Un polaco en China



"A veces hago las cosas o las pienso con mente europea, pero también intento imitar a los chinos para aprender de ellos. Quiero alejarme de la mentalidad eurocentrista. En Roma como los romanos, ¿verdad?", dice Tomasz Solak, un polaco treintiañero oriundo de la ciudad de Opole, quien lleva en China trabajando como educador desde hace dos años.
Conocí a Tomasz en una aula de la Wyzsza Szkoła Filologiczna we Wrocławiu (WSF), una universidad privada especializada en el estudio de lenguas y ubicada en la ciudad polaca de Breslavia. Yo daba clases de español en dicha institución, mientras él cursaba su máster en Filología Hispánica. Era uno de dos varones entre quince mujeres estudiantes. Sus canas y espejuelos siempre le otorgaron un look serio, profesional, e incluso intelectual. Recuerdo poco sobre su participación o desempeño en clase, pero no dudo de que fuera muy valioso.
De ese capítulo han pasado ya casi tres años y no supe más de Tomasz hasta que por casualidad un día mientras planificaba un viaje a China para el verano de 2016,  vi que había comentado en la página de Facebook de una amiga en común y que en su nombre aparecían caractéres chinos. Segundos después entré a ver su perfil y pude leer que en su ciudad actual ponía Chongqing, una importante urbe china donde se encuentran los ríos Yangtze y Jialing. No tardaríamos mucho en ponernos en contacto nuevamente y coordinar una parada en mi agenda de viaje, para incluir una visita a mi exalumno, hoy día amigo, en su nuevo hogar adoptivo.
Como muchos polacos que terminan sus estudios y buscan obtener nuevas y enriquecedoras experiencias de vida, Tomasz se interesó por emigrar de Polonia. Por estar especializado en lenguas (de momento domina cuatro a la perfección: polaco, inglés, español, francés; y se defiende en tres más: portugués, italiano y mandarín)- sabía que quería encontrar trabajo en este campo. Tras una ardua búsqueda internacional y algunas entrevistas por Skype, le hicieron una atractiva oferta de trabajo en la Chongqing Dear Child Kindergarten of Oxford International Culture & Education Group- una escuela que sigue un modelo innovador y vanguardista de educación forestal y del medioambiente.
En CQ Dear Child Kindergarten estudian alrededor de 300 niños chinos de 2 a 6 años de edad, desde que se fundó el proyecto por Li Shasha, Zhou Ru y He Chéngjian hace seis años. Los tres fundadores se juntaron para crear un modelo educativo que promueve la independencia, la auto-suficiencia y la immersión directa de los niños con el entorno natural. Digamos que esta no es cualquier escuela. Aquí los niños recogen y limpian sus platos tras comer, leen desde una muy temprana edad, estudian varios idiomas, tocan piano y otros instrumentos y hacen excursiones naturales por todo el país sin la presencia de sus padres.
Por una parte puede sentirse la influencia del Confucionismo en este modelo de educación y el énfasis en el respeto, la disciplina, el orden y la perseverancia. Por otra, sin embargo, se fomenta la independencia, las relaciones interpersonales, la equidad y el compañerismo.
"Estos niños tienen la posibilidad de conocer otros mundos fuera de la ciudad, pasar unos días alejados de sus padres. De este modo se desarrolla la cooperación entre los chicos; se ayudan mutuamente. Aprenden -tal vez no conscientemente- sobre importantes enseñanzas de vida", expresa Tomasz.
Tomek (apodo en polaco de Tomasz) nos cuenta que una de las más recientes excursiones en las que él pudo asistir fue al desierto Tengger, ubicado en la región de Mongolia interior, cerca de la frontera de este país con China. 38 niños de entre cuatro y cinco años, junto a 15 maestros, asistieron al viaje que incluyó: un vuelo de una hora, pernoctar una noche en Changliushui (una aldea a medio camino), un viaje en caravana descapotable, senderismo por las dunas, acampar una noche en el medio del desierto y luego a la vuelta, dormir una noche en un hotel.
"El objetivo principal de la excursión era celebrar la graduación de los niños y caminar desde el pueblito donde pernoctamos hasta la región autónoma de  Hui de Ningxia en Mongolia interior, un trayecto de ocho kilómetros a través del desierto", dice Tomek. "Yo estaba muy sorprendido de que los niños quisieran hacer el senderismo. Estaban cansados, pero seguían caminando- fue impresionante."
Impresionante es poco. Los pequeños de esta escuela son niños que están siendo educados por un modelo radical, que no siempre va aliñado al estándar tradicional de la educación en China. A pesar de haber enfrentado tensiones y altercados con el gobierno y algunos padres, el principal He no desiste de su misión. Es un hombre cuarentón, de mente abierta, un viajero imperdernido e interesado por otras culturas, sobre todo la tibetana. Cada año viaja a este país desde Chongqing a bordo de su Jeep- un trayecto que le toma cinco días, y luego suele quedarse un mes completo visitando amigos y haciendo deportes extremos como escalar montañas, uno de sus pasatiempos favoritos.
"Cuando voy a Tibet tengo sentimientos encontrados. Por una parte veo que el gobierno chino ha hecho mucho en la región, sobre todo en términos económicos, en cuanto a infraestructura y desarrollo- y con eso me siento bien. Por otra parte, estoy consciente de que los comunistas chinos intentan imponer su cultura, que a los tibetanos se les margina y discrimina, y con eso me siento muy mal", expresa el señor He.
En los dos años que lleva Tomek en Chongqing, ha aprendido más que con cualquier libro de historia. Sobre Tibet, sobre China, sobre historia, cultura, filosofía... Ahora se interesa también por conocer el budismo y por mejorar su mandarín y sus destrezas tocando piano. Insiste en que también ha aprendido a educar. No solo a dar clases de lenguas y a enseñar, sino a educar. A pesar de sentirse aún como uno de afuera, admite que de este modo, a través de los niños, logra acercarse más a China y a su cultura.

