tanto sombrero y bulto que lleva esta gente. Algunos incluso almacenan comida kosher dentro de su equipaje para asegurar que no cometerán un desliz al ingerir cualquier alimento excluído de este régimen. Eventualmente una vez aterricé en Nueva York me dijeron los de la línea aérea que por este motivo mi equipaje nunca llegó: porque el espacio había sido llenado por otras maletas de un grupo grande de viajeros. Vete a saber por qué razón ubicaron sus bultos y los míos, no.
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Los judíos me han acompañado a través de todo mi trayecto que comenzó hace cuarenta días y mañana, una vez aterrice en San Juan, concluirá. A Bhagsu, el pueblito himalayo donde viví durante este tiempo, le conocen como Little Israel, ya que alberga también una enorme cantidad de judíos. Cada restaurante en Bhagsu contiene una pequeña (a veces no tan pequeña) sección del menú diseñada especialmente para israelitas. Aunque pocos de estos viajeros son ortodoxos y tampoco se parecen físicamente a los que van sobre este vuelo, siguen teniendo esa misma mentalidad de ser los "elegidos".

Los elegidos en el Himalaya

En India no son muy queridos, pues a menudo tratan de manera despectiva a los locales. Muchos creen que se lo merecen todo. Viajan en grupos provenientes de Tel Aviv y se limitan a permanecer entre sí, mostrando poco interés en conocer la cultura de la zona y forjar relaciones con los locales. Una chica israelita del grupo de yoga nos contó que tanto India como Suramérica se han convertido en destinos populares entre los jóvenes de su país que recientemente han terminado su servicio militar obligatorio. Viajan para escapar, pero sin saberlo, permanecen en su tierra a pesar de recorrer miles de kilómetros.
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La tribu de los elegidos, al igual que el fanatismo religioso en cualquiera de sus formas, me eriza la piel. Le temo a la exclusión, sobre todo racial y étnica. En el mundo en que vivimos, sobre todo en Occidente, donde las amalgamas entre personas, pueblos y puntos de vista son la orden del día- la tolerancia y la inclusión, también deben serlo. Pensar que algunos otros hacen todo lo posible por aislarse y rechazar a todo el que sea diferente, me incomoda. Aquí somos todos elegidos y cada uno de nosotros sin importar de donde provenimos o qué fé profesamos, tenemos el mismo valor. Pensar lo contrario es una tontería.
Sin embargo, dejo ir mi desaliento y decido que no vale la pena enfadarme. Miro con el rabo del ojo a la misma pareja de alfrente, y por primera vez, nos cruzamos la mirada durante un micro segundo. El hombre rápidamente la vuelve a sumergir en su libro sobre Auschwitz, y yo, en una crónica de Guy Talese.
Diario de viaje de agosto de 2015

10 cosas que debes saber antes de viajar a Polonia






1. Polonia es un país indestructible

A pesar de haber sufrido repetidos episodios sangrientos en su historia, invasiones extranjeras, genocidios, campos de concentración, ocupación nazi y luego soviética, dos guerras mundiales que destruyeron la moral e infraestructura del país y un doloroso pasado comunista- Polonia es una nación que ha sido capaz de sobrevivirlo todo. Hace poco más de veinte años, esta nación fue capaz de derrocar el régimen comunista que reinó durante cuatro décadas y hoy en día, este país situado en Europa Central es miembro de la Unión Europea y se enfrenta a un boom comercial y económico. Aunque tomará varias décadas situar a esta nación al mismo nivel de otros países europeos como Alemania o Francia, su progreso es notable.


2.  Polonia no es el típico país europeo

Geográficamente hablando, Polska (nombre en polaco) comparte frontera con muchas naciones: al norte colinda con Kaliningrado que pertenece a Rusia, al noreste con Lituania, al este con Bielorrusia, al sureste con Ucrania, al sur con la República Checa y Eslovaquia, y al oeste con Alemania. Posiblemente por esto, en Polonia se experimenta una amalgama perfecta entre este y oeste: Europa y el legado de la Unión Soviética. Podrás encontrarte de la misma manera con una gran influencia europea: bares, discotecas, restaurantes, ambiente internacional- que con personas que no hablan una sola palabra en inglés, pueblos y campesinos que parecen ser sacados de una película de antaño y una cultura arraigada en el pasado y en el comunismo.

