Kapuscinski Non Fiction, en castellano



Kapuscinski en español
La biografía del famoso periodista polaco causa revuelo en los medios internacionales
El fenecido periodista polaco es objeto de serias acusaciones en el libro.

Por Sarah V. Platt

Dentro de unas pocas semanas el nombre del fenecido periodista polaco, Ryszard Kapuscinski (1932-2007), a quien muchos consideran “El cronista del siglo XX”, volverá a producir un fuerte eco en los medios internacionales, casi cuatro años después de su muerte. Esta vez se trata de la traducción al español de la muy polémica biografía titulada “Kapuscinski Non-Fiction” que será publicada en Barcelona prontamente.

La biografía original, escrita en polaco por uno de sus discípulos, Artur Domoslawski, fue publicada el pasado mes de marzo por la Editorial Swiat Ksiazki de Varsovia y ha causado muchísimo revuelo por su polémico contenido. El éxito del libro sobrepasó las expectativas de los editores, alcanzando ser un bestseller en el país por haber vendido sobre 130,000 copias durante las primeras seis semanas de su publicación.

La biografía ha sorprendido a muchos seguidores del autor de “Ébano” y “El emperador”, ya que incluye una serie de acusaciones fuertes sobre éste. Lo inculpa de haber colaborado como espía para los servicios secretos comunistas de Polonia mientras trabajaba para la Agencia Polaca de Prensa (PAP) como corresponsal en el extranjero. También lo acusa de haber hiperbolizado o “coloreado” la realidad de sus historias y mantenido aventuras eróticas con varias mujeres mientras trabajaba en África y América Latina.

Una de las historias que critica más de cerca es el encuentro que el periodista supuestamente mantuvo con Ché Guevara, un dato que nunca llegó a corroborarse. El autor de la obra, quien conoció a Kapuscinski durante sus últimos nueve años de vida y estableció lazos amistosos con el periodista, es colaborador en la Gazeta Wyborcza, el periódico más leído en Polonia, y también ejerce como corresponsal en el extranjero.

A pesar de arremeter fuertemente contra Kapuscinski, su biógrafo señala que no existe duda alguna que los textos de quien fue uno de sus maestros poseen un gran valor literario y creativo, mas sin embargo, no deberían ser considerados como ejemplares del periodismo clásico, ya que la veracidad absoluta de sus reportajes y de sus fuentes es cuestionable. Durante los pasados dos años el biógrafo se ha dedicado a recorrer los pasos del fenecido reportero en los países donde laboró como corresponsal, entrevistando a decenas de personas que compartieron con él. Fue precisamente en estos viajes a Uganda, Angola, Etiopía, México y Bolivia, entre otros países, que Domoslawski encontró incongruencias entre la vida y obra del periodista. Su libro, que dentro de poco estará disponible en España, pretende, entre otras cosas, desmitificar la figura heroica de quien según él, para lograr ser escuchado en el mundo creó una leyenda de sí mismo.

Esta fina línea entre el periodismo y la literatura no es una polémica reciente y en el caso de Kapuscinski pudo haber sido influenciada por una escuela de literatura in facto, la de los reportajes literarios de algunos autores clásicos y neo-clásicos de su país natal, tales como Marian Brandys, Ksawery Pruszynski, o incluso el ganador del Premio Nobel de Literatura 1925, Wladyslaw Reymont.

Kapuscinski, una figura muy respetada en el mundo del periodismo y la literatura, especialmente en Europa, llegó a publicar una extensa obra que reúne sus aficiones por los viajes, la poesía, el reportaje, la crónica, la etnografía y la historia, entre otros campos. Sus textos se caracterizan por amalgamar el periodismo con la literatura en un género difícil de imitar. Su prosa, muy bien traducida al español por Ágata Orzeszek, es deslumbrante y su necesidad de situarse en el lugar de el Otro lo ubica como un gran defensor de derechos humanos.

