Toda la vida preguntando


El periodista y escritor canario Juan Cruz, lleva toda la vida preguntando. Tanto así, que comenzó su carrera periodística a los trece años, hasta llegar a ser en 1976, uno de los fundadores del diario El País. Así también tituló uno de sus más recientes libros que recoge sus mejores entrevistas a grandes escritores realizadas a lo largo de más de cuarenta años. Durante cinco días de marzo, Cruz guió a diez periodistas latinoamericanos seleccionados por la Fundación de Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) para participar en el taller Periodismo que cuenta, una iniciativa que se celebró en San Juan durante el VII Congreso Internacional de la Lengua Española.

Periodismo que cuenta

Diez periodistas latinoamericanos figuraron en la lista de los talleristas seleccionados por la FNPI. Siete provenían de México, Venezuela, Colombia, Panamá, Argentina, Bolivia y, tres de Puerto Rico. Un grupo tan variado como la misma América Latina se subió a un vuelo con destino a San Juan sin saber qué esperar. A todos les aguardaban cinco días de puro conocimiento, reporterismo urbano e inmersión cultural.
Como valor añadido a la ya cargada agenda del taller se sumó el hecho que se celebró en simultáneo con el VII Congreso Internacional de la Lengua Española, un encuentro que reunió a docenas de conocedores de la pluma y permitió que vinieran de invitados al taller, muchos periodistas de gran renombre. Aunque en teoría el eje central de los discursos fue la lengua hispana, el periodismo jugó un papel igualmente importante. Medios internacionales cubrieron el evento de principio a fin. Otros invitados se dieron cita en la capital del Caribe para asistir a los conversatorios y paneles.
Para los diez talleristas, la rutina era diferente. Unos minutos pasadas las nueve de la mañana en el Aula 210 del Centro de Convenciones, Juan Cruz lideraba el foro.

El placer de contar

El periodismo equivale a la humanidad. Desde el primer día el Maestro hizo hincapié en el placer de contar que sentía Gabo periodista. Decía que para ser cronista, había que, ante todo sentir la gran necesidad y el gozo de contar. Gabo era periodista hasta cuando inventaba. Esa misma curiosidad inventiva le llevó a convertir el periodismo en una rama importante de la literatura, exponiendo de esta manera el entrecruzamiento de intenciones. El personaje principal del taller fue, desde luego la crónica, un género que engloba- según Cruz- todos los otros géneros, la narración y también la entrevista.
La crónica es un buen relato en el que todo lo que se cuenta es verdad. Se mueve en el tiempo, no debe tener fecha de expiración y los elementos interpretativos le otorgan fuerza, tono y carácter. Partiendo desde la figura de Gabo periodista- a quien considera el mejor cronista de la lengua española del siglo XX- lo más relevante de su metodología era la curiosidad, la musicalidad de su prosa y los detalles que van lentamente hilvanando cada historia.

Pluma y papel

En cuanto a la metodología del periodista, Juan Cruz no es amante de la tecnología, los teléfonos inteligentes, ni de las grabadoras. Dice que los enlaces son uniones matrimoniales. La grabadora no piensa. Al momento de transcribir es como si el aparato captara una entrevista muy diferente a la del entrevistador. No hay espacio para los detalles, los colores, la textura y la imponderabilia que tanto mencionaban Gabo y Kapuściński. Se debe condensar el pensamiento y darle importancia a los cinco (o seis) sentidos. El periodista tiene que resumir el intangible del espíritu del entrevistado.
¿Cuál es el mejor instrumento para el periodista?
Preguntó esta vez a los talleristas. Ante las diferentes respuestas, ninguna de las cuales le satisfajo, aclaró -los libros-Sin referencias literarias nuestra escritura sería maceta. No es lo mismo contarlo uno mismo que aportar referencias históricas, culturales y literarias, que hablan por sí solas. En cuanto a la crónica, la clave está en el punto de vista, la mirada que le otorga el valor a la historia. El lector no necesita verlo todo. Cuéntale lo sobresaliente del hecho. Al momento de escribir, se debe ver dónde dirigir la mirada.

Describir es seducir

Escribir me ayuda a fijar lo que veo. La capacidad de descripción es lo que da verosimilitud a la crónica. El periodista se construye leyendo y estudiando. El poder de la metáfora se sustenta en la realidad. Preguntar es poder. La escritura debe seducir. Así tanto como un buen beso o un bolero. La crónica debe hacerte sentir la misma pasión y al terminar te deja con ganas de más.