Este es posiblemente uno de los valores culturales más importantes de esta nación, donde el pasado se fusiona con el presente, el modernismo con el comunismo, la herencia judía con la católica y, Europa se encuentra con el legado soviético- todo en uno.


 3. Aún se siente el comunismo

Aunque este régimen fue derrocado, en parte gracias a la presión católica que ejerció el Papa Juan Pablo II y el movimiento de Solidaridad encabezado por el ex mandatario, Lech Wałęsa- aún se sienten los residuos comunistas, tanto en la mentalidad de algunas personas, como en el diario vivir. Un claro ejemplo de esto son los trenes en Polonia: antiguos, lentos, pero baratos. Viajar por el país puede resultar incómodo para muchas personas, pues no siempre se puede comunicar uno en inglés, las carreteras suelen estar en malas condiciones y los viajes son largos y lentos.

Mi recomendación es dejar fluir, sentarse a observar el panorama desde las ventanas de los trenes y buses y remontarse a otro tiempo histórico, muy diferente a lo que estamos acostumbrados. En un viaje a un país como Polonia, se puede aprender más que en cien libros. No espere todas las comodidades y lujos del oeste, pues como he mencionado anteriormente, aunque Polonia es un país que ha sobrevivido a todo, aún lidia con las cicatrices del pasado.


  

4. Polonia goza de un importante legado internacional


Figuras de renombre como el Papa Juan Pablo II, los cinematógrafos Roman Polański y Krzystof Kieślowski, el periodista Ryszard Kapuściński, el músico y compositor Frederic Chopin, el científico y astrónomo Nicolaus Kopernicus, la científica Marie Curie, el político y activista, Lech Wałęsa, entre muchos otros, forman parte del legado de este país.  Mi recomendación es hacer un poco de investigación sobre estas figuras claves para estar informado a la hora de visitar lugares de interés turístico e histórico. Si puede ver la película: The Pianist (2002), podrá obtener una idea de lo que se vivió durante la Segunda Guerra Mundial en Varsovia. El libro de Polonia de la serie Lonely Planet también es una buena opción para obtener información práctica antes del viaje (lonelyplanet.com). Asimismo, un libro de frases en polaco es aconsejable.






 5.   Es barato
A pesar de ser miembro de la Unión Europea desde los 1990´s, en Polonia se usa la moneda złoty. Un dólar americano equivale aproximadamente a tres złotys. Significa esto, para que tenga una idea, que su dinero rendirá tres veces más que en Puerto Rico. Los taxis son baratos, así como la comida y bebida, los suvenires y otras cosas que quiera comprar. Asimismo, si lleva dólares, en la mayoría de las ciudades encontrará casas de cambio, o Kantor, donde le podrán cambiar la moneda sin tener que pagar comisión. Recomendación: asegúrese que todos los billetes que lleve estén intactos (nada de marcas, tachaduras, billetes rotos, etc.), ya que de lo contrario no se los cambiarán. También hay ATH en los centros urbanos- solo recuerde informar a su banco que estará en Polonia durante ese tiempo para que no tenga problemas al sacar dinero de los cajeros.

  6.     Las capas son su mejor opción

Polonia suele ser un país frío. Aunque estamos en verano y la temperatura por lo general sube a los 70-80 grados Fahrenheit, no le resta al hecho de que es mucho más fresco que en Puerto Rico, sobre todo en horas de la mañana y noche. Mi recomendación es que se vista en capas y no lleve chaquetas ni jackets pesados, pues si hace calor, tendrá que cargarlos. Una sombrilla pequeña, una bufanda doblada en el bolso de mano y un suéter que pueda quitar y ponerse con facilidad, resulta la mejor vestimenta para el clima polaco que varía enormemente dependiendo del lugar donde se encuentre y la hora del día. Use además zapatos cómodos, ya que tendrá que caminar con frecuencia y tomar transporte público. De noche no es necesario vestirse muy elegante, así que con cambiar algún accesorio y dejarse la misma ropa casual del día, estará perfectamente cómodo.