Recientemente Tomasz alcanzó otra meta profesional. Además de ser un carismático educador, ha mostrado ser un efectivo enlace entre China y Europa. En pocos meses su escuela recibirá a cinco alumnos polacos que cursan estudios conducentes al grado de Filología Inglesa, como maestros practicantes, marcando de esta manera el primer convenio entre Chongqing Dear Child Kindergarten y la Escuela Superior de Filología de Breslavia (WSF por sus siglas en polaco). Estos alumnos viajarán a China, donde permanecerán durante tres semanas, convivirán con una familia local y tendrán la experiencia de asistir a otros maestros en sus tareas pedagógicas- todo mientras obtienen créditos académicos y cumplen con los requisitos de su bachillerato.
De momento Tomek no tiene ningún deseo de regresar a vivir a Polonia. En China se le han abierto todas las puertas y reconoce que su realidad sería muy diferente si fuera a regresar. Está contento con su trabajo, quiere continuar creando alianzas y convenios con el extranjero y en un futuro cercano también formalizar sus estudios en lengua y cultura china. Aunque extraña a su familia, sus amigos en Opole y el desayuno polaco, se siente contento en este país.
"China no es para todos, de eso no hay duda. Es imprescindible venir con mente abierta. Hay algunas cosas que pueden parecernos repugnantes. No soy chino, soy polaco- pero lo acepto e intento tolerarlo", dice con una sonrisa entre dientes.