Hacer, no ser la crónica

La pasión no debe estar enfocada en uno mismo. Un buen periodista no se siente protagonista. Gabo no es moralista; es un hombre que te ofrece soluciones literarias a la crónica. La crónica es de uno, porque es uno quien la cuenta- pero no debe ser sobre uno. El periodista ha de asumir distancia a la narración, no puede ser el eje (al menos no siempre). El yo me resulta anti-estético e incluso anti-ético. La crónica no debe ser egocentrista a menos que el tema lo amerite. Debes ganártelo, el yo.

¿Cómo reaccionar ante la buena escritura?

Nosotros tenemos que envidiar la escritura. No es un defecto, sino una manera de ponerte retos, fijarte metas. Partes de un buen maestro y de las preguntas que vas trazando. Cada elemento de la crónica requiere tiempo. No es mejor la historia que se publica primero, sino la que esté mejor contada. 
El leitmotiv que acompañó tanto a Cruz como a los diez periodistas que participaron del taller fue el entusiasmo de contar una historia, el gozo que produce narrar y dar a conocer algo previamente desconocido. Juan Cruz vive y respira periodismo y, sobre todo, el género de la crónica. Los cinco días que compartió sus conocimientos con los talleristas también reflejaron esas ganas tan invencibles de transmitir a otros la felicidad y la pasión que produce narrar y leer una buena crónica. Ahora más que nunca- ante la obsesión por la inmediatez y la sobre simplificación del mundo reflejada en los medios- el periodismo merita un espacio como el que proporcionan los buenos cronistas y sus historias.

De parte de todos los que participaron en este taller: ¡Gracias Juan! Y gracias a todos los que hicieron posible este encuentro.

Grupo Taller FNPI
Foto: Gabriel López Albarrán

En Loíza las hormigas no son racistas


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Aquí se respira folclore, bomba y plena, un fuerte sentido de comunidad y sobre todo, negritud. Se le conoce como la Capital de la Tradición y el epicentro afrocaribeño de Puerto Rico. Según el Censo de 2010, Loíza cuenta con una población de 30.060 habitantes. La mayoría, descendiente de los negros africanos que fueron traídos a América en condición de esclavos.
En Loíza viven pocas personas que no hayan sido criadas desde su infancia aquí. Zonas enteras son designadas a familias y parcelas de tierra divididas entre parientes para que construyan sus hogares vis à vis. Rosa, pintora y profesora de fotografía, es una de ellas. Sus padres comparten la calle con uno de los artistas plásticos más conocidos de este Municipio. Se trata de Samuel Lind, un hombre delgado y modesto, de gruesos lentes y piel cobriza que a pesar de tener un apellido británico, dice que “de inglés no tengo na’”. Dedica su vida a producir obras que capturan la cultura de su pueblo y recibe cada año a cientos de turistas de todas partes del mundo que vienen en busca de piezas de arte tradicionalmente loiceñas.
Desde las afueras de su taller, localizado en una estrecha calle de mucho verdor cerca del casco de Loíza Aldea, se percibe su afán por los colores. Aquí las hojas son violetas y fucsia, las bromelias anaranjadas y lo único que aparenta ser de una sola tonalidad es la madera de la fachada. El interior del taller alberga enormes lienzos en óleo y acuarela, esculturas en madera y material reciclado, serigrafías de las fiestas de Santiago Apóstol y figuras representativas de Loíza. El sincretismo religioso y cultural es la orden del día. Moros, santos, espiritismo y negritud se unen en una explosión vivaz de tonalidades y matices. Los colores de la tierra y pigmentos de verde y azul predominan en cada cuadro dedicado a la pachamama, las bailadoras de bomba, sus faldas y pañuelos, la diosa de la fertilidad, flamboyanes, balcones coloniales, banderas puertorriqueñas, instrumentos musicales autóctonos y otros íconos y representaciones de este vivaz pueblo.
Loíza vive de folclore. Cada año durante el mes de julio se celebran las Fiestas Tradicionales en honor a Santiago Apóstol, una conmemoración que une en todo su esplendor tradiciones de la herencia española y la africana en una fusión auténticamente loiceña. Las calles se visten de una explosión de tonalidades, procesiones, baile, música, quioscos, disfraces y máscaras de vejigantes- uno de los símbolos más característicos de este pueblo.
Es la oportunidad idónea para que artistas como Lind que viven de su expresión y vocación plástica puedan mover sus piezas. En el pasado le han visitado en su taller personajes reconocidos de la cultura popular puertorriqueña, entre ellos Silverio Pérez, Danny Rivera, Tony Croatto y muchos otros. En una ocasión, cuenta que un japonés tocó a su puerta en busca de uno de sus cuadros. La información de su taller se encuentra en concurridas páginas web como TripAdvisor, Lonely Planet y otros foros en los que turistas comentan positivamente acerca de su encuentro con este colorido rincón de arte y tradición.
Sin embargo, todo no es color de rosa. Uno de los principales problemas que confronta Loíza continúa siendo la marginalidad. Según Rosa, “el racismo es cosa mala aquí”. Lind, a su lado, saca de una gaveta una serigrafía de antaño y muestra como el tiempo, el comején y los insectos van devorando lentamente los colores del lienzo. A pesar de ser una obra repleta de fuertes tonalidades los pequeños bichos han optado por devorar solo las delineaciones negras.  “Es que aquí en Loíza las hormigas no son racistas”, dice son una sonrisa entre dientes.
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Una reafirmación de la hermandad hispana se celebra por primera vez en Puerto Rico