Según Alfonso Armada, periodista español quien recientemente publicó un artículo titulado “Sombras sobre Kapuscinski”, el polaco era digno de admiración ya que encarnaba los atributos más importantes del oficio: “Humildad para ponerse a la altura de los ojos de su interlocutor, soberano o enterrador; la exactitud de un entomólogo, un historiador o un astrónomo; curiosidad insaciable; valor para ponerse a prueba jugándosela donde ya no queda nadie para contarlo; compasión hacia quienes sólo suelen sufrir la historia; resistencia frente a las adversidades y perseverancia para comprobar hasta el último rasguño y el último dato”. Puede que las acusaciones que aparecen en la polémica biografía cuestionen la autenticidad de Kapuscinski, pero no cabe duda que el periodista poseía un genuino talento para lograr plasmar la realidad del siglo XX y la calidad de su obra es muestra fehaciente de ello. Las revelaciones que aparecen en la biografía tampoco deben cuestionar su ética ni su propósito de dar voz a los desfavorecidos. Kapuscinski sostenía que la guerra era la muestra más grande de la incompetencia y el fracaso del hombre, y precisamente por eso cubrió 27 golpes de estado y revoluciones en todo el Tercer Mundo. Sobrevivió a la malaria, al hambre y a las balas durante casi tres décadas mientras cubría conflictos en toda América Latina, Asia y África. Vivió del otro lado del frente de batalla, muchas veces como el único corresponsal en la zona y se alojó en ciudades mientras eran abandonadas. Solía vivir como los locales, entre la gente.

Entrevistó a dictadores y señores de la guerra, entre ellos a los mandatarios de Etiopía, Haile Selassie y de Irán, Mohammed Reza Pahlevi, cuyos encuentros y análisis reúne en dos de sus obras cumbres: “El emperador” y “El Sha”, ambos publicados por la Editorial Anagrama de Barcelona. Kapuscinski veía el poder autoritario como una enfermedad por la que también él sufrió, desde sus orígenes como niño refugiado de la guerra soviética en Polonia. Estaba del lado de los desfavorecidos, de los pobres. El encuentro con estas personas formaba parte de una exigencia interior propia.

El motor que lo impulsaba y movilizaba era precisamente conocer, comprender y compartir con personas de otras culturas para luego dar fe de sus realidades y narrar lo que vivían. Su obra se ha publicado en más de 30 idiomas, entre ellos el farsi y el húngaro. Y su éxito le llevó a ser merecedor de varios galardones, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias en 2003 y varios Doctor Honoris Causa en universidades europeas.

Cultura cervecera



Artículo publicado en La Revista, sección dominical del periódico
El Nuevo Día (Guaynabo, Puerto Rico)
26 Diciembre 2010

Cultura cervecera
Al alzar una copa para brindar, pocos saben que participan de una antiquísima tradición

Por Sarah V. Platt

En esta época festiva muchos elevarán una copa de cerveza para brindar o festejar con amigos. Pero pocos se detendrán a pensar en el simbolismo cultural que guarda la acción de tomar una simple cerveza.

Como puertorriqueños, no importa el motivo que estemos festejando, sea un viernes social, una reunión familiar, o el cumpleaños de un amigo, muchos somos los que brindamos con una cerveza en mano. Nos caracterizamos por ser un pueblo alegre que se deleita con la gastronomía y la bebida. La cerveza es una de las opciones más populares en el mundo y Puerto Rico no es la excepción.

Pero hay toda una larga cultura y tradición tras el simple acto de tomarse una “fría”.

El origen de la cerveza se remonta a cerca de seis mil años atrás. Según estudios etnográficos, la civilización sumeria que ocupó Mesopotamia elaboraba la cerveza de forma artesanal utilizando como base materias orgánicas tales como cereales, raíces y frutas. Utilizando estos ingredientes, las mujeres se encargaban de producir un brebaje que tras el proceso de fermentación se convertía en una cocción levemente alcohólica, posteriormente utilizada en ceremonias y ritos religiosos. Los sumerios llamaban sikaru a esta versión original de la cerveza, y para endulzarla agregaban miel, semillas silvestres y zanahorias. Para agilizar el proceso de fermentación estos pueblos antiguos masticaban los ingredientes y por medio de la saliva obtenían el producto final de manera más rápida.