7. Hay de todo para todos

Polonia es un país que goza de una variada geografía. Al norte encontrará el Mar Báltico: orillas extensas de arena fina, corrientes frías y clima lluvioso- en el centro yacen varias cordilleras y montañas como las Tatra y las Carpathian y ríos y lagos, y al sur, encontrará las fronteras con República Checa, campos extensos, pueblos rurales, castillos y mucha herencia histórica y cultural.

Lugares que recomiendo visitar: Cracovia, Varsovia, Gdańsk, Toruń, Wrocław. En Cracovia (Kraków en polaco) verá una majestuosa ciudad que una vez fue la capital de este país y, no deben perderse: el Castillo Wawel, Kazimierz (barrio judío), campos de concentración Auschwitz y Birkenau y el centro de la ciudad.  Por otra parte, la ciudad de Toruń, cuna del astrónomo Copernicus (1473) está catalogada como patrimonio cultural de la UNESCO y se caracteriza por su centro medieval. Poznań, por otra parte, es una ciudad universitaria donde verá una hermosa y colorida plaza (rynek en polaco), bares y museos de legado comunista.  


8. Todo es diferente

Como mencioné anteriormente, no espere encontrar lo mismo en Polonia que en cualquier otro país de Europa Occidental. Aunque las personas a primera vista parezcan ser serias, frías o poco expresivas- debe recordar que es otra cultura muy diferente a la nuestra.

Cuando primero aterricé en este país, me sorprendía que la gente no sonriera en la calle o fuera tan expresiva y altanera como lo somos en Puerto Rico. Intenté dejar a un lado los estereotipos y los prejuicios y observé que los polacos son personas muy serviciales, amistosas y generosas. Algo que me ayudó en mis tres años viviendo en este país fue comunicarme en su lengua. Le recomiendo que aprenda algunas frases en el idioma, ya que los locales valoran el esfuerzo por hablar en polaco (una de las lenguas más difíciles del mundo) y de esta manera podrá romper con el hielo inicial. Si puede descargar aplicaciones como Busuu o comprar un pequeño libro de frases en polaco, notará la diferencia.

9.  Salchichas, domplines y vodka 






Sí, es cierto que en Polonia se comen muchos embutidos. También se bebe mucho, sobre todo vodka y cerveza de barril. Los pierogi ruskie (domplines rellenos de queso fresco y papa) son uno de los platos típicos por excelencia. También le recomiendo probar las ricas sopas como żurek (con papas, salchichas, huevo y una base agria) y los naleśniki (pancakes salados a base de papa o harina). La gastronomía polaca suele ser pesada, a base de carne, papas y salsas, y esto se debe sobre todo al clima.

Si se encuentra en el norte del país podrá comer pescado fresco del Báltico. Lo mejor de todo es que los platos de comida son muy baratos. Le recomiendo ir a un Bar Mleczny, o cafetería de legado comunista, donde comen estudiantes y trabajadores con presupuestos limitados. Aquí gozará de un plato de comida balanceado, estilo cafetería, con bebida, y todo a menos de $5. Las cervezas también merecen la pena ser probadas, sobre todo con sirop de jengibre (sok imbirowy). En cualquier bar podrá tomar una cerveza o un café y experimentar la cultura de este país. Na Zdrowie (salud)!


10.   ¡Buen viaje y bienvenido a Polonia! 

(Dobra wycieczka i zapraszam do Polski!)

Es recomendable aprender algunas frases en polaco, pues no siempre encontrará personas que hablen en inglés. Un dato importante es que el polaco se pronuncia completamente diferente a como se lee. Además, existen unas letras en dicho alfabeto que son ajenas al nuestro. La w, por ejemplo, se pronuncia v, y muchas palabras no contienen ninguna vocal.

Algunas de las frases más comunes que debe aprender son:Dzien dobry! (Buenos días)
Dobry wieczor! (Buenas tardes)
Dobranoc! (Buenas noches)
Dziekuje (Gracias)
Na Zdrowie! (Salud)
Gdzie jest... (toaleta)? (¿Dónde es el baño)
Przepraszam (Perdón, perdona, con el permiso)
Prosze (porfavor, tome)

La intimidad de la pluma

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Foto de Gabriel García Márquez por Daniel Mordzinski.