CILE InauguraciónFelipe VI presentó su ponencia durante la inauguración del VII Congreso Internacional de la Lengua Española en el Centro de Convenciones de Miramar (San Juan).
Ha dado inicio y también clausura el evento más importante de la hispanidad en el mundo: el VII Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE 2016). Para los puertorriqueños es particular motivo de orgullo, pues desde hace tres años, fuimos elegidos para ser la sede de este reconocido evento que representa también una celebración de hermandad entre los pueblos que conforman Iberoamérica. 
A pesar de la paralizante crisis económica que enfrenta el país con una deuda fiscal que asciende los 70 mil millones de dólares y que muchos han calificado como impagable, hoy el Centro de Convenciones de Miramar se engalanó para recibir a cientos de invitados que se dieron cita, muchos por primera vez en esta tierra, para compartir en este encuentro de carácter cultural, académico, científico y de reafirmación de identidad.
“Enfrentamos una crisis que requiere que fortalezcamos uniones con otros países”, expresó Alejandro García Padilla, el honorable gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico durante la inauguración del evento.
La lista de invitados y participantes del Congreso incluye a figuras tan destacadas como los reyes de España, autores internacionales y locales de gran renombre como Luis Rafael Sánchez y Edgardo Rodríguez Juliá, políticos, exgobernadores, senadores, alcaldes, cónsules, directores de instituciones culturales, académicos, maestros, estudiantes, 150 ponentes, entre muchos más. La inauguración dio inicio pasadas las 10 de la mañana con la intervención de Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes, una de las entidades organizadoras del evento.
“La consolidación del español como segunda lengua principal en el mundo lo debemos a los Estados Unidos. En esta ocasión, la brújula marca Puerto Rico”, expresó el ponente.
Entre el público tan heterogéneo y diversificado se encontraban personalidades de toda Iberoamérica, que a pesar de ser disimilares en perfil, comparten todos una misma lengua que es, desde luego, uno de los legados principales de nuestros colonizadores. Esa misma herencia lingüística hoy día representa una lengua en crecimiento, a diferencia de muchas otras que están decayendo, enfatizó Juan Luis Cebrián, otro de los ponentes, quien es fundador y presidente del diario español, El País.
Sin embargo, la ponencia que dejó a un lado las formalidades y apeló más que nada a los sentimientos patrióticos de los puertorriqueños entre el público, fue la del escritor Luis Rafael Sánchez, quien a través de su rítmica prosa, hizo hincapié en los temas más populares que trata la literatura local de la isla: el estatus político y el amor de patria, la raza y los prejuicios y distorsiones que surgen de apelativos relacionados a la puertorriqueñidad.
Ese singular carácter caribeño que define a los residentes de esta isla fue un tema que no dejó de mencionarse en cada una de las intervenciones y la de su Majestad, Don Felipe VI, rey de España no fue la excepción. Entre las aportaciones que han dejado los ciudadanos de Puerto Rico, enfatizó el legado cultural y lingüístico de los boricuas en los Estados Unidos.
Además de la presencia de los reyes españoles, en la prensa ya se ha reseñado un momento relativamente incómodo para algunos de los invitados tanto locales como internacionales, muchos de los cuales no comprendían qué estaba pasando. Me refiero a la intervención inesperada de Rafo Muñiz, hijo del reconocido productor, actor y comediante Tommy Muñiz, quien trepado en una pequeña tarima en la parte de atrás del salón principal donde se llevó a cabo la inauguración, hizo un llamado a la prensa internacional de hacer eco ante la injustificada encarcelación del nacionalista puertorriqueño Óscar López, quien lleva 34 años tras las rejas en una cárcel en Terre Haute, Indiana sin derecho a juicio.
La inauguración y celebración de CILE 2016 en San Juan representa sin duda alguna una oportunidad para volver a colocar a Puerto Rico en el mapa iberoamericano. Como consecuencia de la complicada situación política con los Estados Unidos que vivimos desde 1898 cuando pasamos a ser territorio indescifrable desde el punto de vista cultural, lingüístico, político y social, muchas veces se nos olvida que formamos parte de una poderosa unión que es América Latina. Puerto Rico representa un puente entre Estados Unidos y también Iberoamérica, aunque también sufrimos de unas idiosincrasias difíciles de descifrar incluso entre nosotros mismos. Gracias a este Congreso, la isla de Puerto Rico ha logrado reconstruir ese puente, esos lazos de hermandad que nos caracterizan y muchas veces olvidamos que existen, pero que nos unen indefinidamente con otros pueblos hermanos de América Latina.
Nota fue publicada originalmente en Diálogo, periódico oficial de la Universidad de Puerto Rico el 15 de marzo de 2016.