The Afterlife of Xi'an

Thousands of years ago the former Cháng'ān was a thriving city known for its emperors, courtesans, poets and monks. Followers of diverse religions coexisted in relative harmony and culture and arts were in full sprawl. Travellers arrived to this great city since it marked the beginning of the Silk Road and goods carried on camels were easily accesible before being transported throughout Eurasia. Cháng'ān was the home to several major dynasties that date back to the 11th century BC.
Today this modern Chinese metropolis is known as Xi'an, a city that lays on the Wei River and is considered to be one of the epicenters of Chinese culture and civilization. Travellers usually make a stop here as it is the home of the famous Terracotta Warriors and the interesting Muslim Quarter.
These two stops are worth making when travelling through China, especially the Terracotta Warriors archaelogical site, which holds a special value to the belief in an afterlife. Emperor Qin Shihuang, the man behind it all was, without a doubt, an eccentric leader. He began ruling at the young age of 13 and was considered to be an obsessive compulsive over-achiever. Before the age of 40 he had already conquered six major kingdoms as well as introduced major transformations to the country.
The construction of this amazingly impressive subterranean life-size army with horses and chariots was his idea. The reason behind it is still questionable. Some believe the Emperor believed in a similar notion to karma and was terrified of the evil spirits who were awaiting him after his death. For this reason he ordered the confection of thousands of soldiers to guard his tomb and offer him protection in his afterlife. Another theory is that the Emperor believed he would continue ruling even after his death and would need these men to accompany him onto his passage to the afterlife.
Whatever the reason, the notion of a safe and protected entrance into an afterlife was ever present. In order to guarantee this, the Emperor enslaved hundreds of thousands of workers to construct the massive project. Those who refused or complained were even buried alive. The final product is considered to be one of the finest archeological sites in the world and a Unesco patrimony of culture. The level of detail of every single soldier is impressive and it is even known that they were once hand painted in bright colors. Although many of the figures have been destroyed, especially those made from wood, several hundreds remain almost intact. The expressions, hairstyle, armour, clothes and even the footwear trends are all unique according to the soldiers' position in the military hierarchy.
Well worth the visit, the Army of the Terracotta Warriors is astonishing and in order to fully understand and appreciate it, watching the on site documentary (or any other one- Youtube has several) is highly recommended.
The fear of death, solitude, the unknown and bad karma seems to have always been a preoccupation to mankind, especially among evil totalitarian rulers such as Qin Shi Huang. However, in spite of his tyranny and compulsions, we can now enjoy this extravagant and majestic collection of archaeological art.