El sikaru se popularizó tanto entre estos pueblos que llegó a ser elaborado de diferentes maneras. Se utilizaba como intercambio económico, medicina y ofrenda para los dioses. Asimismo, se consideraba un líquido divino, ya que los pobladores de estas antiguas civilizaciones desconocían cómo funcionaba el proceso de la fermentación y esperaban ansiosamente la transformación del agua y el cereal.

En Egipto también se popularizó la elaboración de la cerveza para efectos religiosos. En algunos museos aún se pueden presenciar numerosos escritos y dibujos que precisan su confección y distribución. Sin embargo, fue gracias a los griegos que la cerveza comenzó a ser comercializada por el Mediterráneo y el resto de Europa. Fue esta cultura la encargada de perfeccionar las técnicas de fabricación y venta de la bebida.

La tradición europea

La confección y el consumo de bebidas alcohólicas constituyen un elemento importante de la gastronomía y la cultura de muchos pueblos. Países como Rusia se caracterizan por la calidad de su vodka, Escocia por su whiskey y en el Mediterráneo el buen vino no suele faltar. Sin embargo, la cerveza, aunque varía en categoría, sabor y aroma dependiendo de la región demográfica donde se produce, se ha popularizado en casi todos los rincones del planeta.

En Europa la cerveza juega un papel muy importante en el ámbito social, cultural, gastronómico y económico. En casi cada taberna del Viejo Mundo es posible conseguir una rica cerveza y son populares las festividades culturales que celebran el consumo y la elaboración de esta bebida.

Algunos países con gran tradición cervecera:

* La República Checa es el país de mayor consumo cervecero en el mundo, especialmente la región de Bohemia, donde se encuentra Praga, la capital.


* Bélgica figura como uno de los países europeos con mayor tradición cervecera, donde se producen más de trescientos tipos de la bebida. En la región flamenca de Pajottenland se confecciona la cerveza Lambic, una de las más populares.

* Alemania, precisamente la ciudad de Munich, es la sede del aclamado festival Oktoberfest, un evento que reúne a miles de visitantes para disfrutar de degustaciones, visitas a cervecerías y otras actividades relacionadas a la cultura cervecera.

* Irlanda es cuna de la mundialmente aclamada Guinness, una cerveza oscura, de mucho cuerpo y de categoría stout, que lleva produciéndose cerca de 250 años en el país.

* Los países bajos, en particular la ciudad de Amsterdam alberga la fábrica-museo Heineken, donde se produce la legendaria cerveza.



La tradición local

Hasta hace poco la variedad de cervezas en Puerto Rico había sido restringida. En 1937 se fundó en Mayagüez la Cervecería India -hoy conocida como Cervecera de Puerto Rico- productora de las cervezas India, Medalla Light y Silver Key Light. Entre 1957 y 1987, aproximadamente, también se vendió la cerveza Corona, producto de la cervecería del mismo nombre.

Aún es difícil conseguir en la mayoría de los bares una oferta que vaya más allá de las usuales variedades. Sin embargo, con la apertura de establecimientos como Old Harbor Brewery y La Taberna Lúpulo, ambos en el Viejo San Juan, ha surgido una nueva tendencia. El primer establecimiento produce sus propias cervezas, mientras que el segundo ofrece una amplia variedad de cervezas artesanales importadas.

Según dice Christopher Hoppes, uno de los dueños de La Taberna Lúpulo, que recientemente abrió sus puertas al público, “vemos un gran potencial en la Isla. A pesar de que al inicio pensamos que la mayoría de los clientes se interesarían por cervezas ligeras, cada día hay más personas que quieren experimentar con su paladar y probar variedades nuevas”.