De las paredes de la segunda planta del Museo de Arte de Puerto Rico cuelga una colección de fotos que pasa casi desapercibida. En las imágenes se revelan intimidades de la vida de muchos autores ilustres de todo el mundo. Objetivo Mordzinski es una exhibición de la obra de Daniel Mordzinski, un fotógrafo argentino de ascendencia polaca- quien durante los últimos treinta años se ha dado la tarea de capturar, a través de su lente, momentos solitarios de personajes del mundo de la literatura. Mario Vargas Llosa, Elena Poniatowska, Luis Rafael Sánchez y Gabriel García Márquez, son algunos de sus protagonistas.
Cada uno aparece de modo muy recóndito, en localidades apartadas y desoladas como baños, los interiores de hogares y habitaciones, e incluso, en cementerios.  Las imágenes cobran vida en estos espacios que representan la soledad entrañable que requiere el contacto apasionado con la pluma.
La foto de Gabo es una de las que más llama la atención. Aparece sentado sobre una cama de sábanas y cojines blancos, pensativo y con la mirada fija hacia el lado derecho. Una luz tenue le alumbra la cara y su atuendo igualmente blanco y puritano crea una sensación de integridad y pudor. Parece ser como si quisiera encontrar entre la luz alguna fuente de inspiración o solución a sus trabas de escritor.
“Todas las personas tienen una vida pública, una privada y una secreta”, aseguró una vez Gabriel García Márquez a su biógrafo Gerald Martin.
La obra periodística de Gabo es menos conocida dentro de su amplia trayectoria como maestro literario, educador, aficionado al cine y poeta. Con la intención de arrojar luz sobre esta dimensión suya, se confeccionó Gabo Periodista, una antología que recoge las cinco décadas que dedicó García Márquez al oficio periodístico. Citas, testimonios y comentarios de diecinueve autores aparecen en las páginas de esta edición puertorriqueña del texto, que ha sido ya publicada en otros países latinoamericanos y que se presentó recientemente en el Museo de Arte de Puerto Rico.
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Jean-François Fogel, Martín Caparrós, Héctor Feliciano, Alex Grijelmo y Juan Cruz en la presentación de Gabo Periodista, Museo de Arte de Puerto Rico.

Según Alicja, la viuda del fallecido periodista polaco Ryszard Kapuściński- quien era también muy amigo de Gabo- su marido se encerraba en su biblioteca a escribir durante días, incluso semanas. No permitía que nadie le interrumpiese. El ritmo natural de su pluma no debía detenerse bajo ninguna condición y como escritor fríamente calculado que era, había que respetar su decisión y dejarle en paz. Buscaba la intimidad.
Para hacernos partícipes de sus historias y las realidades de sus personajes, tanto Gabo como Kapuściński eran hombres que prescindían de la soledad y del silencio. Ambos solían combinar elementos de la realidad con técnicas literarias de la ficción. A ambos le señalaron por exagerar los contextos de sus crónicas y reportajes, e incluso cuestionaron su valor periodístico por producir historias a medio paso entre lo real y lo imaginario. 
“Gabo tenía una enorme voluntad de hacer del periodismo una rama importante de la literatura”- según el cronista argentino Martín Caparrós, comentarista de esta antología.
El debate entre el periodismo y la literatura no tiene pies ni cabeza. Lo que merece la pena valorar es el poder de convencimiento de García Márquez, su peculiar punto de vista narrativo, sus ricas y detalladas descripciones, su uso de metáforas de la realidad y su realismo mágico- sus mayores contribuciones al mundo del periodismo. Posiblemente todo esto haya sido fruto de todos los momentos de silencio que encarnó en su intimidad. Afortunadamente a través de Gabo Periodista ahora tenemos una oportunidad de adentrar en esa dimensión menos conocida de este personaje. Una dimensión tan solitaria, apaciguada y ermitaña como la que se refleja en las imágenes de Morzinski.