Cerdeña: Paraíso natural y gastronómico




Por: Sarah V. Platt
Especial para De Viaje
Publicado 6 de marzo de 2016

Por lo general, cuando pensamos en Italia, los primeros destinos turísticos que vienen a la mente son: Roma, Florencia y Venecia. La menor cantidad de viajeros opta por salir de la bota para encontrar zonas menos concurridas y fuera de la agenda turística tradicional. Además de la península, el territorio italiano incorpora también islas vecinas como Sicilia y Cerdeña, ambas culturalmente ricas y muy variadas, algo que las convierte en tesoros dignos de ser explorados. Cerdeña (Sardegna en italiano y en sardo, el dialecto oficial de esta isla) es la segunda isla más grande en el Mediterráneo y constituye una región autónoma con estatuto especial de la República Italiana. 

Su ubicación estratégica la ha convertido desde el inicio de su historia en un punto atractivo. A su extremo norte yace la isla francesa, Córcega; la península italiana al este; Túnez al sur; y las islas Baleares al oeste. Geográficamente hablando, la isla de Cerdeña goza de un sinfín de influencias muy diferentes entre sí e, históricamente, fue invadida y conquistada también por numerosas civilizaciones, entre ellas: romanes, godos, bizantinos, moros, españoles y austriacos. Desde luego, todas estas culturas han dejado una huella en la herencia cultural, arquitectónica e histórica de Cerdeña que hasta hoy día continúa enriqueciendo esta tierra.

El Mar Mediterráneo abraza a Cerdeña, situándola como uno de los destinos más populares para aficionados del sol y las playas. Sin embargo, los amantes de la naturaleza y las caminatas al aire libre también encontrarán que Cerdeña merece la pena ser visitada, ya que más del 80% del territorio de esta isla está formado por montañas, colinas y altiplanos rocosos, llamados por los locales giallei o gollei. Asimismo, Cerdeña es la región italiana con mayor cantidad de superficie forestal, bosques, y muy poca población en comparación con la extensión territorial. Aunque el italiano se considera la lengua principal de esta isla, su dialecto y cultura sarda la singularizan culturalmente de la península. En el interior de Cerdeña cruzan también varios ríos, lagos, lagunas, golfos e islotes cercanos que proveen un aspecto menos árido al resto de la isla y añaden a la variada geografía de la zona. Es fácil también conocer otras islas cercanas como Córcega o la península Maddalena en ferry desde Cerdeña. 

Además de los aspectos físicos de esta tierra, su antiquísima historia, exquisita gastronomía, clima mediterráneo muy agradable durante todo el año y la amabilidad de los locales la convierten en un popular destino turístico.

Cagliari

La primera parada en la agenda turística de cualquier viajero es casi siempre Cagliari, la ciudad mayor y capital de Cerdeña, donde aterrizan la mayor cantidad de vuelos extranjeros. Uno de los lugares más concurridos de esta zona es la Playa de Poetto, de una larga extensión de arena blanca y Mar Mediterráneo, considerada además entre las mejores playas de ciudad del Mediterráneo. El Casco Antiguo de Cagliari es también una zona atractiva para quien busca enriquecerse de cultura, el buen comer y residuos históricos medievales en forma de templos e impresionantes murallas del siglo XIII. Al atardecer, se alumbra esta ciudad de unos matices dorados, capaces de hipnotizar a cualquiera. Las calles adoquinadas y estrechas, sus tienditas de artesanías, souvenirs, comestibles y ropa, antiguas librerías, pequeñas trattorias y restaurantes con típicos platos sardos frescos y suculentos- son solo algunos de los tesoros que ofrece Cagliari a sus visitantes.

Durante su recorrido por este centro histórico, recomendamos pasearse por la Torre de San Pancracio, uno de los emblemas de la ciudad y un buen punto para observar impresionantes vistas de toda la metrópoli. Asimismo, el Anfiteatro Romano construido en el siglo II es un lugar impresionante que le remontará al antaño. La Catedral de Cagliari es también un edificio emblemático, construido primero como iglesia románica, pero luego convertida a estilo barroco en el siglo XVII. Para los aficionados de las iglesias, recomendamos visitar también el Santuario y Basílica de Bonaria, ubicada en la cima de una colina, desde donde puede observarse el mar. Una leyenda cuenta que los marineros que regresaban al puerto de Cagliari se detenían primero delante de este templo a dar gracias a la Virgen.  

