Vidas Únicas- Ángel Cocero, arquitecto verde



"El cambio que quisiera ver en nuestra Isla es el desarrollo de la arquitectura sostenible, donde se logre una unión entre medioambiente, urbanismo e integración social", expresa el Arquitecto Ángel Cocero Cordero. El urbanista, diseñador, y a la vez, planificador es pionero en el diseño de edificaciones vanguardistas que integran la naturaleza en su espacio y utilizan y reciclan recursos naturales como el agua, el viento y el sol. La morada ultra moderna que comparte con su esposa, Beatriz y su hijo de tres años, Brián, fue diseñada bajo un modelo verde, o ecológicamente consciente. La misma se sostiene casi completamente por energía renovable. Utiliza calentador y placas solares, sensores de luz que prenden y apagan por sí solas, paneles de caucho que protegen la entrada del sol, agua reciclable que recogen de la lluvia para fregar las plantas y la parte norte de la estructura, por donde entra más fresco, está cubierta por ventanas. "Aquí tenemos el balance perfecto", dice con una sonrisa entre labios.

Cocero, quien nació en 1967 de padre español y madre puertorriqueña, se interesó por la arquitectura desde una muy temprana edad. Desde pequeño disfrutaba desmantelando carritos y juguetes y en el colegio se comenzó a interesar por la construcción de edificios. Recuerda la primera vez que vio el coliseo romano y despertó en él la iniciativa por diseñar y fabricar arcos con yeso, intentando imitar el emblemático anfiteatro. "Me interesó la arquitectura no sólo por la parte estética, sino más bien por lo tectónico, lo funcional", revela.

Persiguiendo su sueño de convertirse en arquitecto, cursó un bachillerato en este campo en la University of Syracuse, donde inició su interés por la relación entre las ciudades costeras y el mar, otra de sus pasiones. Completó una investigación sobre Aguadilla, uno de los pueblos costeros de Puerto Rico donde el centro y el mar son colindantes. "Lo que siempre me ha atraído es el concepto entre naturaleza y arquitectura, sea el mar, el río, el bosque, el viento", expresa. Sus pioneros hallazgos lo llevaron a convertirse en el único puertorriqueño que ha sido homenajeado con el premio "James Britton Award".
Más tarde, aún siendo estudiante, comenzó a impartir clases en la UPR de Río Piedras. Cocero no tardaría mucho en continuar sus estudios graduados e ingresó becado a la Universidad de Cornell, donde completó una maestría en Diseño Urbano y una sub-especialidad en Teoría y Crítica Arquitectónica. Durante este transcurso el joven diseñador investigó la relación entre la arquitectura y la política administrativa de tres localidades caribeñas: Cuba, República Dominicana y Puerto Rico. Su tesis mostró cómo diferentes movimientos políticos como el colonialismo, el comunismo y la democracia afectaron la construcción y el diseño de edificaciones. "Mientras que la cultura democrática destaca el individualismo y la diversidad arquitectónica, la dictadura comunista obligaba que la construcción y el diseño de edificios fuera igual para todos. Y eso crea una depresión social", explica.

Al regresar a Puerto Rico, Cocero evidenció algo que considera uno de los problemas principales en la isla: la falta de planificación en cuanto al uso de terreno. Sin embargo, entiende que aunque se trata de una problemática complicada y en muchas ocasiones políticamente controlada, recientemente ha comenzado a tratarse. Novedosos proyectos de urbanismo como el "San Juan Waterfront", que consiste en entretejer tres zonas costeras de la ciudad capital, son ejemplos de este movimiento urbanista.

En 1998 impulsado por querer continuar fomentando proyectos de arquitectura ecológica y sustentable, Cocero fundó su propia firma Cocero Cordero Architects. Su pasión por la relación entre ambiente, cultura, problemas sociales, política y arquitectura es evidente y lo ha llevado a involucrarse en numerosos proyectos de restauración histórica, diseño de comunidades especiales, residencias, hospitales, entre otros. El Museo Arqueológico Casa Portela de Vega Baja es uno de sus emblemáticos proyectos donde la arquitectura moderna se ve integrada con las edificaciones históricas. Junto con su equipo de trabajo, Cocero diseñó iluminación natural en el espacio y otros elementos de la arquitectura sustentable.

Como urbanista verde el arquitecto, quien recientemente obtuvo la certificación Leadership, Energy, and Environmental Design Accredited Professional (Leed Ap) que otorga la USA Green Building Council, dice haber madurado mucho en su campo y prefiere mantenerse al borde de la política y continuar avanzando en su creación de modelos verdes de vivienda. Su enfoque actual consiste en concienciar al público sobre la asequibilidad de convertirse en dueños de propiedades estéticamente atractivas y en contacto directo con la naturaleza. Con este prototipo de viviendas espera poder romper estigmas y moldes en el campo de la arquitectura, la renovación de recursos naturales y el diseño vanguardista. "No hay por qué pensar que por contar con menos presupuesto significa que no podamos integrar la naturaleza para crear un espacio donde uno no se sienta encerrado. Aún en la densidad debe haber un espacio de esparcimiento para lograr mayor integración social", concluye.

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