A treinta años del desastre de Chernóbil

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En dos días se cumplirán treinta años desde que ocurrió la explosión que personificó el más catastrófico desastre nuclear en la historia del mundo. Aquél 26 de abril de 1986 a tres kilómetros del pueblo de Prypiat - hoy día Ucrania- ocurrió un gravísimo accidente. En la central nuclear Vladimir Ilich Lenin se realizaba una prueba para simular un corte eléctrico y, de manera inesperada, uno de los reactores se sobrecalentó a tal nivel que se produjo una enorme explosión de hidrógeno acumulado en el interior. 
Un cóctel mortal de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, grafito y otros materiales tóxicos y radioactivos fueron expulsados al aire. El desastre de Chernóbil causó la muerte de 31 personas y la evacuación forzosa por parte del gobierno soviético de otras 116,000 en el territorio que abarca al menos trece países europeos. Las naciones más afectadas fueron Ucrania, Bielorrusia, Rusia y Polonia. El daño se estima que fue 500 veces mayor que el resultado de la bomba atómica de Hiroshima en 1945.
Las muertes por el accidente ocurrieron, en su mayoría, de manera paulatina. Solo dos hombres perdieron la vida de modo instantáneo a las 2 de la mañana cuando ocurrió la explosión; otros treinta cayeron meses después y más de 600,000 recibieron dosis de radiación que desmejoró no solo su salud, sino también la de sus hijos que han nacido muchos años más tarde. En el año 2000 tras prolongadas negociaciones el gobierno ucraniano cerró la planta definitivamente. Prypiat, aquella ciudad que en los ochenta aguardaba muchas esperanzas para los obreros desplazados del campo a la ciudad para trabajar en la central Lenin, es hoy día un pueblo fantasma.
Muchos de los países de Europa central y oriental comparten una extraña y distante sensación de vacío, desolación y los efectos desastrozos y sangrientos del pasado. Durante los crueles meses de invierno se pronuncia más esta energía. Es difícil explicar con palabras lo que viven los eslávicos y rusos día a día viniendo de una cultura tan radicalmente diferente. La barroca, cálida y colorida Latinoamérica representa la antítesis de la cotidianidad polaca, rusa o ucraniana.
¿Será por eso que no aparece ni rastro del accidente nuclear de Chernóbil en la prensa local? Algunos culpan el insularismo o la falta de independencia o identidad para justificar esa idea perenne de asumir que somos el ombligo del mundo. Continuamos enfatizando los acontecimientos próximos como si fueran los únicos que se producen en el mundo y cuando sí se hace alguna mención internacional, pocas veces se intenta conectar el micro de nuestra realidad con el macro de lo global.

Según el cronista argentino Martín Caparrós, "Tanto los latinoamericanos como los españoles escribimos más sobre lo nacional, lo local, pero no sobre lo global. Dejamos lo global a los ingleses, a los americanos, a los alemanes, a los franceses; que ellos piensen el mundo, nosotros vamos a pensar nuestro lugarcito y a mí no me parece que haya una buena razón para eso".

A treinta años del desastre de Chernóbil aún se sienten los efectos. Muchos de aquellos niños ucranianos que como yo nacieron en los ochenta, hoy han procreado crías que también han sufrido los efectos de la radiación. Muchos nacen con deformaciones físicas, cardiovasculares o neurológicas por haber ingerido alimentos contaminados o simplemente por haber sido expuestos a la nube mortal de químicos que fue expulsada al aire hace treinta años.
chernobyl
¿Hasta cuando continuaremos creyendo que lo relevante es solo lo que ocurre a nuestro entorno o los aislados casos que enfatizan los medios? Propongo cambiar la mirada y dejar de pensar que Puerto Rico o el país que sea, es el ombligo del mundo. Para lograr comprender mejor los sucesos que se producen tanto en nuestro entorno como en el mapamundi es imprescindible conectar el micro local con el macro global. Si los medios locales no aportan esa mirada más analítica y profunda, nos toca entonces acudir a otras fuentes. Y esta no es solo tarea de los periodistas, sino de todos los ciudadanos responsables y concientes.