Subir la escalinata hasta el mirador donde se ubica el Bastione de Saint Remy es otra parada obligatoria en el centro de Cagliari. Esta zona reúne los más antiguos y bonitos edificios de toda la ciudad y desde este punto las vistas son impresionantes. Una vez terminado el recorrido, la mejor recomendación para continuar conociendo Cagliari es adentrarse en las callejuelas, perder el mapa y dejarse llevar por los encantos en cada rincón. Desde pasearse por las aceras a pie, o alquilar una Vespa, a sentarse a almorzar una pizza tradicional o tomar un cappuccino en un bar local en la concurrida Piazza Yenne- son todas opciones que les deleitarán.

Cocina sarda

La gastronomía típica de Cerdeña es muy variada y está fuertemente influenciada por una tradición rural que ha sido enriquecida por la variedad de culturas que conquistaron o dejaron huella en esta isla. La cocina sarda es heterogénea y muy diversificada. El pan sardo, por ejemplo, se considera uno de los acompañantes más típicos que no debe faltar sobre la mesa, así como la carne asada, el vino, los quesos y también los mariscos. El garum, una típica salsa de pescado marinado con vinagre y miel, forma parte de la dieta mediterránea y se popularizó gracias a los pescadores de esta isla. Algunos de los platos más populares son: fregula cun cocciula (pasta de sémola con almejas), cocciula e cozzas a schiscionera (almejas y mejillones cocidos en una sartén), cassòla (sopa de pescado),  aligusta a sa casteddaia (langosta al estilo de Cagliari) y spaghittus cun arrizzonis (espaguetis con erizos de mar servidos también en variantes con alcachofas o espárragos silvestres).

Un lugar ideal para probar estos y otros suculentos platos típicos es el Ristorante Italia, ubicado en la Via Sardegna 26ª en el centro de Cagliari. Este restaurante histórico abrió sus puertas en 1921 y aún continúa el legado de la familia Mundula. Los interiores del local son rústicos y elegantes y su menú ofrece platos de la cocina tradicional sarda, así como delicias de la tradición agrícola de esta tierra. En vitrina encontrarán pescado fresco para elegir y la carta de vinos es también otro atractivo. Recientemente añadieron a las facilidades una bodega y un oyster bar. El propietario y chef, Filippo Mundula, atiende a cada uno de sus clientes como si fueran miembros de la familia y dicha hospitalidad es también otra razón por la cual el restaurante está casi siempre lleno de locales y viajeros que continúan regresando año tras año.

Cala Gonone

Uno de los rincones más impresionantes de Cerdeña afuera de Cagliari, es sin duda alguna, Cala Gonone- un pueblito pesquero ubicado en la bahía Orosei en la provincia de Nuoro, al extremo este de esta isla. Constituye un área natural protegida, por formar parte del Parque Nacional Gennargentu, uno de los muchos bosques que se localizan en Cerdeña. Una excursión a estas calas comienza con el alquiler de lo que llaman en Cerdeña, gomones, es decir, unos barquitos de motor que permiten a los viajeros llegar a las cuevas de mar más recónditas, con mejores vistas, agua cristalina y peces multicolores. Las vistas de Cala Gonone son verdaderamente espectaculares. 

El color blanco de las piedras calizas hace un contraste muy pronunciado con el turquesa del mar.  La brisa del Mediterráneo que se siente sobre el agua es una sensación inigualable. Además, una vez sobre los barcos es posible adentrarse a las cuevas marinas, observar flora y fauna endémica y hacer un baño en las piscinas naturales. Existen varias opciones en cuanto a excursiones. Además de Cala Gonone, en esta zona hallará bonitas playas, impresionantes acantilados y otros atractivos turísticos, así como hospedaje y opciones de vida nocturna.
Para más información, acceda a: www.excursionescalagonone.com y www.calagonone.com

Valle della Luna

Para aquellos viajeros interesados en explorar zonas más remotas, incluyendo Cala Gonone, recomendamos alquilar un auto. Otra parada casi obligatoria se debe hacer para visitar el famoso Valle de la Luna, un pueblo un poco más distante, pero capaz de dejar a cualquier viajero fascinado por su inmensa belleza y atracción natural. Proponemos empezar la ruta en auto desde Cagliari, pasando por el pueblo de Olbia y en dirección hacia Santa Teresa de Gallura, donde se encuentra este espectacular valle plagado de naturaleza virgen, piedras granito, acantilados, cuevas, piscinas naturales y flora y fauna endémica. De regreso, si prefieren explorar otra parte de la isla, pueden ir en dirección hacia Alghero, otra importante y atractiva ciudad sarda, que en el pasado fue la capital. Antes de llegar a Alghero, pueden hacer una parada en el pueblo pintoresco de Castelsardo para almorzar, explorar el caso histórico y continuar el viaje. De este punto hasta Cagliari se debe recorrer aproximadamente una hora en auto.