Babilla


Mis estudiantes me dicen que tengo babilla porque he venido sola a China y estoy haciendo un viaje fuera de lo común: sin guía ni excursión organizada y, hospedándome en casas locales a través de Airbnb. A pesar de que en el mundo- sobre todo en Europa y países como Australia o Canadá- es común observar viajeros que se trasladan de un lugar a otro con mochila sobre sus espaldas, toman el transporte local y van ajustados en cuanto a presupuesto se refiere, en Puerto Rico esto supone una anomalía. Mucha gente vive temerosa y evita situaciones fuera del 'comfort zone', sobre todo en el extranjero.
Recuerdo cuando comencé a insertarme en el mundo de Couchsurfing y de viajes hace dieciséis años, que muchos colegas juraban que había perdido la mente o que era demasiado aventurera y arriesgada. Ignoro si esta actitud es un reflejo de la inestabilidad y poca seguridad que se vive en la Isla, o si es el resultado de la falta de exposición de estas personas. De todos modos, considero que si siempre nos preocupamos por el posible daño o peligro que podríamos incursionar en la vida, desde luego nos limitamos a un mundo de posibilidades y experiencias.
No podría imaginarme nunca viajar de otro modo. Los tours organizados nos adentran a un mundo irreal, una burbuja donde todo es seguro y poco es auténtico. Se va siempre de prisa, el tiempo está fríamente calculado y el contacto local es nulo- aparte de un guía que habla la lengua materna de uno. Comprendo que las personas mayores no podrían viajar de otro modo, o los discapacitados- pero en el caso de los jóvenes sanos, no me hace sentido.
Viajar solo y con presupuesto limitado es el mejor regalo que cualquier joven puede hacerse. Es asequible en términos de costo, te permite ser solidario -con otros y con uno mismo- y es la mejor manera de crecer, observar, encarnar otras realidades y también aumentar la consciencia, la tolerancia y el entendimiento con los otros. Como decía Kapuściński- un viajero empedernido- "a través de 'los otros', me conozco mejor a mí mismo".
Hay que tener babilla, de eso no hay duda. Y es precisamente esa babilla la que te hace consciente de la enorme vulnerabilidad a la que te sometes cuando viajas solo por el mundo. Si a eso le añades una gran barrera lingüística y cultural-como es el caso de China-, pues el auto-crecimiento va en aumento. Cuando estás solo y nada te es familiar, las alegrías son cuarenta veces más eufóricas y las frustraciones, la soledad y la tristeza- también. Cada emoción se exalta y no es hasta que te sientas a digerir cada momento, que te das cuenta de lo enriquecedor que es encarnar este tipo de experiencias.
Algunos me han dicho que "tengo suerte" o mucho dinero para darme este tipo de "lujo", cuando en realidad ni de lujo ni de suerte se trata esto- sino de un modo de vida, de establecer otro tipo de prioridad.
Sin babilla es difícil obtener semejante grado de humanización como resultado de estos viajes y experiencias. La babilla te permite aceptar la debilidad de la condición humana.
Saber que si te montas en un tren y al cabo de treinta minutos te das cuenta de que vas en dirección opuesta y no sabes donde estás, poco puedes hacer por no poder comunicarte. La babilla te ayuda aceptar que a veces pasarás hambre, frío o soledad por ser el otro entre tantos otros- y que está bien, por que al cabo del día, encontrarás una salida, un ángel que te ayude y que la recompensa personal no tendrá precio.
Gracias a esa babilla soy quien soy, he recogido el bagaje cultural que cargo y no lo cambiaría por nada en el mundo.

The Best of Beijing

As a travel destination, China is - without a doubt- underrated. Almost everything we hear about this enormously large, diverse and multi-ethnic country is a mere stereotypical and inaccurate version of the truth. The media portrays the nation as being malodorous and backward, dangerously communist, unethically harmful to its residents, and the author of human rights violations, oppression and censorship. And although some of this is true, most isn't.
Western films further reflect a negative, generalized and ridiculed cultural image that includes Disney kung fu pandas, old school samurais, and a white-washed Hollywoodian version of Chinese characters interested exclusively in mathematics, merchandise, cuisine and/or martial arts.
It is impossible and ignorant to speak of China as a whole. Although Han is the major ethnic group (96%), at least sixty different races who speak at least one hundred different dialects, eat incredibly diverse foods, practice an array of cultural traditions and live completely diverse lifestyles, coexist in this nation that borders Mongolia, North Korea, Myanmmar, Laos, Kazakhstan, Tibet, India and Vietnam.
Beijing, however, is the first stop on the itinerary of most travellers. This modern capitalistic city is home to over 22 million people, many of whom are high-tech fashion aficionados. Besides the smoggy, polluted and congested image reflected by Western mainstream culture, Beijing is irresistibly rich in cultural relics, ancient monuments and traditions, religious and spiritual temples, landscapes and diversity.
A highly recommended destination for solo travellers, women and also families with small children, Beijing counts on an incredibly easy to understand public transportation subway system which connects passengers to major attractions.
Although quite hard to find locals who can speak more than a few words of English, this does not mean that getting around is a limitation. Also, solo travellers fear not of getting lost, becoming uncomfortable or being harassed by anyone (as is common in many other countries). Generally speaking, the Chinese are gentle and nice people, willing to lend a helping hand in times of need. If once in the country you feel stared at, it is most likely a reflection of local curiosity, not a sign of hostility.
Because it is greatly underrated as a travel destination, there are few westeners outside major attractions, and for travellers looking for an authentic and local experience, this is definitely a plus. Although the language barrier is huge, a translation app or Chinese phrasebook is highly recommended and will help you when lost in translation.
For those looking to meet and share with locals, Airbnb accomodation is another great option, both cheap and rewarding in terms of human contact and cultural exchange. Also, with direct and reasonably priced airfare tickets from cities like New York, travelling to China has never been easier. Check out skyscanner.com for great deals on flights.
Hesitate no more and book that flight. China will leave you pleasantly surprised and wanting more!
Here's the best of Beijing-
1. Temple of Heaven