Londres & Liverpool: dos ciudades inglesas que cautivan



Especial para De Viaje
Publicado el 27 de marzo de 2016
Por: Sarah V. Platt

Recientemente, el aeropuerto Luis Muñoz Marín dio la bienvenida a varias aerolíneas europeas que ofrecen vuelos directos desde San Juan a ciudades como Londres, Frankfurt y Madrid a precios muy económicos. Gracias a esto, ahora el viajero puertorriqueño tiene la opción de conocer estos destinos sin hacer escala y disfrutar de vacaciones a precios muy módicos. En cuanto a hospedaje, ahora también existen varias alternativas bajo coste de alquiler de habitaciones, estudios y apartamentos en destinos alrededor del mundo que proveen una experiencia más acogedora y agradable para el viajero, también al alcance de su bolsillo.

Estas opciones permiten que la ciudad majestuosa de Londres, por ejemplo, pueda ser visitada por cualquier viajero en busca de ampliar sus horizontes culturales, visitar museos, palacios y jardines de encanto, ir de compras y disfrutar de una amplia variedad tanto cultural como gastronómica. Londres representa una moderna metrópolis del siglo 21 con raíces históricas que originan desde tiempos romanos.


Londres

La gran metrópolis se transforma velozmente. Torres de cristal y acero emergen de sus muelles, una noria arroja su sombra sobre la madre de los parlamentos, un templo hindú se levanta sobre suburbios adyacentes y en el corazón de esta capital inglesa, la única constante parece ser el ritmo y flujo del río Thames. No cabe duda alguna de que Londres no es lo que era antes. El enorme impacto del flujo de inmigrantes que se establecen aquí de todas partes del mundo ha dejado una gran huella en esta ciudad. Barrios enteros ahora son poblados por residentes de diferentes países tanto de oriente como de occidente. A menudo es habitual escuchar más turco, polaco, árabe o chino en los autobuses double-decker de la capital británica, que inglés. Esta diáspora también ha impactado la oferta cultural y gastronómica de la ciudad. Chinatown, por ejemplo, localizado en el área alrededor de Gerrard Street, es una excelente opción para adentrarse en la cultura asiática y saborear una gran variedad de platos coreanos, cantoneses o taiwaneses desde el corazón de Europa.


Conocer Londres es muy fácil, pues a pesar de ser una ciudad enorme, está muy bien conectada tanto por autobuses, el tube (tren subterráneo) y el tranvía. Recomendamos comprar un Oyster, o tarjeta que permite acceso libre al transporte público durante el tiempo que vaya a permanecer en la ciudad. La cantidad de excursiones o city tours disponibles para los viajeros es enorme, aunque recomendamos hacer su propio recorrido a bordo de un double decker (autobús típico británico de dos plantas) desde donde podrá observar toda la metrópolis y subir y bajar en cualquiera de las paradas que desee.

Aunque la ciudad recibe miles de viajeros durante todo el año, recomendamos los meses de primavera cuando el clima no es tan frío y permite pasearse al aire libre con gusto.

¿Qué ver?

Un recorrido de Londres no debe excluir los principales lugares de interés:

Trafalgar Square
National Gallery
Elizabeth Tower/ La torre de Big Ben
Westminster Abbey
London Eye
London Bridge/ Tower Bridge
Buckingham Palace
St. James Church
Piccadilly Circus

Sin embargo, en esta ocasión nos enfocaremos en otros destinos menos conocidos de esta capital que son también fácilmente asequibles y desde donde podrá conocer esta grandiosa ciudad más de cerca.


Camden 

Un barrio londinense muy conocido por su mercado tradicional y por la vida alternativa de sus residentes. Es un lugar ideal para adentrarse en la cultura de los pubs, bares y pequeños recovecos donde podrá presenciar música en vivo, exhibiciones de arte urbano y otras interesantes muestras de cultura popular. Ir de tiendas en Camden también es atractivo para los amantes de la ropa y accesorios vintage, retro y alternativo. En el mercado de Camden encontrará artículos muy interesantes para el público general, puestos de comida internacional a precios asequibles y objetos muy curiosos de estilo gótico. Camden ha sido también la cuna de muchos músicos reconocidos como por ejemplo, la fenecida artista, Amy Winehouse.