El Valle della Luna se encuentra en una pequeña península llamada Capo Testa y en los años sesenta fue otorgado este nombre por una comunidad hippy que habitaba durante el verano en la zona. Hoy día, algunos continúan visitando este valle que forma parte de un área natural protegida. Sin embargo, en algunas zonas rotuladas es posible acampar. Pernoctar una noche en este rincón de la isla vale la pena, pues el cielo estrellado, el atardecer y el cambio de colores naturales que presenciará forman una experiencia memorable. Al interior del valle hallará espectaculares cuevas marinas y piedras granitas que ascienden el nivel del mar y calas donde estará en contacto directo con la naturaleza y podrá tomar un baño y sentirse como si dejó atrás la civilización para adentrarse en una sensación de pura serenidad.

 Para encontrar más información acerca de este destino, puede acceder a: www.viajarcerdeña.com y www.lasardegna.es

PARA VER FOTOS SOBRE ESTE DESTINO, PULSE aquí.


Una nueva aventura


Se acerca la fecha para irme de aventura una vez más. Esta vez me he decidido por un nuevo destino, casi tan indescifrable o tal vez incluso más que mi amada India. Una tierra donde habita la mayor cantidad de millonarios en el mundo, donde existen más ciudades con poblaciones que exceden un millón de habitantes, donde reside la mayor proporción de usuarios de internet y la tierra con el mayor número de rascacielos que cualquier otra nación en el planeta. Voy donde se manufacturan todos los productos que puedes conseguir en una farmacia, donde coexiste una infinidad de subculturas, dialectos, legados culturales y gastronomías- algunas de las más inimaginables.
Un enigma de país que pocos comprenden y muchos estereotipan, a la vez que se fascinan por su cultura y conciernen por otras cuestiones como el tema de derechos humanos.
He comenzado a leer "China in the 21st Century. What everyone needs to know", una obra de Jeffrey N. Wasserstrim, un profesor de historia de la Universidad de California. El libro intenta resumir los principales hitos históricos y culturales de este intrínseco país. Cada tema se presenta en forma de pregunta y el cuerpo del texto de no más de dos párrafos, intenta contestarla. Mientras más leo, menos entiendo. Hasta ahora lo poco que he absorbido han sido dos figuras principales que todo viajero de camino a China debe conocer: Confucio y Mao Zedung.
Comencemos por el primero, un filósofo más que cualquier otra cosa, cuya obra irónicamente no llegó a conocerse y popularizarse hasta después de su muerte en 479 b.c. El único texto que escribió fue Analectos, una obra que resume su pensamiento. Creía Confucio que los seres humanos son todos buenos y similares al nacer y no es hasta las primeras etapas de aprendizaje que nos contaminamos. Su filosofía está centrada en el orden social y cuatro relaciones que deben fomentarse para lograr este equilibrio.
Primero, entre mandatario y pueblo; segundo, entre padre e hijo; tercero, entre hermano mayor y hermano menor y, por último, entre marido y mujer. Le correspondía al más poderoso proteger al más débil, mientras que éste último debía responder con obediencia. Los roles sociales lo eran todo para Confucio.
El modelo de benevolencia paternal entre rey y pueblo ha convertido a Confucio y su pensamiento en una especie de símbolo de China. Sin embargo, esta corriente no es apoyada en todo el país, ya que los daoístas como también los comunistas respaldan un modelo más egalitario y rechazan éste por ser completamente jerárquico.
Según el libro, existen tres religiones principales en China: Confucianismo, Daoísmo y Budismo- aunque esto podría debatirse por ser estas tres más filosofías que otra cosa. Dice el autor que los chinos fluctúan entre estas tres corrientes espirituales dependiendo del contexto en que se encuentren y la necesidad que tengan.
Mao Zedong, el líder supremo de la China comunista, por otra parte, enfatizaba su versión de la tradición marxista. Creía en la construcción de una sociedad socialista armoniosa y la promoción de equidad y justicia entre sus miembros. Es decir, lo contrario al modelo paternalista de Confucio.
El libro entra en detalle de cada dinastía gobernante en China, las relaciones sociales desde el feudalismo hasta hoy día bajo el comunismo, la producción y exportación de té y opio- dos productos inexorables, la Revolución Cultural, el sin número de guerras y batallas que ha sufrido el país, y el más reciente deseo por desarrollar un sentimiento democrático. Sobre Mao menciona que fue responsable por la muerte de 70 millones de personas, una cantidad mayor a cualquier otro líder en la historia.
En tres meses me embarco en una nueva aventura. Un país con tanto echo en el mundo, pero tan poco comprendido entre extranjeros, me espera: China.