Set in a 267-hectare park, this temple was originally constructed to serve as stage for the celebration of animist rites and prayers for good harvest. It's a great place to admire the impressive pagodas, rose gardens and stunning architecture for at least a couple of hours.
2. Tiananmen Square (here you can also find Chairman Mao Zedung's Mausoleum & the Chinese National Museum)
Considered to be the world's largest public square, Tiananmen is a symbol of the heart of Beijing and of Chairman Mao Zedung. Truly breathtaking, especially on a clear day- this Soviet inspired square allows you to stand in the symbolic center of the Chinese universe, feel Mao's projection of the enormity of the Communist Party,  and stretch your legs before entering the Forbidden City.
3. Forbidden City
Home to the  15th century Ming & Qing dynasties, this site was off-limits for at least 500 years, hence its name. Nowadays, it's the best preserved collection of ancient buildings in all of China and truly worth a full-day visit. Ceremonial buildings lay in the north-south axis, while marble terraces, imperial gardens, impressive statues, marble terraces, and an enourmous amount of beautifully designed halls are found elsewhere.
4. Jingshan Park

A great spot to check out after touring the Forbidden City, rest your legs and enjoy an amazing birds eye view of the beforementioned area.
5. Summer Palace
One of Beijing's most visited sites, this imperial summer palace is definitely worth checking out. Temples and  impressively architectured buildings rise above the ground and around the Kunming Lake in this breezy sanctuary. You may take a dragon shaped boat to a nearby island and enjoy the view.
6. Art District 798
A favorite among hipsters, art dealers and contemporary art gallery lovers. Here you can stroll through an array of old factories now restored and converted into art galleries (most free of charge) that contain some of the most surreal and impressive pieces of modern Chinese art.
7. Olympic Park
Architecture and sports aficionados will love exploring this area which hosted the 2008 Beijing Olympics.
8. The Great Wall (there are several options here, but in order to avoid crowds of people & see the original state, check out Jinshanling- 2 hours by bus from Beijing)
Catch a taxi or subway to the Jinshanling bus station, hope on the 8am bus and in two hours prepare for the breathtaking views of the best preserved and less crowded section of the Great Wall. Bring along good hiking shoes, sunscreen and plenty of water. The hike is a bit challenging at times, but truly worth it. The return bus leaves at 3pm.

9. Lama Temple
The most extraordinary Buddhist temple outside of Lhasa, Tibet. Stunning frescoes, rooftops, arches, tapestries, and statues adorn this pagoda. Its highlight is a 17 metre tall Buddha which rests in the Wanfu Pavillion and won Guinness World Record in 1990 for being carved out of one single piece of sandalwood.
10. Confucius Temple & Imperial College

This Chinese second largest Confucian temple is worth a visit. Next door is a quiet sanctuary which holds a main hall, gardens, and 190 stones with figures and inscriptions containing Confucian teachings.

