Shanghái, ciudad posmoderna

Especial para De Viaje
Publicado el 23 de octubre de 2016
El Nuevo Dia


Con una población de 25 millones de habitantes y posiblemente el doble de cantidad de rascacielos, sentirse como una hormiguita en medio de la ciudad es la orden del día. Esta es Shanghái, la ciudad más poblada de todo el mundo y el epicentro financiero de la región Asia-Pacífico. Aquí se fusiona la modernidad con la tradición de una de las culturas más antiguas del mundo. Desde los 1930’s  esta metrópoli se ha posicionado como líder comercial de China, aunque fue testigo de una pausa corta en cuanto a su desarrollo una vez el partido comunista chino obtuvo el poder en 1949. Luego en los 1980´s se inició un acelerado proceso de desarrollo y producción de su infraestructura, tecnología y manufactura, que hoy día ha posicionado a esta urbe en un popular destino para viajeros.

En la actualidad residen aproximadamente 250 mil extranjeros en Shanghái, algunos de los cuales completan estudios o voluntariados y otros que trabajan en empresas internacionales. El resto de turistas que visita esta ciudad vienen en busca de las principales atracciones: The Bund (centro financiero), la Concesión Francesa (un legado de la época colonial),  los rascacielos alrededor de Lujoazui y la colorida y comercial, calle Nanjing.

Pulmones de la ciudad
Ciertamente estas atracciones valen la pena conocerse, aunque el verdadero encanto de esta ciudad posmoderna, sin embargo, se esconde en otros rincones más sosegados y alejados del tráfico y la congestión de personas. Los parques son los pulmones de la ciudad y estos espacios permiten a viajeros aproximarse más a la auténtica cultura shanghainesa. Aquí es común ver gente mayor practicando taichí, cantando ópera, bailando los populares bailes de plaza, practicando el arte de los masajes, entrenando kung-fu, o simplemente disfrutando de la compañía de amigos y seres queridos. Padres de jóvenes solteros también aprovechan los espacios públicos para encontrar pareja a sus hijos, usando pancartas con información atractiva sobre el o la candidata.


Jardín Yu
El Jardín Yu es un oasis en medio de la ciudad y aunque es visitado por cientos de personas durante todo el año, desde luego vale la pena conocerlo. Como modelo de arquitectura clásica china, fue construido en 1559 como jardín privado de Pan Yunduan, un comisionado de la provincia de Sichuan. El Jardín contiene reliquias culturales, piezas de arte y joyas arquitectónicas que ponen en práctica el equilibrio recogido en las enseñanzas taoístas de yin-yang. La zona adyacente al parque forma parte del casco viejo de Shanghái y perderse entre las callejuelas donde yacen cientos de boutiques con piezas de ropa, arte y comida callejera, también es una parada casi obligatoria. En Shanghái la variedad en cuanto a gastronomía es impresionante, por lo que cualquier viajero podrá satisfacer sus gustos y antojos.

Templo de Jade
El Templo de Jade es otro monumento que merece la pena ser explorado. Aquí descansa la estatua de un Buda tallado de un solo trozo de jade proveniente de Birmania que fue traído a China hace varios cientos de años.  En el templo es posible observar el sincretismo religioso que permea en esta nación, que combina tanto el Budismo e Hinduismo de la India, con el Taoísmo y el Confucionismo chino. El complejo también incluye una biblioteca y residencias de monjes.


Museo de Shanghái
Otro lugar de atractivo para aquellos interesados en conocer sobre los 5,000 años de historia de China es el Museo de Shanghái, localizado en la popular People’s Square. El edificio contiene cuatro plantas y cada una recoge varias exhibiciones de: bronce, cerámica, arte clásico, monedas, caligrafía y jade. Algunas de las salas más seductoras, son las de muebles, esculturas y folclor de las etnias minoritarias del País.

Venecia del Oriente
Una opción atractiva para viajeros en busca de conocer otra cara de Shanghái – fuera de la ciudad- es ZhuJiaJiao, conocida popularmente como la Venecia del Oriente. Este pueblito cuenta con 1700 años de historia y es fácilmente asequible en bus a una hora del centro de Shanghái. Una vez aquí es fácil transportarse a otra era, otro mundo de canales, hombres que llevan sombreros de bambú, típicos de la China de antaño y reman góndolas confeccionadas en madera oscura. 36 puentes abrazan este pueblito repleto de viviendas antiguas, callejuelas, tienditas, casas de té y restaurantes a orillas del lago Dianshan.

Un verdadero oasis es The Old House, una casa antigua de dos plantas construida en 1885 de cuyas paredes cuelgan pinturas de óleo y donde encontrará cientos de bonsáis, muebles antiguos, peculiares recovecos y un aire zen de tranquilidad absolutaEl dueño actual, Sun Yi Fang, es un aficionado del arte y ha preservado la fachada en su estado original. Hoy día esta casa abre sus puertas a todo el que interese presenciar la vida china del siglo diecinueve mientras degusta un té, café o cerveza local y conoce otra cara más auténtica y clásica de Shanghái.

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