Conoce el suroeste de Inglaterra


Especial para De Viaje
Por: Sarah V. Platt
Publicado 28 de febrero de 2016

Muchos viajeros que se aventuran a conocer el Reino Unido se limitan a su capital, Londres, sin saber que el resto de esta maravillosa zona también tiene mucho que ofrecer. Aparte de los característicos double decker buses y las cabinas de teléfono rojas, Inglaterra ofrece al viajero una rica herencia histórica y amalgama de culturas y tradiciones. Sus legendarias abadías, castillos medievales enclavados en pueblecitos de encanto, colinas verdes, patrimonios culturales de la UNESCO y fusión de estilos arquitectónicos, ubican a este destino en uno muy atractivo. El territorio del Reino Unido se extiende a Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte, todos países plagados de belleza natural inigualable y locales amigables que disfrutan de mostrar la riqueza de sus tierras. A continuación, un recorrido por el suroeste de Inglaterra con algunos puntos de interés clave.
 
Bristol : arte urbano y tiendas vintage
Desde sus inicios, esta ciudad británica ha estado ligada a la prosperidad de su puerto, uno de los centros comerciales más relevantes del suroeste del país, seguido de la ciudad de Plymouth. Durante muchos años Bristol fue la segunda ciudad inglesa más poblada después de Londres y hoy día se caracteriza por ser una metrópolis universitaria caracterizada por un ambiente de arte urbano, música, cine y multiculturalidad. Ubicada a solo un par de horas de Londres, Bristol es fácilmente asequible tanto por tren como por autobús y hacer una parada en esta urbe, sin duda alguna, merece la pena.
Gloucester Road es una calle bastante larga que alberga cientos de tiendas, boutiques, restaurantes y colmados orgánicos e internacionales en el corazón de Bristol. Se considera una de las calles con más negocios independientes en todo el país y pasearse a lo largo de ella es realmente impresionante. Vis à vis el turista hallará restaurantes turcos, tailandeses, indios, italianos, pubs tradicionalmente ingleses, cafés, tiendas de ropa y accesorios vintage, supermercados locales y mucho más. Es posible cenar comida auténtica de un sinfín de países prácticamente a diario en este destino y cada uno de sus restaurantes ofrece una ventana a un mundo diferente. Por lo general, los precios son asequibles y los productos que se usan en cada plato son frescos y suculentos.

Stokes Croft es otra calle adyacente que se considera muy a la moda entre los residentes de Bristol. Para salir de noche, presenciar música en vivo o ir de compras, también es altamente recomendable. Por albergar varios centros universitarios, en la ciudad realmente se respira un aire fresco, vanguardista y progresivo.

En Bristol se hallan muchos mercadillos donde se consiguen productos locales manufacturados por artesanos de la zona. Desde prendas en plata, abrigos de lino, miel orgánica y aceites de aromaterapia, el St. Nicholas Market muestra ser un punto atractivo para aquellos viajeros que gustan de encontrar piezas y productos originales. Una caminata por Castle Park en el mismo centro de la urbe, donde podrá admirar la naturaleza del parque luego de haber ido de compras en las adyacentes calles comerciales, también es una buena opción.

Para los amantes de la arquitectura recomendamos visitar el Clifton Suspension Bridge, diseñado por Isambard Kingdom en el siglo 18 y considerada una joya de ingeniería victoriana, así como uno de los símbolos más icónicos de la ciudad. Abierto 24 horas al día, es posible tomar un tour gratuito del puente colgante casi a diario y admirar las vistas del cañón desde lo alto. Otra opción es ir hasta el Avon Gorge Hotel una vez se haya caminado el puente y cenar en el restaurante con las vistas del puente al fondo. Para más información, acceda a  cliftonbridge.org.uk

Regresar a la era romana en Bath
A solo una hora en autobús desde Bristol se halla una joya de pueblito medieval llamado Bath, que representa casi una parada obligatoria para cualquier viajero que se encuentre en la zona. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987, esta localidad cuenta con las mejores piezas arquitectónicas romanas y georgianas de Europa, incluyendo las Termas Romanas, la Sala de Bombas, la Abadía del siglo XV y el Royal Crescent. El pueblo es perfecto para ser explorado a pie y el viajero podrá no solo admirar desde su centro, la belleza natural que le rodea, sino también una amplia variedad en cuanto a boutiques, tiendas independientes, interesantes museos, restaurantes y pubs. El Thermae Bath Spa es también otra opción para aquellos que interesen bañarse en los únicos manantiales naturales de agua termal en Gran Bretaña.
Los baños romanos representan uno de los más finos spas del mundo antiguo desde donde es posible admirar las ruinas del templo de Minerva y visitar la casa-baño donde los locales se sumergían en aguas termales hace casi 2000 años. Merece la pena separar al menos dos horas para explorar este lugar, que cuenta además con un café, una tienda y un museo. Es también un interesante destino para ir con toda la familia, ya que dentro de las facilidades presenciará una recreación de la vida romana con personajes disfrazados que ilustran cómo era la vida cotidiana en el siglo 18. Para más información, acceda a www.romanbaths.co.uk

