Especial para De Viaje
Publicado el 7 de agosto de 2016
El Nuevo Día
Como destino de viaje entre puertorriqueños, China es una opción inusual y poco común. El conocimiento que existe sobre este país tan enormemente diverso y multiétnico es limitado, muchas veces estereotipado y poco se parece a la realidad. A menudo China representa un gigante desconocido, impenetrable y una vez se pisa esta nación por primera ocasión, el viajero que decide emprender esta aventura en el epicentro de Asia es agradablemente sorprendido por los encantos de la historia china, su espiritualidad, su cultura, su gastronomía, sus productos típicos y sus paisajes. La capital, Pekín se encuentra a medio paso entre la antigua tradición y una vibrante civilización que emerge poderosa y moderna en la actualidad. Además, es un destino seguro, económico y el hogar de algunas de las maravillas más impresionantes del mundo.
Viajar de modo práctico
Es imposible hablar de una sola
China o conocer todo el país en un solo recorrido. Por ser un país tan enorme y
variado, lo más práctico es elegir una o dos provincias y los principales
lugares de interés en ellas. Se recomienda como mínimo separar dos semanas para
el viaje y conocer algunas de las ciudades más visitadas: Pekín, Xi´an,
Shanghái y/o Hong Kong.
A pesar de que han es la etnia dominante (96%) en el
país y mandarín la lengua oficial, existen muchísimos otros grupos minoritarios
que hablan diferentes dialectos, conforman otras razas, comen comidas diversas
y practican una variedad de tradiciones culturales en entornos geográficos
también muy contrastantes. De Mongolia a Tíbet y Kazakstán a Myanmar- China
comparte frontera con 14 países.
Se recomienda al viajero
primerizo comenzar este recorrido por Pekín, que significa literalmente “la capital
del Norte” y representa el eje del poder central, cultural y político del País.
En los últimos años esta ciudad ha enfrentado una poderosa transformación
urbanística, social y económica de enorme impacto para el país y también para
el mundo.
Pekín
La moderna y vibrante capital es
el hogar de 22 millones de personas, muchas de la cuales son aficionadas de la
tecnología y la moda. A pesar de que la ciudad ha obtenido una reputación dudosa
por estar contaminada, y ser gris y congestionada- esto no es necesariamente
cierto. Pekín es irresistiblemente rica en reliquias culturales, monumentos
históricos, templos, paisajes y diversidad. Si programa su viaje teniendo el
clima en mente, es posible gozar de cielos despejados y soleados que le
permitirán observar preciosas vistas de toda la herencia histórica y cultural
de esta gran metrópoli. Se recomienda visitar Pekín durante los meses de
primavera y verano (marzo a septiembre) por esta misma razón y para disfrutar
de una de las joyas más impresionantes del país.
Un destino seguro
La capital china es un destino
altamente recomendado para viajeros solos, mujeres y también familias. Un
sistema fácil de transporte urbano permite conectar pasajeros por tren a la
gran mayoría de lugares de interés, todos señalados en inglés y mandarín. A
pesar de que existe una enorme barrera lingüística en China, esto no impide o
limita moverse de una parte a otra. No obstante, es recomendable descargar una
aplicación en chino, un diccionario de traducción o cargar siempre un libro de
frases para facilitar la comunicación en caso de que sea necesario. Como nota
importante, sepa que en China, algunas páginas de internet como Google y
Facebook están censuradas por el gobierno. Para poder acceder libremente
en-línea se recomienda descargar una aplicación como VPN Express antes de salir de viaje.
Alojamiento y visado
En cuanto a hospedaje, existen
atractivas compañías que permiten a turistas alquilar habitaciones,
apartamentos o casas enteras a precios muy razonables, en lugar de alojarse en
hoteles. Esto permite una experiencia más auténtica en términos culturales y de
intercambio con personas locales que le ofrecerán ayuda y consejos prácticos a
la hora de viajar. Recuerde que cualquiera que sea su agenda de viaje, debe
tramitar una visa de turista antes de viajar a China. El proceso se completa
en-línea (recomendamos la agencia Travisa),
tarda alrededor de una semana en obtenerse y cuesta aproximadamente $150.
Itinerario
En cuanto a la agenda y los
lugares a visitarse, muchas guías de viaje ofrecen itinerarios con paradas a
lugares muy frecuentados y es fácil caer en trampas turísticas. Por esta razón
hemos preparado un resumen de lo mejor de Beijing: un recorrido cómodo para
hacerse entre cuatro a cinco días, práctico para personas de todas las edades e
inolvidable en cuanto a experiencias que acumulará.
1
Templo del Cielo
Ubicado en 267 hectáreas
de terreno, este complejo imperial fue originalmente construido en el año 1420.
Las dinastías Ming y Qing lo usaban para celebrar rituales animistas, rezos
para obtener buena cosecha y luego agradecer al cielo por los frutos obtenidos.
Es considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1998. Situado en
el corazón del parque Tiantan Gongyuan al sur de Beijing, es un lugar perfecto
para admirar las impresionantes pagodas, los jardines de rosas y la colorida arquitectura
de los pabellones durante al menos un par de horas antes de continuar a otras
atracciones.
2.
