Cadaqués es...


Cadaqués es sin duda uno de mis rincones favoritos en el mundo. Hace poco regresé de haber pasado unos días en este pueblecito del l'Alt Empordà al extremo norte de la Costa Brava de Cataluña. Durante el año regular Cadaqués cuenta con una población fija de menos de 2.000 habitantes, aunque esta cifra fácilmente puede triplicarse durante la época veraniega. Ya es como la quinta vez que visito esta joyita preferida entre pescadores, artistas y viajeros en busca de turismo cultural y belleza natural mediterránea. Pocos son los lugares en el mundo que a pesar de ser tan pequeñitos han servido de inspiración para tantos artistas que comenzaron siendo anónimos y ahora figuran como íconos internacionales del mundo de las bellas artes. Matisse, Picasso, Duchamps, Man Ray, Max Ernst, André Derain y Salvador Dalí, son algunas de estas figuras, que al igual que yo, se sintieron fuertemente hechizados por el aura místico de Cadaqués.
En los cinco días que pasé ahora en Cadaqués, aquí les muestro cómo ocupé mis horas entre el mar mediterráneo, las estrechas callejuelas adoquinadas y sobre todo la difícilmente inigualable armonía natural...

Las mañanas solían comenzar con un paseo en lancha



Entre cuevas marinas, agua turquesa, verde y azul royal, mucha tramontana, golondrinas y veleros...

Tampoco faltaban los baños revitalizantes...


Luego, en la tarde solía ser el momento perfecto para ojear una revista de moda y dar sorbos a un mojito o un gin tonic...
Sobraban razones para dar paseos a orillas de la playa y por el pueblo...


Y ya cuando bajaba el sol y acrecentaba el hambre, llegaba la hora de la cena en la que no podía faltar la mesa del comedor al aire libre decorada con lámparitas de papel y velitas perfectamente ubicadas entre las piedras...



Y al día siguiente, lo mismo. Creo que nunca había disfrutado tanto de la rutina...





Una mirada al mundo