El concepto detrás de La Taberna Lúpulo surgió cuando Hoppes, un verdadero connoisseur de la cerveza y su socio, se vieron en la imposibilidad de conseguir sus cervezas favoritas en la isla. Ahora, gracias a la mano de Craft Beer Distributors of Puerto Rico, una compañía pionera en la repartición de cervezas artesanales, el bar se suple de una amplia variedad de bebidas exóticas que se han tornado muy populares entre los consumidores locales.



“Puerto Rico se está convirtiendo en el centro gourmet del Caribe, en términos de arte y gastronomía. Nosotros somos muestra de cómo existe un potencial de expansión en el paladar de los puertorriqueños”, expresa Hoppes. Comenzando en enero La Taberna Lúpulo ofrecerá no sólo su menú diario de cervezas artesanales, sino también alrededor de sesenta cervezas de barril para continuar fomentando esta nueva tendencia en nuestra Isla.

Por su parte, la cervecería Old Harbor, que lleva ya seis años en operación, ha fomentado la fidelidad de sus clientes mediante la introducción periódica de nuevas cervezas y la creación de un club de socios.

Según reportajes publicados, Old Harbor Brewery no sólo se especializa en la confección de cervezas sino que ofrece variedad de platos con cortes de carne Black Angus y langostas frescas.

El lugar es frecuentado por turistas de lugares tan distantes como Japón, Croacia, China, España, Alemania, Holanda, Brasil, Portugal, Australia e Italia, entre otros países, según sus dueños.


Recientemente, la cervecería recibió la medalla de plata en la competencia mundial “World Beer Cup 2010”, celebrada en Alemania. El galardón fue por su cerveza Weizenbook. Posteriormente, en verano, la cerveza tipo Pale Ale Old Harbor fue premiada en Estados Unidos con el premio Mid-Atlantic/Southeast.



Cómo se elaboran

Conocida desde la antigüedad, la cerveza es una bebida fermentada que se produce a base de ingredientes naturales, entre ellos el cereal, malteado, lúpulo, o planta aromática, levadura y agua. Combinadas a la perfección, estas sustancias producen un brebaje amargo conocido como mosto. La unión de mosto y levadura produce lo que conocemos hoy como la cerveza. El cuerpo, porcentaje de alcohol, textura, sabor y aroma de las cervezas que se elaboran en el mundo actual dependen, casi en su totalidad, del mosto cervecero y el tipo de cereal que se utiliza en su fabricación.

Sin embargo, la levadura es posiblemente uno de los ingredientes más importantes en la confección de esta bebida. Pocos saben que se trata de un hongo unicelular cuyo trabajo es digerir el azúcar y las proteínas del mosto. De un líquido amargo y difícil de asimilar, cuando se le agrega levadura, el mosto pasa a convertirse en una bebida rica en aroma y sabor.

Existen dos principales clases de cervezas: ale y lager. Las primeras se elaboran a temperaturas altas y luego se enfrían y depositan en tanques de fermentación. Las lager, por otra parte, se producen con levadura de diferentes temperaturas antes de comenzar su fermentación. De este proceso dependerá el toque final y la personalidad de la cerveza.

Las cervezas porter y stout son variedades de las ale, más oscuras de color y con más cuerpo. Las pilsners son una variedad de las lager, usualmente más pálidas de color y con mayor acidez en sabor.

A su salud

Tomar una cerveza entre amigos no sólo conlleva un momento para compartir y gozar de buena compañía, sino también grandes ventajas para la salud cuando es consumida en moderación. Según estudios recientes del Consejo Superior de Investigación Científicas de España, el consumo moderado de cerveza ayuda a prevenir numerosas enfermedades como el cáncer y ayuda a mejorar la salud cardiovascular, ósea, neuronal, el sistema inmunológico y gástrico. Por su bajo contenido calórico, compuestos vitamínicos y su alta proporción de fibra y minerales, la cerveza resulta ser una bebida provechosa para la salud.

Una mirada al mundo