La abadía de Bath
Es una maravillosa iglesia gótica localizada en el corazón de este pueblo y es considerada la más importante de Bath. Su estilo gótico se destaca por cúpulas típicas inglesas de esta época y vidrios amuralados. Por no considerarse una catedral, su construcción fue más modesta y de dimensiones más reducidas. Con la reforma anglicana en el siglo 16, desgraciadamente gran parte de sus vidrieras fueron destruidas, aunque en la época victoriana fueron restauradas siguiendo la tendencia de estilo neogótico. El interior de la iglesia merece la pena ser visitado por ser un ícono del país, elegida por la BBC para transmitir misas en vivo durante la época navideña y otras importantes festividades. Asimismo, frente a la abadía a menudo es posible presenciar músicos y cantantes de ópera que interpretan piezas clásicas como señal de bienvenida a los visitantes del templo. 

Bath Guildhall Market es un mercado cubierto y muy característico de este pueblo que ofrece algo para cada viajero. Aquí es posible degustar una taza de té inglés, comprar comestibles locales y orgánicos como queso, olivas, embutidos, comida para llevar, y también pashminas, souvenirs, productos de belleza, piezas de cuero, entre otros. Abre de lunes a sábado y puede accederse desde Newmarkey Row y High Street. Para más información, visite bathguildhallmarket.co.uk

Para los amantes de los pubs, recomendamos, sin duda, The Bell, un espacio bohemio donde se toca música en vivo a diario y pueden degustarse una amplia variedad de cervezas artesanales de barril.

Glastonbury: un pueblo esotérico
Otro day trip desde Bristol que recomendamos es Glastonbury, un pueblo reconocido mundialmente por su tradicional festival de música que se celebra cada año a finales de junio. Sin embargo, esta localidad pintoresca tiene mucho que ofrecer y puede ser visitado durante todo el año. Glastonbury es, sin duda alguna, un pueblo muy característico y singular. De tendencia esotérica, mística y mágica, Glastonbury alberga docenas de tiendas coloridas que venden productos zodiacos, de medicina alternativa y símbolos paganos. Recomendamos visitar el pub más antiguo de la ciudad, The George and Pilgrim, que parece también haber sido sacado de un cuento de hadas. Mucho enigma y misterio circunda la ciudad y se dice que en la década del 20, Katharine Emma Waltwood descubrió el zodiaco de Glastonbury, es decir, un área circular de 10 millas de distancia donde aparecen trazados los doce signos y aún puede ser visto desde la altura. Por esta razón y también por las ruinas que yacen en esta localidad, se considera un punto de encuentro de reuniones esotéricas.

Glastonbury Abbey
La abadía de Glastonbury es una de las más antiguas instituciones religiosas de las islas británicas, de gran riqueza legendaria. Una visita es más que meritoria, ya que la energía que emiten estas ruinas es deslumbrante. Sus visitantes pueden transportarse al siglo 16 mientras recorren sus ruinas al aire libre y las leyendas que envuelven estos maravillosos restos arqueológicos. En las 36 hectáreas se levantan impresionantes arcos, estatuas, jardines medievales, un pequeño lago y otras edificaciones que muestran cómo era la vida en este monasterio benedictino. La abadía floreció durante su larga historia desde al menos el siglo 7 hasta su disolución a manos del rey Henry VIII en 1539. En el año 1066 y luego en la época medieval se consideró como uno de los monasterios de más rica herencia en toda Inglaterra. En el complejo pueden visitar también una exhibición que muestra la vida cotidiana de los monjes, la cocina medieval Abbot y la tumba legendaria de King Arthur, entre otras edificaciones. Para más información, acceda a glastonburyabbey.com

Desde la abadía es posible también subir una colina hasta llegar a Tor, el ícono de la ciudad de Glastonbury. Localizado en el tope de una montaña en forma de cono, la edificación se alza majestuosamente sobre la tierra y su origen permanece siendo un enigma. A lo largo de la historia se han encontrado artefactos de la época de hierro y la era romana. Hoy día, sobre todo en el verano, es común presenciar diferentes ceremonias de solsticio de verano. Sin duda alguna, un lugar muy interesante que visitar.





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