Plaza Tiananmen
(Aquí
también puede visitar el Mausoleo del Comandante Mao Zedung y el Museo Nacional
Chino)
Considerada una
de las plazas públicas más grandes del mundo, Tiananmen es un símbolo del
corazón de Pekín y del Comandante Mao Zedung. Esta plaza, inspirada en la
arquitectura soviética, permite a visitantes ubicarse en el centro simbólico
del universo chino, sentir la proyección de Mao para el Partido Comunista y remontarse
a otros momentos decisivos de la historia china como la fundación de la
República en 1949 o la Masacre de Tiananmen, la supresión armada de un movimiento
pro-democracia iniciado por estudiantes en 1989. Desde luego, un monumento con
gran trascendencia política que le dejará sin aliento, sobre todo en días
claros cuando el cielo está despejado.
3. Ciudad Prohibida
Hogar de las
dinastías Ming y Qing durante el siglo XV, este complejo de edificaciones
estuvo fuera de límite para el público durante al menos 500 años, razón por la
cual obtuvo su nombre. Actualmente representa la colección mejor preservada de
edificios antiguos en todo el país y realmente vale la pena separar un día
completo para pasearse por sus rincones. Los edificios ceremoniales se
encuentran en el eje norte-sur, mientras que podrá también admirar terrazas de
mármol blanco, jardines imperiales, estatuas impresionantes y una enorme
cantidad de corredores preciosamente diseñados en el resto de la Ciudad.
4. Palacio de Verano
Este parque
situado a 20 millas del centro de la ciudad es una de las atracciones más
concurridas en Pekín y desde 1998 es considerado Patrimonio de la Humanidad
por la Unesco. Fue construido en 1750 por el Emperador Qianlong y en sus 300
hectáreas la realeza solía pasar sus veranos para escapar del calor de la
antigua Pekín. Una vez tenga la
oportunidad de visitar este santuario, sabrá por qué es uno de los monumentos
preferidos por viajeros. La Pagoda del Buda Fragante y el resto de estatuas, la
impresionante y detallada arquitectura de sus edificaciones y los jardines se
alzan alrededor del Lago Kunming en este fresco santuario. Puede también tomar
un bote en forma de dragón, visitar una isla cercana y admirar la vista
pintoresca. Recomendamos evitar los fines de semana para visitar este parque ya
que se convierte en lugar de recreo para familias y visitantes de todo el país.
5. Distrito de Arte 798
Una zona popular
entre gente joven, artistas, hípsters
y aficionados del arte contemporáneo. Aquí es posible pasearse por una variedad
de antiguas fábricas militares de la época de Mao que han sido transformadas en
galerías de arte, pero que conservan algunas de las insignias y arte
propagandista de la época. La mayoría son gratuitas y contienen algunas de las
piezas más surreales de arte moderno local e internacional. Aquí también se
celebran otros eventos como conciertos, festivales de cine y exhibiciones. Las
calles del Distrito de arte están decoradas con enormes estatuas coloridas,
algunas construidas de materiales reciclables, otras que cargan fuertes
mensajes políticos, y cafés y restaurantes bohemios que sirven bebidas y platos
europeos y locales.
6. La Gran Muralla
Aquí existen
varias opciones, pero para evitar las manadas de turistas y poder tener la
experiencia de admirar áreas de esta maravilla del mundo que no han sido
restauradas, es recomendable visitar Jinshaling, a dos horas en bus desde Pekín. Para llegar a Jinshaling, puede tomar un taxi a esta estación y luego
el bus que sale a las 8 de la mañana. Es recomendable llevar zapatos cómodos
para caminar, bloqueador de sol y agua embotellada. Si quiere hacer la caminata
completa (10 kilómetros, cuatro horas) debe estar en buena forma física ya que
puede ser retante y el sendero es empinado; sin embargo, existen varias
opciones y también funiculares que le permiten ver las vistas de la muralla y
las montañas, que son algunas de las más espectaculares en toda la nación. Jinshaling
es una de las mejores maneras de recorrer los rincones de esta espectacular
fortificación y obtener una verdadera experiencia auténtica. El bus regresa a Pekín a las 3 de la tarde.
7. Templo de los Lamas (también se conoce
como el Templo Yonghe)
El templo y
monasterio de budismo tibetano más extraordinario fuera de la ciudad de Lhasa
es este. Fue construido en el siglo XVII como palacio para el príncipe Yongzhen
y luego en 1744 se convirtió en un importante refugio para los monjes lamas. Elaborados
frescos abrazan sus paredes, quemadores de incienso agrupan seguidores que
vienen a rezar, tejados dorados en forma de pirámide decoran sus techos y en su
interior, pabellones, arcos y estatuas en oro adornan esta pagoda. Su atracción
principal es una estatua de Buda de 17 metros de altura que se encuentra en el
Pabellón Wanfu y obtuvo el premio Guinness en 1990 por estar construido de un
solo pedazo de madera de sándalo. Se considera un símbolo de buena suerte
quemar tres palitos de incienso que regalan a todo visitante en la entrada del
templo.
8. Templo
de Confucio y Colegio Imperial
Adyacente al
Templo de los Lamas se encuentra este otro lugar sagrado para los chinos: el
segundo templo de Confucio más grande en todo el país que realmente merece la
pena visitar. Confucio fue y continúa siendo una de las figuras más
representativas del pueblo chino y su filosofía de vida enfatiza valores como
la disciplina, el orden, la etiqueta y las relaciones sociales que se observan
y practican en la actualidad. Vis à vis al templo se encuentra el Colegio
Imperial, un tranquilo santuario con un salón principal, jardines y 190 piedras
con inscripciones de los trece clásicos o enseñanzas confucianas.
Para ver fotos de este destino, pulse aquí.
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