Cuatro horas en Dubai

No es cualquier mes en Dubai. Del 6 de junio al 6 de julio se celebra cada año en esta lujosa urbe popularizada por sus jeques, desiertos, resorts, rascacielos y vehículos ultra-modernos y ultra-costosos, el Ramadán. Desde que sale el sol hasta que se vuelve a poner, muchos musulmanes creyentes ayunan como parte de las tradiciones asociadas a esta festividad sagrada. Considerado como uno de los pilares del islam, estos treinta días no se tratan solo de abstenerse de alimentos, bebidas (incluyendo agua), tabaco y relaciones sexuales, sino más que nada de reenfocar la atención hacia la fe, la auto-disciplina y actos de caridad y solidaridad con los más necesitados.
Una vez atardece los musulmanes creyentes se congregan para celebrar iftar, una comida familiar y, de esta manera, dar fin al ayuno. Es el momento más esperado de todo el día y se espera con gran ansia. Luego se acostumbra ir a la mezquita para recitar rezos Tarawih y, más tarde se visitan amigos y familiares. Los dulces, las galletas y los postres cobran especial importancia durante Ramadán, así como el café árabe sazonado con especias como cardomomo y azafrán. Tras el atardecer, la comida se torna el pasatiempo favorito entre creyentes y el centro de toda la atención.
Dubai se ha convertido en los últimos años en uno de los principales epicentros del Este, hogar de miles de musulmanes de diferentes países: los Emiratos, el Líbano, Jordania, Paquistán, Bangladesh, la India, Indonesia, Singapur, entre muchos más. El Ramadán, por otra parte, representa una festividad particularmente importante sobre todo en una ciudad como esta donde se amalgama Este con Oeste y lo antiguo y tradicional con la modernidad. 
El encuentro entre tantas culturas, razas y modos de vida que cohabitan en Dubai permite un mayor entendimiento sobre el islam y las tradiciones asociadas a esta religión. 
Tras un mes de ayuno y congregación, se celebra Eid Al Fitr, una festividad que dura tres días y se caracteriza por el dulzor de sus platos. Las galletas típicas que suelen prepararse para Eid se llaman maamoul. Los musulmanes también aprovechan este mes sagrado para comprar prendas de ropa, regalar juguetes a los niños y dar ofrendas a los necesitados. En Dubai la ciudad se engalana y celebra Ramadán de un modo muy especial y como no es de sorprender, el lujo también juega un papel importante.
En las cuatro horas que ha durado mi trasbordo aquí he sido capaz de absorber la energía particular que se produce en Ramadán, en la que todo fluye de un modo más lento y tranquilo y el énfasis se pone no solo en la disciplina y el compromiso individual, sino también en la unidad colectiva y la comunidad. 
Nadie tiene prisa durante este mes y por tener que acostumbrarse al ayuno y todo lo que implica abstenerse de alimentos durante largas horas, existe también mayor tolerancia, paciencia y aceptación. Esto es, desde luego una de las riquezas del mundo árabe de la que todos podríamos aprender y asimilar. 

Tú no eres boricua na'

