Vidas Únicas- Francisco "Ito" Serrano, músico


De primera impresión aparenta ser el típico roquero. Viste una camisa de cuadros con un parcho en el hombro. Lleva mahones desgastados y sobre su cabeza luce una cabellera rubia, rizada y despeinada. A pesar de haber compartido escenarios con numerosos talentos locales tales como Ednita Nazario, José Feliciano, Glenn Monroig y hasta Ricky Martin, en su interior demuestra ser un hombre introvertido, humilde e incluso tímido. En lugar de recurrir a su voz, parece sentirse más a gusto expresándose por medio de las cuerdas de su guitarra. Se le hace difícil soltarla y a menudo interrumpe una oración para sonar una pieza improvisada de blues o rock.

Francisco Serrano, alias Ito, lleva toda una vida dedicándose a la música. Comenzó su trayectoria como guitarrista a una temprana edad. Sus abuelos, quienes lo criaron en Arecibo, fueron los que le compraron su primera guitarra eléctrica. Con el paso de los meses, aunque apenas sabía afinarla, Ito ya era capaz de imitar las canciones que sonaban en la radio. Al terminar la escuela superior ingresó al Conservatorio de Música para completar un bachillerato en guitarra. Fue en aquel escenario donde comenzó a estudiar los repertorios clásicos de Beethoven y Mozart y fue relacionándose con muchos artistas de la música popular, quienes no tardaron en reconocer su talento.

Ito recuerda como al inicio de su carrera, un día lo llamaron para fungir como guitarrista sustituto para un documental en vivo a cargo del productor Millito Cruz. Cuando llegó al estudio de grabación se encontró con el Quinteto de los hermanos Figueroa, el trompetista y compositor Elías Lopés y otras figuras reconocidas de la música popular, cuyos repertorios conocía a la perfección. Cuando le entregaron la complicada pieza que debía tocar en vivo, le comenzaron a temblar las piernas. “Tenía claro que podía hacerlo, pero sin estudiar la pieza con tiempo, era otra cosa. Para mí era tremenda oportunidad tocar con esos maestros, pero tenía miedo de fallar”, expresa. El momento de angustia y nerviosismo duró unos minutos hasta que para su fortuna, justo en ese momento, se fue la luz en el estudio durante una hora. En ese tiempo Ito aprovechó la oscuridad para ensayar la pieza, que terminaría tocando con éxito. Este momento marcaría el inicio de su trayectoria profesional de la mano de reconocidos artistas como Lucecita Benítez, Cucco Peña, Yolandita Monge, Sophie y Danny Rivera, entre otros.

A pesar de haber sido formado bajo un modelo clásico, Ito confiesa que disfruta la música popular tanto como la folclórica. Como productor de importantes figuras de la música popular puertorriqueña desde la década de los 70, Serrano reconoce que el contacto directo con el artista no siempre resulta fácil. “El artista te elige a tí", dice, “por tanto tú eres el encargado de todo: la música, los arreglos, el equipo de trabajo, que todo salga bien en la tarima. Tu prioridad es hacer lucir bien al artista".

Este lema profesional lo carga consigo a todas horas, esté sobre un escenario o en un estudio de grabación. Como productor de discos, Serrano también ha compartido largas horas ensayando con músicos, editando repertorios y combinando el talento de las estrellas con su propio conocimiento y experiencia polifónica. "A veces el artista tiene una idea de lo que quiere producir y de repente cuando tienes todo, la persona cambia de pensar. Hay que improvisar mucho porque la mayoría de las veces se graba en vivo y hay que dar la cara”, expresa. Serrano admite que a pesar de dedicarse a este campo durante tantos años, aún siente adrenalina, tensión y nervios sobre un escenario.

El año pasado viajó a Oslo, la capital noruega, para la entrega del Premio Nobel de la Paz, que le sería homenajeado al Presidente Obama. En esta ocasión fue acompañado por su cliente desde hace doce años, el cantante Luis Fonsi, quien había sido invitado como el único música latino al evento. "Me tocó hacer el arreglo musical y cuando llegamos y vi aquél orquestón (la Sinfónica de Oslo) con su sonido impecable, el audio, las consolas, el video, todo… lo mejor que había visto en mi vida, pensé: No me voy a dar por vencido", expresa el guitarrista y productor. "Los vikingos no conocían a Fonsi", dice con una sonrisa entre dientes, "pero cuando lo vieron tocar, todo cambió, lucimos bien".

El país nórdico no ha sido el único destino donde ha viajado Serrano como productor musical. También ha recorrido países como México, Chile, Argentina y España, entre otros, acompañando a artistas en sus giras musicales. Cuando no está montado sobre un avión o un escenario, el músico dedica su tiempo a impartir clases en el Departamento de Música de la Universidad Interamericana, un oficio que también le apasiona. En sus horas libres, que admite no son muchas, trata de compartir el mayor tiempo posible con sus dos hijos adolescentes, jugando baloncesto y acompañándolos a sus prácticas. En el futuro espera poder continuar expandiendo su colección de guitarras y tal vez componer algún arreglo musical para la Orquesta Sinfónica. "Sentarme a crear una pieza exactamente como yo quiera, desde cero y sin ningún encargo, es algo que me encantaría hacer en un futuro", concluye sonriente.

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