Especial para De Viaje
Publicado el 25 de septiembre de 2016
El Nuevo Día
Hace miles de años, la antigua
ciudad de Cháng’ān en China, era una ciudad próspera, boyante, floreciente-
conocida por sus emperadores, cortesanos, poetas y monjes. Seguidores de
diversas religiones coexistían en relativa armonía y las artes estaban en todo
su apogeo. Viajeros arribaban a esta gran ciudad por ser el punto que marcaba
el inicio de la Ruta de Seda y los bienes que cargaban camellos sobre sus
espaldas eran fácilmente asequibles antes de ser transportados por toda
Eurasia. Cháng’ān era la cuna de grandes dinastías que se remontan al siglo XI
BC.
Hoy día esta moderna metrópolis
china mejor conocida como Xi´an, es una ciudad que se levanta entre la ladera
de los ríos Wei y Li y es considerada uno de los epicentros de la cultura y
civilización china. Muchos turistas que viajan a China, por lo general hacen
una parada aquí para ver de cerca uno de los monumentos arqueológicos más
impresionantes de Asia: los guerreros de terracota.
Otro atractivo turístico de Xi´an
es su seductor barrio musulmán, donde se puede pasear a pie por sus callejuelas
mientras se degusta una variedad de productos gastronómicos como: especias,
carnes asadas halal, frutos secos,
panes integrales, tofú sazonado y otros platos típicos de la cultura musulmana
en China. Gran parte de la confección de estos productos se realiza en vivo y
además de ser el lugar perfecto para cenar, es también un escenario cultural y
religioso, cuna de una de las mezquitas más atractivas del País.
Las torres de la campana y del
tambor son otros dos impresionantes monumentos que pueden observarse en el
barrio musulmán de Xi´an. Fácilmente asequible por el metro de la ciudad o en
taxi desde el centro urbano, este distrito ofrece muchos lugares de interés para
viajeros de todo el mundo. La mejor hora del día para ir es una vez anochece ya
que se llenan de vida las calles principales, los comerciantes y restaurantes
sirven platos suculentos y los mercados abren sus puertas al consumidor. El
ambiente se llena de vida, música en vivo, productos locales, olores y sabores
que le harán la boca agua.
Tanto el barrio musulmán como los
guerreros de terracota son dos paradas son meritorias para los viajeros que
estén explorando el gigante que es China, sobre todo este último sitio
considerado como una importante obra que guarda relación directa con la
creencia china de una vida después de la muerte.
El primer emperador de China, Win Shihuang- el arquitecto detrás de este proyecto- fue, sin duda alguna, un líder excéntrico. Comenzó a gobernador a la temprana edad de 13 años y era considerado como una figura que sufría del trastorno de la obsesividad compulsiva. Antes de cumplir 40 años ya había conquistado seis reinos mayores e introducido grandes transformaciones en el país.
La construcción de esta
increíblemente impresionante guerrilla de tamaño humano con caballos y carrozas,
fue idea suya. La razón detrás de su confección permanece siendo un enigma.
Algunos creen que el Emperador era fiel creyente en una noción similar al karma y estaba aterrorizado por los
espíritus malignos que le aguardaban después de la muerte. Por esta razón
ordenó la fabricación de miles de soldados para vigilar su tumba y ofrecerle
protección en su camino hacia esta transición. Otra teoría señala que el
Emperador creía firmemente que su reinado trascendería su muerte, por lo que
quiso la compañía de este ejército para acompañarle en el pasaje a la otra
vida.
Cual sea la razón, la noción de
una entrada protegida y segura a la vida después de la muerte es evidente. Para
asegurar esto, el Emperador esclavizó a cientos de obreros y artesanos para
trabajar en la construcción de este proyecto masivo. Algunos de los que se
rehusaban o se quejaban eran torturados o enterrados vivos. El producto final
se considera uno de los sitios arqueológicos más impresionantes en el mundo
moderno y un patrimonio cultural de la Unesco.
El descubrimiento de este sitio arqueológico se produjo recientemente, en 1974, cuando durante una aguda sequía que enfrentaba la región de Shaanxi, los campesinos, desesperados por conseguir agua, comenzaron a excavar pozos profundos. Un agricultor se encontraba entre este grupo que se topó con un trozo de cerámica que dejaba al descubierto el cuello de uno de los soldados de terracota. El resto es historia.
El nivel de detalle que puede
observarse en cada uno de los 8,000 soldados que han sido excavados, es
realmente alucinante y se cree que en un principio se pintó cada uno a mano
utilizando colores subidos. Los soldados representan un diseño diferente y no
existe repetición entre los modelos. A pesar de que muchas de las figuras han
sido destruidas o malogradas con el pasar del tiempo- sobre todo aquellas
confeccionadas en madera- varios cientos de soldados permanecen intactos. Sus
expresiones faciales, peinados, armadura, vestimenta y hasta los calzados, son todos
rasgos únicos que reflejan la posición de cada combatiente dentro de la
jerarquía militar del Emperador.
Tanto Xi´an como sus guerreros de
terracota son paradas casi obligatorias para las personas que visiten China.
Para poder comprender y apreciar la obra en su totalidad, se recomienda hacer
investigación previa o ver algún documental. En los predios del Museo también se
transmite un video de la historia del sitio que merece la pena ser observado.
El monumental mausoleo de los
guerreros de Xi´an conforma un palacio subterráneo donde además de este
ejército, se albergan los restos de uno de los personajes más fascinantes de la
historia china, un hombre obsesionado con el más allá.
El temor a la muerte, la soledad,
lo desconocido y el mal karma parecen haber preocupado desde siempre al hombre,
sobre todo cuando de líderes totalitarios se refiere. A pesar de la tiranía del
Emperador Qin Shi Huang, hoy día podemos tener la oportunidad de saciar nuestra
sed por patrimonios históricos y arqueológicos tan majestuosos y extravagantes como
este.
Para ver fotos sobre este destino, pulse aquí.
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