Wrocław



Llevo 75 horas en Breslavia, la cuarta ciudad más grande de Polonia, capital de Silesia, al suroeste del país. El nombre políticamente correcto en español es Breslavia, aunque la ciudad tiene mil nombres. En polaco se conoce como Wrocław, aunque se pronuncia Vrótsuav. En alemán es Vratislav, para otros, Breslau. En checo es Wratislavia. En húngaro, Boroszló. Y bueno, así por el estilo. Casi igual de complicado también resulta hablar, leer o entender cualquiera de estos idiomas, en particular, el polaco, pero lo importante es intentarlo... algo que llevo 3 días haciendo, con mucho empeño y a mi juicio, bastante éxito.



No creo que muchas personas fuera de estas longitúdines conozcan o hayan pisado Breslavia. Es bastante apartada de la capital y además de ser un centro económico, cultural y académico, ya que en ella se encuentra una de las universidades más prestigiosas del país, pues casi pasa desapercibida fuera del territorio polaco.

A pesar de esto resulta ser un lugar bastante interesante y para mí más aún por ser la primera vez que aterrizo en Europa del Este. Los rostros de los locales también son interesantes. Nada similar a lo que mis ojos se han acostumbrado. Hay mucho estilo en la calle, muchas bicis. Cuerpos largos, melenas a lo Durán Durán, algunas afeitadas sólo de un lado, otras pintadas naranja neón. Las mujeres por lo general son guapas; los hombres, por otra parte, suelen tener unos rasgos muy particulares. Pómulos altos, caras cuadradas, pieles casi transparentes, narices redondas, hay de todo un poco. Lo que sí puedo decir con certeza es que en 75 horas que llevo aqui todos comparten una cosa: la amabilidad. Aún no me he topado con alguien que no haya querido ayudarme y eso es bonito, además de un enorme alivio (especialmente cuando llevas seis horas caminando y no aguantas los pies).



Geográficamente hablando a Breslavia la cruza el río Oder y parece en el mapa como si estuviese formada de diferentes islitas. Culturalmente hablando, por lo que me han contado, parece albergar cientos de estudiantes internacionales. Sin embargo es verano, muchas personas están de vacaciones y con excepción de un par de africanos, algún grupito de indios y dos o tres turistas italianos en busca de pasta, tengo la sensación de ser casi la única no-polaca que camina por la calle. Asimismo, casi nadie habla inglés y digamos que si lo hablan, la mayoría se limita a una docena de palabras. Hasta ahora he intentado pasar bastante desapercibida y creo que lo he logrado. Hablo poco y si suelto alguna palabra, intento que sea en polaco. De igual manera me responden.



En estos 3 días he caminado tanto. Me he perdido cientos de veces. He tomado el tram en casi todas las direcciones. Los autobuses también. Y siempre haciendo el máximo esfuerzo, con la gran ayuda de un librito que cargo, de comunicarme con los locales. Conocí Rynek (Market Square) y fue amor a primera vista. No encontré ni un sólo papel tirado en el suelo. Con excepción de dos o tres rumanos, tampoco hay deambulantes. Además, ¿quién pensaría en Polonia como un país colorido? Pues esta plaza se distingue especialmente por su arquitectura casi sacada del cuento de Hansel y Gretel, capaz de sorprender a cualquiera. Asimismo, alberga docenas de locales súper novelescos, cada uno pintado de un color diferente. Para cada gusto encontrarás algo, desde comida india, italiana, vietnamita, hasta gastronomía tradicional polaca, alemana, checa, ensaladas que hacen aguar la boca, cerveza, helados de mil y un sabor, frutas suculentas, cappuccinos. Tu pide que hay y lo mejor es que te sirven cada plato (fresco, orgánico) con una sonrisa y un ¨Proshe¨. Otra ventaja es que a diferencia de otros países de Europa Occidental, NADIE te dice a la hora que debes comer. Olvida la siesta y los precios ultra caros. Siempre encontrarás algo para disfrutar y saciar el ratito o una excusa para sentarte en una terracita (ahora que el clima está perfecto) y gracias a que aún no ha llegado el euro a estas tierras, los zlotys se han convertido en mi mejor amigo.

Hasta ahora... ¿Polonia?
Una palabra: BRUTAL

Do widzenia!!! Hasta la próxima...

2 comentarios:

  1. wow que linda y colorida!!! Me encanta!! Tiene un poco de parecer a los pueblos en las afueras de paris como dijon! love it!!!

    ResponderEliminar
  2. Me ha resultado muy interesante esta entrada para buscar información par el blog sobre mi futuro Erasmus en Wroclaw. Estoy deseando que llegue la fecha para llegar allí.
    Mi blog es: http://pasaporteawroclawski.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar


Una mirada al mundo