Ayer, por la primera vez en treinta y cuatro años de vida, mi puertorriqueñidad fue retada. Ante la insistencia de un nuyorican en el Puerto Rican Day Parade que se celebra cada verano en Nueva York, me encontré con la complicada e intimidante disyuntiva de tener que probar mi identidad cultural. En la psicología le llaman proyección cuando una persona expone y revela a otros sus propios prejuicios y sentimientos encontrados. Como cuando una persona muy gorda te dice que debes bajar de peso o que te ves mal con x ó y vestido porque te acentúa las libras de más. 
En el caso de los boricuas en la diáspora- muchos de los cuales hablan un español chispoteado o no pronuncian palabra alguna en esta lengua- el tema de la identidad es algo que se debe probar ante la sociedad, ante otros boricuas y más que nada, ante sí mismos. Batallan a diario con la auto-identificación y la reafirmación de identidad entre los espacios y los grupos con los que coexisten. Por no ser ni de aquí ni de allá en su enteridad, muchos sienten la necesidad de competir por quién es más boricua que quién.
-"¡Viva Puerto Rico!", gritó una mujer cincuentona tras el paso de una carroza decorada de brillo azul, rojo y blanco entre las Avenidas Lexington y Quinta de Manhattan. 
- "¡Libre!", exclamé yo al cabo de su intervención.
- "¿Libre lo quieres tú?", añadió como cogiéndome pena, antes de taparse la frente con la mano.
- "Yo también lo quiero libre", interrumpió quien pareciera el hijo o sobrino de la mujer: un hombre puertorriqueño que se trasladó al Barrio, o Spanish Harlem, en los ochenta y hoy día viste de cadenas, mahones abombachados y camiseta sin mangas.
-"A mí me gusta Pedro Albizu Campos", añadió.
Y lo que a primera instancia aparentó ser una conversación sana, amigable y sensata, de repente se tornó muy retante y pasiva-agresiva.
-"Tú no eres boricua na'", me dice el hombre girándose y mirándome de reojo. 
-"Sí soy", le contesté ingenuamente.
Paso seguido inició una conversación muy rara e intimidante. Entre múltiple banderas, parafernalia y simbología cliché de la puertorriqueñidad en la diáspora (güiros, coquíes y arte taíno), me encontré en el mismo medio de una lucha de identidad con implicaciones y connotaciones muy profundas.
-Si eres boricua de verdad, ¿cuál es el pueblo del café?", me dijo en un tono retante. 
Antes de contestar, me vinieron a la mente una lista de al menos cuatro: Maricao, Yauco, Adjuntas, Lares...
-"Ves que tu no eres boricua na'", respondió.
- "Y Pedro Albizu Campos, ¿nació en Lares?", continuó.
-"No", le contesté, aunque desconocía hasta ese momento su verdadera ciudad de nacimiento.
-"¿Y dónde nació entonces?", me dijo con una sonrisa burlona entre dientes. 
Los dos segundos de silencio fueron suficientes para que me amenazara nuevamente con un: Tú no eres boricua na'.
Y con esto estaba más que claro que aquella conversación no terminaría bien, por lo que decidí marcharme antes de que me hirviera la sangre, se me acabara la paciencia con aquel hombre y le mostrara la "verdadera puertorriqueñidad" que esperaba de mí. Faltaba que me convirtiera en una yal, le mostrara un tatuaje enorme de la bandera boricua en el pecho o le saliera de atrás pa' lante con una cafrería para que me dejara en paz.
Me retiré de aquel lugar con un sabor amargo en la boca. Aquello no era sinónimo de unión, orgullo o solidaridad con los hermanos, sino una prueba de una identidad artificial y estereotipada. ¿Conocer el lugar de nacimiento de Albizu Campos te hace más o menos boricua que alguien que lo desconoce? ¿Es ese el verdadero criterio?
En estos momentos en que vivimos, como puertorriqueños dentro y fuera de la isla, somos eje de tanto discrimen, tanta violencia y tantas muestras de odio por ser "el otro". Sin embargo, continuamos siendo atacados por nosotros mismos. El boricua tiene un enemigo muy grande y muy poderoso: sí mismo.
¿Qué significa en realidad ser boricua? ¿Ponerte una camisa de la bandera, subir a todo volumen el reguetón en el radio de tu carro, conocer el lugar donde nacieron líderes nacionalistas, vivir o no vivir en la isla, rajar la palma o la pava, bailar salsa o hip hop, hablar español con o sin acento? 
En todo caso, ¿quién establece los criterios? Si cuatro millones de puertorriqueños viven en la isla y una mayor cantidad en la diáspora, no debe ser asombroso comprender y aceptar que cada quien ha asimilado su bagaje cultural de un modo diverso y las influencias de la cultura predominante en nuestro entorno juegan un papel significativo en la confección de nuestra identidad tanto individual como colectiva.
Sueño con el día en que podamos ser tolerantes con el otro y con nosotros mismos y dejemos atrás los complejos, las inseguridades y la necesidad de competir y sentirnos más o menos que nuestros hermanos. 

Una mirada al mundo