Una vez el clima calienta un poco, los londinenses gozan de estar al aire libre, hacer picnics en los parques y pasearse por los jardines. Recomendamos visitar Hyde Park y St. James Park, frente a Buckingham Palace, desde donde podrá presenciar el cambio de guardias del palacio donde reside la monarquía inglesa. Covent Garden también es un destino interesante para admirar diferentes géneros de música en vivo, desde tradicional inglesa, hasta clásica o moderna.

La cultura de los pubs

Gran parte de la vida en Inglaterra se centra en los pubs. Representan un lugar donde toda la familia puede pasársela bien. Los pubs se convierten en lugares ideales para degustar un  full English breakfast tipo brunch a media mañana, una cerveza de barril o Irish coffee, jugar dardos, billar o también sentarse con un té a leer un libro u observar a la gente que pasa. El área alrededor de Tower Bridge alberga varios pubs y algunas de las cervecerías más antiguas de la ciudad. Recomendamos Anchor Tap, un espacio que abrió sus puertas en 1761 en cuyas paredes cuelgan fotos antiguas de la ciudad que ilustran la producción de cerveza, la arquitectura y el puerto en el siglo 18, y una buena manera de conocer la historia de Londres.


Liverpool: la cuna de los Beatles, un gran puerto que conectó Europa y Asia durante tres siglos y una interesante ciudad que ofrece de todo para los viajeros.


Desde Londres, Liverpool es fácilmente asequible en tren o coach (autobus nacional) y tarda alrededor de 4 horas arribar a esta gran metrópolis. Su centro combina arquitectura gótica con edificios casi futurísticos. Los scousers, o residentes de Liverpool hablan en un acento muy característico y por lo general son personas muy hospitalarias y orgullosas de su herencia.

Uno de los atractivos principales de esta ciudad es Albert Dock, un puerto completado en 1845 que alberga restaurantes, museos y tiendas emblemáticas de esta ciudad. Tate Liverpool, Merseyside Maritime Museum y The Beatles Story, una exhibición de los cuatro legendarios músicos, se encuentran aquí. Sin duda alguna recomendamos el Liverpool Museum, una joya arquitectónica de varios niveles, cuya entrada es gratuita y ofrece una mirada a la historia, la cultura popular, el fútbol y otras interesantes exhibiciones en torno a la ciudad. Este museo ilustra también los tres siglos de intercambio dinámico entre China, India y el puerto de Liverpool.

La comunidad china en esta ciudad es una de las más antiguas de Europa y el arco característico que simboliza la entrada a Chinatown es un atractivo que merece también la pena ser visitado. Tanto China como India representaron importantes relaciones comerciales con el Reino Unido y su influencia se siente aún hoy día por medio de la costumbre de beber té y la porcelana (conocida en Inglaterra como china), entre otros. Por otra parte, Liverpool ha sido marcada también por su música y su legado atlético con equipos de fútbol como el Liverpool FC y Everton, reconocidos en todo el mundo. En 2008, Liverpool se convirtió en la ciudad británica más musical. La cuna de los Beatles recibe anualmente a miles de turistas que siguen de cerca el legado musical de este legendario grupo.

Para los amantes del Beatlesmania, recomendamos visitar Matthews Street, una callejuela icónico en honor a los famosos cuatro que alberga varios bares y pubs que ofrecen música en vivo a diario. Uno de los más emblemáticos es The Cavern, un espacio donde tocaron los Beatles en más de 200 ocasiones y hoy día artistas contemporáneos se suben al mismo escenario para recrear esta época dorada.

Para los amantes de la arquitectura y las iglesias, recomendamos visitar la catedral de Liverpool, la más grande en el Reino Unido y la quinta en el mundo. Su estructura es impresionante y aunque aparenta poseer siglos de historia, fue construida durante 74 años desde 1904. Su arquitecto fue Giles Scott, un joven de 22 años quien trabajó de la mano de muchos escultores, talladores y artesanos que fabricaron el edificio usando piedra caliza roja de un pueblo cercano.


Liverpool es también un atractivo destino para los amantes de las compras, con un centro urbano que acoge muchas boutiques, tiendas por departamento y también de bajo costo. Después de un largo día de excursiones por la ciudad, no hay nada mejor que sentarse a digerirlo todo en un pub con un plato de fish and chips y una pinta de Guinness.


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